A falta de un año para que empiece la fase decisiva del proceso, la candidatura de Las Palmas de Gran Canaria a Capital Europea de la Cultura 2031 queda en el aire tras la dimisión de su director general, Tony Ramos Murphy, que ha renunciado a continuar al frente del proyecto
El próximo 6 de junio concluyen los contratos de todas las personas que conformaban la Oficina Técnica, justo cuando se cumple el primer año de su nombramiento. Ese mismo día, la candidatura perderá oficialmente a su actual dirección, salvo una prórroga excepcional de tres meses para facilitar una transición que, hasta ahora, no tiene hoja de ruta clara ni responsables confirmados.
Difícil cohabitación
La situación es especialmente delicada tras la dimisión del propio director de la Oficina Técnica, comunicada el pasado 13 de marzo, quien ha justificado su salida al considerar que el proyecto necesita un nuevo encaje en la estructura municipal y no debe depender de la Sociedad de Promoción de la Ciudad, tal como ha venido funcionando desde su inicio.
Esta marcha voluntaria, más allá del tono neutro del comunicado oficial, deja al proyecto sin liderazgo operativo y sin el equipo impulsor que había logrado los primeros avances, justo cuando se esperaba una aceleración en las líneas estratégicas y en la participación ciudadana.
Incertidumbre
La Oficina Técnica era el órgano encargado de coordinar las acciones culturales, diseñar la narrativa de la candidatura y tejer las alianzas institucionales y sociales necesarias para competir a nivel europeo. Su desmontaje, sin un relevo anunciado ni una estructura alternativa definida, lanza un mensaje de incertidumbre sobre el futuro inmediato de la propuesta.
El ayuntamiento ha prorrogado el contrato del director general solo hasta el 6 de septiembre, pero por ahora no ha comunicado públicamente cómo será la reestructuración del proyecto ni qué perfiles asumirán su liderazgo. Mientras tanto, otras ciudades candidatas —como Oviedo, Granada, Badajoz, Toledo o Vitoria— ya avanzan en la consolidación de sus equipos y estrategias, ganando terreno en la carrera por la capitalidad europea.
Momento crítico
La falta de continuidad del equipo fundacional podría suponer una pérdida de conocimiento, relaciones y dirección estratégica clave en un momento crítico del proceso, cuando se espera que las candidaturas empiecen a perfilar su dossier de presentación.
La salida del director y la disolución del equipo técnico reabre el debate sobre la ambición real del Ayuntamiento con este proyecto y si existe la voluntad política suficiente para mantenerlo vivo y competitivo en el tablero europeo.