En barracones, sin privacidad y con colchones en mal estado. Esas son las condiciones que aseguran haber sufrido agentes de la UPR de la Policía Nacional durante un despliegue realizado en la isla de La Palma con motivo del dispositivo de las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen de Las Nieves.
La Unión Federal de Policía (UFP) denunciaba a finales del mes de junio el "vergonzoso alojamiento proporcionado por el Ministerio del Interior" a los policías nacionales. Una situación que tanto la UFP, Jupol y el Sindicato Unificado de Policía (SUP) han trasladado, junto a otras cuestiones, en un escrito donde han mostrado su malestar general y especialmente por la falta de fondos en las cajas pagadoras --dinero para cubrir gastos de servicio-- en la unidad provincial de Santa Cruz de Tenerife.
Dinero
José Delgado, secretario provincial de Tenerife y regional de Canarias de UFP, explica a Atlántico Hoy que en la reunión trimestral, antes de la salida de los compañeros al despliegue, se dijo que no había dinero en la caja pagadora. De hecho según recoge el diario El Español, el Ministerio del Interior y en concreto el Cuerpo Nacional se está encontrando en las últimas semanas con un colapso generalizado en las cajas pagadoras.
Según cuenta, ante esto, los agentes plantearon varios puntos, como por ejemplo que otros cuerpos de seguridad hicieran el servicio, que la caja pagadora de la provincia de Las Palmas enviara dinero a la de Santa Cruz de Tenerife o que los agentes de la UPR de Las Palmas hicieran el servicio en la Isla Bonita, pero asevera que "no se tuvieron en cuenta ninguna de las opciones".
"Las condiciones no eran las adecuadas"
La única solución que les dieron, afirma Delgado, fue ir a un complejo militar. "Hay que saber diferenciar entre residencia militar y donde les han llevado. Hay residencias militares que suelen ser individuales con baños y condiciones óptimas para quedarse", apunta.
La sorpresa para los agentes, señala, fue cuando les llevaron a unos barracones con camas con literas pegadas y sin ningún tipo de privacidad. "Las literas no tenían ni cortinas y los colchones estaban en mal estado. A los compañeros les costaba descansar porque cada uno tiene su turno, y era un vaivén constante. Al principio se les dijo que tenían que llevar champú y papel higiénico, aunque finalmente se les pudo dotar", narra.
Comida
La comida fue otro problema. "Nosotros tenemos una manutención para dormir y comer, y hace 20 años que no se actualiza. Muchos policías les está costando dinero irse a los despliegues", valora.
En este caso "como no había dinero, dieron alojamiento y cubrieron lo que era la comida a través de la cantina del CD Mensajero", subraya Delgado, quien insiste en este sentido que muestran "su total agradecimiento" por el "trato exquisito" recibido, al igual que por parte de la Policía Local del municipio. "Realmente nuestra queja va por la jefatura provincial, que nos han dejado solos y en circunstancias que no tenían que haberse visto. El servicio a La Palma estaba planificado con mucho tiempo de antelación, era algo que ya se sabía", lamenta.
