Carta abierta a Carolina Darias: cese ya al gerente del Servicio Municipal de Limpieza. Imagen de un camión de recogida de Las Palmas / AYUNTAMIENTO DE LAS PALMAS
Carta abierta a Carolina Darias: cese ya al gerente del Servicio Municipal de Limpieza. Imagen de un camión de recogida de Las Palmas / AYUNTAMIENTO DE LAS PALMAS

Carta abierta a Carolina Darias: cese ya al gerente del Servicio Municipal de Limpieza

El comité de Empresa del Servicio de Recogida de Residuos Sólidos Urbanos es el autor del texto que han querido dirigir a la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria

Atlantico Hoy

Actualizada:

El pasado 15 de abril cesó usted a la directora general de Recursos Humanos por no cumplir con el objetivo prioritario de reducir el alto porcentaje de temporalidad existente en el marco del empleo público municipal, incluyendo las 99 plazas afectadas por los procesos de estabilización del Servicio Municipal de Limpieza.

Tras varios años con la gerencia vacante, a finales de octubre de 2023 finalmente se nombró gerente del Servicio a D. Antonio Marcelino Santana González. Es de suponer que él también tenía una serie de objetivos que cumplir. Para empezar, poner al día los casi treinta contratos públicos que estaban en nulidad o pendientes de realizar y acabar con la práctica de hacer “encargos” puntuales, sin contrato, a empresas privadas, según fuera surgiendo la necesidad. A día de hoy, tras año y medio, solo ha conseguido sacar adelante aproximadamente un 15% del total de los contratos.

Según él, por “culpa” de Intervención, de donde “culpa” se materializa en devolverle una vez tras otra expedientes mal hechos o no fiscalizar con urgencia los que él se ha esperado a los huevos del gallo para hacer. Paralelamente, ha aumentado la cantidad de “encarguitos” a empresas, que salen especialmente caros a las arcas municipales, y cuya necesidad se deriva de una manifiesta incompetencia organizativa. De entrada, todo esto parece demostrar que esta persona no está ni de lejos cualificada para cumplir con este objetivo prioritario.

Judicialización del servicio

Otro de los objetivos era sin duda reducir la alarmante judicialización del Servicio, tan grave que algún juez bromeó en algún momento con la conveniencia de habilitarnos una sala en exclusiva. Veamos si esto va mejor: hay una gran cantidad de demandas interpuestas, tantas que la cantidad prevista para el pago de sentencias en el programa de Recogida de los presupuestos de este año (333.284,85 euros), triplica la cantidad del año anterior (107.284,85 euros). Y solo en lo que va de año, hay una veintena de denuncias interpuestas en la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, por asuntos que van desde incumplimientos de legislación o de convenios, hasta los relacionados con prevención de riesgos, pasando por irregularidades varias en la gestión de los recursos humanos.

Por si fuera poco con eso, el gerente continúa y acentúa la práctica, que ya existía antes de su llegada, del sistema de provisión de puestos consistente en la elección a dedo de personas de confianza para puestos que han de cobrarse necesariamente vía demanda judicial con informe favorable de quienes las eligen. Práctica perfecta para aumentar a posteriori el gasto del capítulo I de los presupuestos a la vez que elude la fiscalización de Intervención.

Eso sí, con el pequeño inconveniente de que también elude principios constitucionales y legales de acceso a la función pública y otras nimiedades como que contribuye a la congestión del sistema judicial o que todos esos gastos procesales se paguen con dinero público. En esto también parece que, lejos de cumplir este objetivo, esta persona lo que está es cualificada –magníficamente- para convertirlo cada día en más inalcanzable.

La alcaldesa Carolina Darias junto al concejal de Limpieza, Héctor Alemán / AH
La alcaldesa Carolina Darias junto al concejal de Limpieza, Héctor Alemán / AH

La gestión de RRHH

Ya que lo hemos mencionado, vayamos ahora a la gestión de recursos humanos, que solo se puede calificar de nefasta. De entrada, a pesar de que su puesto exige poseer un nivel muy alto de competencia en esta materia, el gerente desconoce los procedimientos y procesos de provisión legales más básicos de la Administración Pública. Respecto de la reducción de la temporalidad, era de esperar que al tomar posesión asumiera el proceso de estabilización de las 99 plazas del Servicio afectadas.

Lejos de eso, inexplicablemente, consigue que lo asuma enteramente RRHH del Ayuntamiento y él se desentiende, tanto que llega a afirmar hace unos días, como si la realidad no fuera con él, que las listas están preparadas, solo a la espera de que se permita su publicación, sin importar que esta esté parada por las demandas en los juzgados, que da por sentado que no las modificará ni afectará. Tampoco sabe si hay medidas cautelares solicitadas por parte de los y las juezas. De hecho, no sabe nada (y parece que tampoco le interesa ni vaya con él).

Oferta de empleo público

Otro aspecto es la oferta de empleo público donde, ya que otras personas “le llevan” la estabilización del Servicio, él puede centrarse más cómodamente. Pues bien, no solo no ha ejecutado las ofertas públicas de empleo anteriores pendientes, sino que ni tan siquiera ha iniciado los procesos para negociar las correspondientes a 2024 y 2025.

Como tema pendiente de recursos humanos, también tenía que resolver el problema de los componentes variables del complemento específico, cuyo acuerdo estaba negociado y firmado desde 2022, y cuya aplicación aseguraría la disponibilidad de personal (municipal) durante todos los días del año sin tener que acudir, a golpe de llamada telefónica, sin contrato, a la empresa privada para que preste servicios extras. El gerente sabía desde su toma de posesión en octubre de 2023 cuáles eran los “reparos” que debía subsanar puestos al acuerdo por Intervención. En un año y medio no ha hecho nada para buscar la manera de solucionarlos.

Sigamos ahora con el programa de mejora del rendimiento (productividad). Tras anunciar en diciembre su intención de trasladar al Servicio, con modificaciones, el Acuerdo del programa de mejora del rendimiento y digitalización del Ayuntamiento, porque para qué hacer de nuevo lo que ya está hecho pudiendo copiarlo, para su aplicación en 2025, y mostrar la intención de negociarlo durante los primeros meses del año, nos pasa a mediados de enero unos ítems que ha propuesto valorar.

Trabajadores del servicio de recogida / AYUNTAMIENTO DE LAS PALMAS
Trabajadores del servicio de recogida / AYUNTAMIENTO DE LAS PALMAS

Productividad

Solo con un vistazo a los niveles de evaluación elegidos, que parecen más propios de un cuaderno de notas escolar, se hace evidente que no tiene ni la más remota idea de lo que significa el concepto de productividad, ya que pretende pagar dinero extra por realizar un trabajo deficiente o por cumplir con el trabajo que ya se paga en nómina. Todavía, en abril, sigue sin proponer fechas para esas reuniones de trabajo.

Lo mejor es que entretanto la productividad no aparece presupuestada para el Servicio en 2025, mientras que sí lo está para el resto del Ayuntamiento. Ante nuestra objeción al respecto, no solo no explica los motivos por los que no está contemplada, sino que, en un alarde de dominio absoluto de la lógica presupuestaria, nos asegura que el presupuesto se puede modificar y tiene la intención de aportar una partida con este fin. Juzgue usted misma.

Qué más decir de recursos humanos. Que ha puesto pegas para celebrar asambleas de la plantilla contraviniendo el convenio colectivo, que no sabe que el derecho de reunión es un derecho fundamental no sujeto a su autorización y que está recogido en la Constitución, que promueve un estilo obsoleto de liderazgo autoritario y centralizado sin retroalimentación ni diálogo, que desconoce que la legislación le obliga a tratar y negociar con la representación de la plantilla determinados temas que él se guisa y se come solo, etc., etc. Resumiendo: una joya, lo mire por donde lo mire.

Ordenanza municipal

Vamos ahora con uno de los objetivos inherentes al cargo: la gestión de residuos. Sigue sin actualizarse la Ordenanza Municipal de Limpieza Pública, que ha de recoger necesariamente los cambios de las sucesivas leyes de residuos. No se ha seguido nunca el Plan Estratégico Marco estatal de gestión de residuos; al contrario, las campañas presentadas por el gerente van en sentido contrario a lo que recomienda.

No existen objetivos claros y serios (ni generales, ni específicos, ni estratégicos) relacionados con la gestión de residuos, y paralelamente, tampoco existen proyectos ni sistemas de evaluación para ejecutarlos y medirlos. El único objetivo conocido es evitar quejas de la ciudadanía (normalmente, por errores de organización) y el procedimiento, recoger lo que sea donde sea para que deje de verse. Por este motivo tampoco se realizan estudios previos sobre lo que se pretende, qué implicaciones tiene, cómo llevarlo a cabo y cómo evaluarlo (por supuesto en este contexto el impacto de género es directamente una entelequia).

Ni siquiera se colocan en los eventos contenedores para separar los distintos tipos de residuos. Así, con mucha vergüenza ajena, vemos (y ve la ciudadanía) que, lejos de informes elaborados, la única argumentación que el gerente del Servicio facilita a nuestros y nuestras dirigentes públicas como fundamentación de una buena gestión de residuos se reduce a la cantidad de toneladas recogidas y a la cantidad de agua gastada, así como el éxito de una campaña se mide por el número de fotos publicadas en la prensa. Sabemos que usted es más inteligente que todo eso, ¿por qué permite que le falten el respeto dándole esos datos?, ¿y por qué corre usted el riesgo de faltárselo a la ciudadanía usándolos?

Figura jurídica

La última es la figura jurídica del servicio. En lugar de elegir para la gerencia a la persona con un perfil que garantice una gestión más eficiente y sostenible del Servicio, se pretende convertirlo en una empresa pública (con lo que ello conlleva para la plantilla y sus familias y para la ciudadanía) que pueda sostener el nivel de incompetencia para la gestión de la persona elegida.

Qué quiere que le digamos, alguien que se jacta de no mirar nunca para atrás (ni para analizar los problemas), que es especialista –eso sí- en conseguir que otras personas y unidades administrativas terminen responsabilizándose de hacer el trabajo por el que él cobra un pastón (77.396,90 euros este año) y que es incapaz de elaborar nada que no sea copia de lo hecho por otras personas, no es precisamente alguien que pueda gestionar adecuadamente el Servicio y cumplir sus objetivos. A menos, claro, que el verdadero objetivo que se le ha encomendado sea acelerar su deterioro.

Lo cierto es que tanta incompetencia y dejación nos están llevando al límite. Si de verdad quiere que el Servicio salga adelante, y es algo que le debe a la plantilla y a la ciudadanía, cese al gerente antes de que sea demasiado tarde. Todas las teorías políticas, sean del signo que sean, siempre han coincidido en una cosa: en que no hay ninguna persona más peligrosa que la que no tiene nada que perder.

Comité de Empresa del Servicio de Recogida de Residuos Sólidos Urbanos