Fran Belín./ CEDIDA

Opinión

Verde, azul amarillo. Guía definitiva para salvar el planeta

Periodista

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En esta columna, ya lo saben, suelo abordar aspectos acerca del medio ambiente y la sostenibilidad, y en esta ocasión voy a arrimarme en lo posible a la vertiente de la gastronomía, la cocina y el producto local después de la conversación que tuve con la compañera Laura Afonso, de la Radio Televisión Canaria, a raíz de la reciente publicación de su libro titulado  “Verde, azul, amarillo. Guía definitiva para salvar el planeta”.

A partir de las nociones básicas expuestas en este trabajo divulgativo nos decidimos a tocar algunas realidades que tienen que ver con una actividad gastronómica (por ende turística) que abarca a muchas personas que están pendientes de distintos campos concernientes a una de las manifestaciones más ancestrales en torno al instinto de la alimentación, ni más ni menos, y que hoy en día –digamos- parece cargada de huella de carbono. Si no ponemos remedio, entonces, “apaga y vámonos” porque dentro de poco este planeta no será sostenible ni para las piedras.

Ante el contenido del libro de Afonso estaremos deseosos de pasar a su lectura porque más que un texto estimo que se presenta como manual de cabecera. ¿Cómo podemos nosotros, como ciudadanos, desarrollar las pautas que plantea la escritora?

“Todo momento es idóneo –apunta- para ceñirse a lo que contiene este mi primer libro y la verdad es que nació a raíz de un trabajo que inicié hace tres años con la información especializada que manejo en la RTV Canaria  vinculada a la sostenibilidad y el medio ambiente. Mi editor me animó y me pareció interesante escribir una guía acerca de en todas aquellas cosas que favorecen una forma de vida más respetuosa con el entorno en el que vivimos y de fácil aplicación en nuestra vida cotidiana”.

“Se trata de un compendio bastante fácil de leer y cómo en tu propia casa puedes ahorrar energía e implantar formas de consumo más sostenibles; métodos más limpios de movilidad, transportes públicos,… y todo lo que suponga contribuir a lograr los objetivos de desarrollo sostenible que, aunque estén ahí desde hace años y sean -digámoslo así- de cumplimiento prácticamente obligatorio- no solemos desarrollarlos como debiéramos. Así que expongo ‘recetas sencillitas’ para que todos en casa sepamos un poco por dónde empezar”, asevera la periodista.

Un planeta para alimentar

Laura Afonso también es categórica en lo que supone un planeta con millones de habitantes que tienen que alimentarse a diario. “A través de la cocina y los productos alimenticios, si no concebimos una forma de nutrirnos que no sea sostenible estamos abocados a la devastación no solo de los propios recursos sino de nuestra propia existencia como Humanidad; esto es evidente y también los desequilibrios -la mitad de la población mundial está obesa mientras la otra pasa hambre-. Dentro de los objetivos de desarrollo sostenible y de sostenibilidad está claro que eso es de obligado cumplimiento y debemos revertir las prácticas indeseables para volcarnos al cuidado y atención del suelo o el mar que nos alimenta”.

Afonso considera que “en el caso del mar se están constatando multitud de agravantes y de agentes nocivos –además de artes de pesca de arrastre totalmente insostenibles- que están contaminando nuestra fuente de recursos alimenticios, sobre todo el plástico. Muchos peces que hoy nos llevamos a la boca están infectados con ese material; en la Universidad de Amsterdam (Países Bajos) se descubrió presencia de plástico en la sangre humana y es que los pescadores ya encuentran de todo en las tripas de las capturas. Los microplásticos los ingerimos, los respiramos y también está demostrado que están en las tierras de cultivo lo que supone un factor de lo más agresivo”.

“Sin ir más lejos –continúa la autora- en ese pulmón del planeta que es el Amazonas, uno de los sumideros de carbono que tiene la tierra para intentar luchar contra el calentamiento global, se está devastando para activar… ¡cultivos de aguacate o de soja!”. Para Laura Afonso, no es esta la manera que parece la más apropiada para garantizar la alimentación del futuro pero, sin embargo, “aquí en Canarias, por fortuna, creo que estamos haciendo bien las cosas”.

Armonización que es imprescindible

Señala, en este contexto, que la estabilidad en los cultivos no es que sea todo necesariamente ecológico sino que se plantee el equilibrio en lo concerniente a la cercanía y la menor distancia que pueda emplearse para el consumo de esa materia prima del sector primario. “Es importante consumir productos de Canarias para contribuir a sostener esos equilibrios y es que si no lo hacemos, en nada ayudamos a productores, al medio ambiente y a nosotros mismos”.

“La agricultura y la ganadería sostenible no solo pasa por ser ecológica sino por estar cerca de nosotros y es que no se trata de consumir cualquier carne y que nos dé igual venga de donde venga. Debemos ser más conscientes como consumidores, mirar con más detenimiento las etiquetas y hay que decir que la pandemia demostró que nos podemos adaptar a las circunstancias en relativamente poco tiempo”, argumenta.

En este sentido, Afonso hace hincapié en que “cuando estamos convencidos –y nos interesa- cambiamos casi de forma inmediata, más aún cuando nos explican de manera certera los beneficios para la salud de un cambio de hábitos. Otro ejemplo podemos ceñirlo al modelo turístico que tiene que ser revisado y transformarse para contribuir a la sostenibilidad de nuestro archipiélago”.

El ejemplo del sector turístico

“Podemos pensar en unos visitantes que, en millones, consumen recursos básicos y surge la pregunta, ¿en lugar de 15 millones anuales, digamos por caso, por qué no 9 millones con mayor calidad entre durabilidad de estancia y alternativas de energías limpias que puedan atenuar los desperdicios, la huella de carbono, el gasto indiscriminado en agua?”. Ahí interviene, como factor de calidad un turista que no realice tantos traslados en avión y reduzca las emisiones de CO2 a la atmósfera; un visitante que gaste más dinero en experiencias respetuosas con el medio ambiente, como puede ser el ejemplo de Hawai.

“Hay cadenas hoteleras que lo están haciendo bien no solo por el uso de energías renovables en sus propias instalaciones sino que están implicadas en la formación y concienciación ambiental de sus trabajadores para acometer paulatinamente un desafío que ya trasciende de lo puramente económico con acciones decididas a reducir, por ejemplo, tanta generación de residuos. La sostenibilidad ya no es una cuestión de vocación sino una obligación”, subraya Laura Afonso.

Celebración del Segundo Simposio de Viticultura Regenerativa

El próximo lunes, 9 de mayo, de 10 a 13 horas, en el Auditorio del Vinseum de Vilafranca del Penedès, se celebra este encuentro con el título “La viticultura del cambio climático”. El formato es presencial y virtual a través de www.viticulturaregenerativa.org

Está organizado por la Asociación de Viticultura Regenerativa y presentado por la periodista Margalida Ripoll, redactora jefe de Arrels, y contará con la presencia de expertos y bodegueros de tres continentes para abordar los pilares de la viticultura regenerativa y demostrar los beneficios de este modelo para la viña y el planeta:

-Joel Salatin, granjero americano y copropietario de Polyface Farm en Virginia, Estados Unidos (ponencia en video)
-Josep Ramon Sainz de la Maza, socio fundador de GeaOrgánica y experto en agricultura regenerativa
-Dra. Dania García, profesora en micología y microbiología ambiental de la Universidad Rovira i Virgili
-Pablo Borrelli, cofundador de OVIS 21 en Argentina y formador del Savory Institute (ponencia en video)
-Manel Badia, fundador de la consultora agrícola Manel Badia y experto en agricultura regenerativa
-Johan Reyneke, enólogo propietario de Reyneke Wines en Sudáfrica
-Miguel Torres Maczassek, director general de Familia Torres y presidente de la Asociación de Viticultura Regenerativa