Fran Belín./ CEDIDA

Opinión

“Empatía y regeneración”, medicina indispensable para mares y océanos

Periodista

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“Es urgente proteger los recursos marinos pues no conocemos la mayor parte de los organismos, algo que puede costar miles de años hacerlo; debemos preservar lo que no conocemos para procurar identificar todo antes de que pueda llegar a extinguirse”. No es un aviso apocalíptico: fue la voz acreditada de Jesús Arrieta, científico titular del Centro Oceanográfico de Canarias IEO-CSIC durante el Congreso Encuentro de los Mares 2023 celebrado en julio.

Después de grabar en entornos marineros de las Islas para el programa Agrocanarias.TV (RTVC cada sábado a las 14:00 horas) he acudido al cuaderno de los apuntes que tomé en distintas localizaciones de Tenerife donde se desplegó el referido encuentro que, en su quinta edición, vincula cada año aspectos científicos, gastronómicos y de sostenibilidad de nuestros océanos. En pleno agosto, nada mejor que refrescar conceptos que, de primera mano, aportaron los científicos, biólogos marinos y técnicos más prestigiosos invitados por los organizadores, Grupo Vocento y Cabildo de Tenerife.

Todo ese caudal de estudios científicos se traducen también valor económico, “por ello es importante saber a quién pertenecen esos recursos marinos”. Arrieta recordó en su intervención que “la propiedad de los recursos marinos es del país al que pertenece la zona económica exclusiva de dónde se hayan extraído, pero en franjar internacionales la regulación es muy pobre, lo que en la práctica supone que el 60% de la superficie del océano está sin regular”.

En otro momento, un grupo de expertos debatieron acerca de la adecuada formulación de modelos de pesca más sostenibles que terminen con la sobreexplotación de mares y océanos. Agustín Espinosa, biólogo marino y técnico de la Unidad de Pesca del Cabildo de Tenerife, recordó que la Corporación mantiene una línea de acción con las cofradías de pescadores para abrir alternativas –y expectativas- a opciones complementarias como podría ser el turismo pesquero.

“El uso de barcos turísticos adaptados que acompañen a los pesqueros en algunas faenas podrían incentivar el conocimiento de las pesquerías artesanales y, de esta manera, contribuir a una mayor animación en un consumo del género marino”, que en las Islas –hablamos de pescado fresco- cae respecto a muchas de las cifras medias de España. La creación y mantenimiento de reservas marinas incentivará, asimismo, la noción de producto de cercanía y por medio de la pesca artesanal (“no como marca de calidad, sí como de procedencia”) se reducirá la huella de carbono.

La extinción no es cosa de ficción. Sonia Español Jiménez, directora ejecutiva de la Fundación Meri en Chile, estimaba según las investigaciones científicas que “nos encontramos en un punto de no retorno, pues en el futuro cercano una de cada cuatro especies se extinguirán si no se producen cambios radicales en nuestra de forma de vida –‘moderna’, vamos a decirlo de esa manera-”.

Benjamín Lana, director general de Vocento Gastronomía, consideró que el Encuentro de los Mares 23 alcanzó “un nivel de conversación tan alto y tan sincero -por encima de tópicos ambientalistas- que no tenemos miedo a tratar temas conflictivos y sintetizó en dos términos, “empatía y regeneración”, el indispensable  entendimiento entre científicos, pescadores y cocineros.

Reforzar la ambición. En este sentido, Carlos Duarte, biólogo marino y director científico del congreso, subrayó “la colaboración como base para construir un futuro deseable”. Precisamente, la activista medioambiental y cineasta submarina Alexandra Cousteau dejaba claro que “desde que mi abuelo empezó a explorar los océanos del mundo, hemos perdido hasta el 50% del capital natural azul. ¿En qué puede traducirse? La insistencia para conservar y mantener no ha servido, no se ha asimilado. O es que ¿los humanos no hemos sido lo suficientemente ambiciosos para poner fin a las agresiones al medio marino?

“Debemos dar un giro al lenguaje y hablar de reconstruir, de regenerar y de revertir todo el daño causado en años de protecciones insuficientes”, comentó Cousteau en su ponencia.

El chef tinerfeño Juan Carlos Clemente agregaba, por la parte de la cocina y su relevancia en la sostenibilidad, que “es crucial recurrir a todo tipo de pescados, incluidos los de menos margen comercial y ponerlos en valor”. “La clave –aseveró- es mirar el producto con respecto”.

Para finalizar un dato elocuente para, al menos, pararnos a reflexionar:  el Fondo Mundial para la Naturaleza asegura que desde 1950 hemos extraído de los mares casi 6.000 millones de toneladas de pescado y otros invertebrados; esto invita a que la industria pesquera focalice de otra manera la interacción con la fauna marina. Por tanto, hay que conciliar la actividad pesquera con el debido control de las capturas para llegar a un equilibrio que permita mirar el futuro de la humanidad con esperanza.

Desde la cocina profesional y el resto de agentes de la cadena de alimentación se debe seguir apostando por la sostenibilidad –tal y como destacó Alexandra Cousteau-, haciendo un uso responsable de los recursos marinos, además que fomentan la pasión por el consumo del pescado”.