Corviniano Clavijo

Opinión

Tenerife, una isla de primera división

Presidente de Crónica del Atlántico Hoy, SL

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En aproximadamente un mes, después de una gran temporada, el CD Tenerife puede ascender a primera división y estar entre los grandes del fútbol español. Por este motivo y por todo lo que ello conlleva me tiembla el pulso al escribir este artículo.

Se trata de un sueño que todos los aficionados confiamos en que se haga realidad de nuevo, pues su realización traería muchas consecuencias positivas para la isla de Tenerife en su conjunto y para su capital en concreto. Así que, ¡soñemos!

No hace falta ser muy aficionado al fútbol para saber a ciencia cierta que un equipo de fútbol en la Primera División española constituye una garantía de generación de economía, además de prestigio.

Prestigio y orgullo, porque además de generar flujo económico para nuestra ciudad y para toda la isla, llegan aficionados de todos los rincones de la geografía española con ganas de compartir tradiciones de otros lugares y, por si eso fuera poco, luego están esos partidos señalados con los grandes de la Liga. Por ello, siempre nos encontramos con ganas de volver a vivir esos grandes momentos tan memorables.

Nuestro CD Tenerife, más que un club de fútbol, representa con mayúsculas para todos los aficionados un sentimiento, una emoción que hace latir al mismo tiempo a miles de corazones deseando cumplir un mismo sueño.

De hecho, el CD Tenerife tiene tuétano, tiene alma de Primera. Tenerife y su capital, Santa Cruz, son fenomenales anfitriones para las aficiones foráneas y para sus directivos, pues aquí se disfruta del fútbol siempre con buen ambiente.

El fútbol en esta dimensión siempre contribuye a fomentar y a apoyar a la actividad turística, la cual es un motor fundamental de la economía tinerfeña; también nuestra cultura, nuestras tradiciones y la deliciosa gastronomía de la isla. Y es que este deporte moviliza a miles de aficionados de toda España cada semana.

Todos los que queremos a este club aspiramos a los tan esperados triunfos deportivos. En paralelo a estos triunfos existen oportunidades de negocio para las empresas del territorio y para fomentar el empleo. Por este motivo, es mucho más que un deporte, pues sin perder de vista su esencia trasciende de manera significativa el ámbito económico.

La terna formada por el turismo, la cultura y la gastronomía tienen mucho recorrido y mucho potencial, y con el contenido de este artículo, mucho más. Nuestra isla no tiene límites, sólo nuestra imaginación los pondrá. Se potencia todo lo nuestro, que es mucho, y lo unimos a una marca consolidada, La Liga, y proyectamos un foco, Tenerife.

Tengo que reconocer que me ilusiona su luz y proyección. Turismo, cultura y gastronomía canalizados por el deporte, que genera riqueza y empleo para una ciudad y para una isla. Por todo lo comentado, no se trata únicamente de prestigio, ya que también nuestra economía y nuestra prosperidad juegan este partido.

Tenía una idea, mi gente cercana la conoce, eran otros tiempos y teníamos otras ambiciones personales. Ahora tenemos el orgullo en nuestra isla, donde el nivel de chefs y restaurantes roza la excelencia, lo que unido a la necesidad de compartir experiencias y la obligación protocolaria de celebrar encuentros con los distintos consejos de administración que nos visitan, es un gran momento para programar en el año una rotación por estos grandes restaurantes, y poder así divulgar su nivel culinario local por todos los rincones de España.

Potenciamos los negocios locales, nuestra gastronomía y nuestras joyas secretas, que son los productos gastronómicos.   

Nos encontramos en un momento inmejorable. El CD Tenerife cumple su primer centenario en agosto. Se trata de un club que me consta de primera mano que tiene muy buena reputación fuera de la isla, pues constituye una entidad con capacidad tractora para tener forofos fuera de las islas. Por ello, tenemos la capacidad y la obligación de ser embajadores de los productos locales en sus citas en los campos de otras regiones españolas.

Se trata de un sueño que, estoy seguro, que volveremos a lograr.

¡Tenerife, es una isla de primera!