Fran Belín

Opinión

Acerca del destino gastronómico y otras consideraciones

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BLOG CON CÚRCUMA

Del caudal de informaciones que me llegan o encuentro, y revisando, algunas hablan por sí solas y esta que traigo hoy al Blog Con Cúrcuma se asocia a todos esos análisis que hemos realizado en los últimos tiempos acerca del que ya puede ser eje indisoluble de los nuevos tiempos: turismo-sector primario-gastronomía.

La tercera edición del estudio de la demanda de turismo gastronómico, que elabora la consultora especializada Dinamiza, con el objetivo de conocer el perfil del turista que realiza viajes y escapadas gastronómicas en España, revela que el turismo gastronómico sigue ganando adeptos: un 82% de los españoles realiza viajes o excursiones con la intención de disfrutar de la gastronomía. No hace tanto el ítem-gastronomía se colocaba en preferencias bastante por debajo de otras prestaciones que los viajeros buscan en cada destino.

Al parecer Canarias no entra de lleno en estas estadísticas aunque hay que esperar que “tiempo al tiempo”. Los destinos favoritos para disfrutar de la gastronomía son, por este orden, País Vasco, Galicia y La Rioja. A nivel provincial destacan Guipúzcoa, La Rioja y Asturias.

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Costillas con papas y millo | Francisco Belín


De todo ello emergen valores como la autenticidad, sostenibilidad y cercanía al origen como algunos de los aspectos más valorados por el turista gastronómico, Esto me da pie para considerar que el uso de las redes sociales en la experiencia gastronómica ha entra ya en el debate social sobre su verdadero peso en las prescripciones adecuadas y honestas.

Ya no son baladí aspectos como la aceleración tecnológica, la reputación social compartida, la automatización de los procesos alimenticios, la sostenibilidad o la tecnococina, todos ellos como elementos para mejorar el consumo de alimentos y desembocar en algo tan de moda como el ‘star sistem’ alimentario y la influyente imagen que se ha creado de los cocineros, asegurando que los que ascenderán a esta categoría en la próxima década pueden ser yalos productores.


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Si seguimos el hilo conductor del dato de Dinamiza, está claro que el turista quiere alimentarse bien, básicamente, y si puede además hacerlo con identidad mucho mejor; pero hay otro tipo de turismo que no está tan preocupado por ello y es a éste al que hay que llegar por lo que educar a las nuevas generaciones de cocineros es uno de los grandes retos. Es interesante conseguir consolidar una gama media de cocina de calidad más allá de los grandes nombres, que ejercen de atractivo pero que, sin esa base sólida en la generalidad, no parece que sea suficiente para generar un destino gastronómico.

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Lo original de cada territorio, el producto local y el “descubrimiento” por parte del turista de la singularidad (producto, paisaje, servicio) es el cauce a seguir, inspirando transversalmente la idea de que el turismo gastronómico debe suponer recordar la experiencia cuando el viajero regresa a su país. Esto sólo se logra haciendo descubrir lo cercano, pero también lo diverso del destino mediante experiencias distintivas.