Un continente imaginario, hechiceros con secretos milenarios y paisajes que parecen salidos de un mundo de fantasía. Así es The Witcher, la exitosa serie de Netflix que ha llevado a la pequeña pantalla escenarios tan espectaculares que muchos creerían que fueron rodados en tierras nórdicas o montañas lejanas. Pero lo cierto es que algunas de sus escenas más impresionantes se grabaron mucho más cerca de lo que parece.

Lo que para muchos espectadores es un entorno de magia, en realidad forma parte de una de las joyas naturales más valiosas de Canarias, con paisajes tan espectaculares como reales.

La torre mágica de Tor Lara

En la serie, Tor Lara, la imponente Torre de la Gaviota, se presenta como el epicentro del poder mágico del continente. Su base digital se colocó sobre un escenario tan dramático como poco conocido: el Roque de Santo Domingo, un islote escarpado situado frente a la costa de Garafía, en La Palma.

Esta localización, azotada por el viento y el mar, ofrece el telón de fondo perfecto para la mística escuela de hechiceros de Aretuza, que en la ficción recuerda al Hogwarts del universo The Witcher. Una elección que no sorprende: La Palma es conocida por su naturaleza salvaje y su cielo limpio, pero ahora también por ser un escenario de fantasía.

Los bosques encantados de Brokilon

La Palma vuelve a ser protagonista en el Bosque de Brokilon, refugio de las dríadas. Este lugar mágico se representa en la serie con imágenes reales captadas en La Zarza (Garafía), la Cascada de Los Tilos (Los Sauces) y el exuberante Cubo de la Galga (Llano Molino).

La producción aprovechó la densa vegetación de la isla para rodar algunas de las secuencias más bellas y oníricas de la segunda temporada. Helechos gigantes, cascadas entre la niebla y senderos verdes que parecen sacados de un cuento y todo sin necesidad de efectos especiales. Solo naturaleza canaria en estado puro.

Más escenarios de cine

Otros puntos clave fueron el Llano de las Brujas y el mirador de La Cumbrecita, ambos en La Palma. En la cima del Roque de los Muchachos, entre mares de nubes y coladas volcánicas, se rodaron las escenas del campamento de la expedición. Solo la guarida del dragón se filmó fuera del archipiélago, en una cueva de Hungría.

The Witcher no solo ha puesto a La Palma y Canarias en el mapa de los fans de la serie, sino que ha confirmado lo que muchos ya sabían: el archipiélago es uno de los mejores escenarios naturales del mundo. Y no hace falta magia para verlo, solo una mirada atenta.