La Laguna ha estrenado este lunes su Punto Cero, un nuevo icono urbano que marca el origen de los caminos históricos de Tenerife y la conexión de la ciudad con Iberoamérica. La instalación consiste en una placa de bronce de medio metro de diámetro, ubicada en la calle San Agustín, que reproduce la rosa de los vientos que inspiró el trazado renacentista de la ciudad fundacional.
El acto forma parte del 25 aniversario de la declaración de La Laguna como Patrimonio de la Humanidad y combinó la instalación de la placa con la proyección de un vídeo que traduce digitalmente la vocación universal de la ciudad como nexo atlántico entre continentes.
Durante la inauguración participaron el alcalde, Luis Yeray Gutiérrez; el concejal de Patrimonio Cultural, Adolfo Cordobés; y representantes del Gobierno de Canarias, Cabildo de Tenerife y Universidad de La Laguna (ULL), quienes explicaron la historia y la relevancia del trazado fundacional.
Origen de los caminos
Según el alcalde, la placa es más que un objeto físico: “La Laguna fue el origen de los caminos de Tenerife y su trazado urbano se convirtió en modelo para ciudades de América”, subrayando la vocación universal de la ciudad.

La instalación busca también que vecinos y visitantes identifiquen físicamente el corazón de la ciudad y comprendan su valor patrimonial. La acción combina memoria histórica, accesibilidad y potencial turístico, al estilo del Kilómetro Cero de Madrid.
El vídeo, realizado por Adrián González Paredes con el estudio Lowked Studio, muestra la rosa de los vientos emergiendo del subsuelo y proyectando haces de luz que conectan continentes, reforzando visualmente el papel de La Laguna como puente entre Europa e Iberoamérica.
Protección del patrimonio
La iniciativa forma parte de un plan más amplio de la Concejalía de Patrimonio Cultural que busca combinar protección del patrimonio, innovación y participación ciudadana. Tanto la placa como el spot se usarán en actos institucionales, campañas educativas y actividades culturales, reforzando la identidad y proyección internacional de la ciudad.
Con esta acción, La Laguna reafirma su condición de ciudad viva y en constante evolución, capaz de mantener su Valor Universal Excepcional mientras se adapta a las necesidades contemporáneas de residentes y visitantes.