Opinión

Euro-Dólar (y por qué somos más pobres que ayer)

Emprendedor y empresario

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Hace una semana el dólar obtuvo la paridad con el euro. Un hecho que no sucedía desde hace 20 años, cuando el euro era una moneda de nuevo cuño. Desde entonces, siempre ha estado por encima del dólar.

La tasa de cambio es una relación de expectativas económicas entre dos monedas y sus economías, por lo que en este caso debemos ver qué percibe el mercado de la economía europea y de la economía americana.

Europa

Por el lado europeo el mercado barrunta una crisis económica en la zona a corto plazo debido a dos situaciones fundamentalmente:

Por un lado, debido al problema energético que se deriva de la combinación de las tensiones con Rusia por el conflicto en Ucrania (y que afectan al gasoducto Nord Stream) y de las agresivas políticas medioambientales que ha ido aplicando la UE en los últimos años y que ahora se han vuelto en su contra.

Por otro lado, la reacción (o falta de ella) del BCE ante la galopante inflación, que se ha quedado muy lejos de las que han tomado otros bancos centrales.

Esto es debido, a su vez, por dos motivos: el primero es que el Banco Central Europeo es el único (junto con el japonés) que no ha llevado a cabo ninguna subida de tipos hasta el momento, lo que ha hecho que la moneda común haya perdido competitividad exterior. Parece que este último rally de devaluación ha activado las alarmas y pronto veremos las primeras subidas de tipos.

El segundo es que el BCE ha hecho público que, si bien se han acabado los programas de compra de deuda pública a los estados miembros, ha reconocido, a su vez, que comprará títulos de aquellos miembros que no sean competitivos en los mercados y tengan una prima de riesgo elevada (España entre ellos). Los mercados han interpretado, con razón, que esto es hacerse trampas al solitario.

Estados Unidos

El mercado percibe que la incipiente crisis se cebará más con Europa esta vez. Recordemos que en 2008 el dinero fluyó de EE.UU. a Europa y el dólar cayó fuertemente frente a la divisa comunitaria, derivando en un máximo histórico de 1,60. En este caso el flujo está siendo el contrario, tanto en la renta variable como, sobre todo, en la renta fija.

Si bien la inflación en el país norteamericano está siendo similar a la europea, la Reserva Federal ha elevado los tipos en tres ocasiones en lo que llevamos de año y sus bonos están en entornos de rentabilidad cercanas al 3,50% como parte de una política muy agresiva. Veremos si la economía americana puede soportar este frenazo, pero lo que está claro es que esto hace a su moneda mucho más atractiva.

Esta diferencia de estrategias hace que el dólar sea más interesante para los inversores que el euro, ya que pueden obtener más rentabilidad en inversiones relativamente seguras como son los bonos del Estado.

Consecuencias

La primera, y la más directa, es que las importaciones de productos comprados en dólares, como el petróleo o las materias primas, van a ser mucho más caros para los países europeos. Esto influye no solo en los consumidores sino en los productores europeos que sean extensivos en el uso de estos productos. Esto anula en parte el efecto que genera un euro débil en la competitividad de las exportaciones por parte de productores europeos.

Cuando antes con 100 euros comprábamos productos cuyo precio era de 120-140 dólares, ahora apenas compramos aquellos de precio 100 dólares. Aplicamos esto al precio del barril del petróleo y encontramos las claves principales del porqué de los precios que sufrimos actualmente.

Implicación comercial

Los productores americanos de tecnología, por ejemplo,, aumentarán el precio en euros para compensar esta diferencia entre euros y dólares. Es decir, el iPhone será más caro. Y el dólar no es la única divisa que se ha revalorizado frente al euro.

Por ello podemos afirmar que somos más pobres que antes, cuando el euro mantenía una posición fuerte en el mercado. No hace tanto de eso, y debemos preguntarnos qué nos ha llevado hasta aquí.

Los que sí se verán beneficiados serán aquellos profesionales que vivan en Europa y (tele)trabajen para compañías que les paguen en dólares. Su dinero ahora vale más que hace unos meses.

Y en Canarias...

En lo que afecta a Canarias, como reclamo turístico, puede tener una influencia como destino para trabajadores remotos, ya que como decíamos, con este tipo de cambio sostenido en el tiempo, y con inflaciones similares, los dólares en que son pagados por sus empresas o clientes valen más.

Por otro lado, también podría utilizarse esta arma como reclamo para promocionar Canarias como destino al público americano, un viejo anhelo desde siempre y en el que la mejora de conexiones aéreas (vuelo directo a Nueva York tres veces por semana) también pueden jugar un papel importante.