El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha declarado la emergencia para reparar de forma inmediata la red de saneamiento del Paseo de Tomás Morales, en el tramo comprendido entre el número de gobierno 101 y la Avenida Juan XXIII, tras confirmarse un deterioro grave de la conducción que discurre bajo la calzada.
Según el informe del Jefe de la Unidad Técnica de Aguas, fechado el 18 de noviembre de 2025, las inspecciones realizadas en la zona revelan pérdidas de sección útil, colapsos parciales y cavidades bajo el firme, una combinación que supone un riesgo directo para la seguridad del tráfico y de los peatones. El documento señala también la existencia de filtraciones de aguas residuales hacia el subsuelo, lo que está generando bolsas de contaminación con capacidad de afectar a los sótanos de edificios colindantes.
Riesgo ante lluvias
El informe advierte además que la red unitaria del entorno tiene comprometida su funcionalidad incluso ante lluvias moderadas, lo que incrementa el peligro para bienes y personas. Con este escenario, la Concejalía de Presidencia, Hacienda, Modernización y Recursos Humanos ha decidido actuar de forma inmediata.
El decreto municipal ordena contratar de manera directa a EMALSA Operaciones, empresa que asumirá la ejecución de los trabajos. Debido a la naturaleza de la emergencia, no es posible establecer un coste cerrado, por lo que se autoriza el libramiento de fondos “en la cuantía que se demande”, con carácter de pago a justificar. En caso de ser necesario, se abrirá un expediente de modificación de crédito.
La resolución incluye la obligación de informar al Pleno municipal en su próxima sesión, así como la notificación a las partes interesadas. El decreto está firmado por el concejal Francisco Hernández Spínola, con intervención del secretario general técnico de la Junta de Gobierno y del jefe de la Unidad Técnica de Aguas.
Punto crítico
El Paseo de Tomás Morales es una de las arterias esenciales de Las Palmas de Gran Canaria, con alto tránsito y funciones clave en la conexión urbana. Las cavidades detectadas bajo la calzada y la pérdida de estabilidad del terreno convierten esta intervención en una actuación prioritaria para evitar hundimientos, garantizar la movilidad y proteger las propiedades próximas.
La declaración de emergencia permite iniciar la obra de inmediato, con el objetivo de estabilizar el terreno y restituir la seguridad en la vía lo antes posible.