Folleto publicitario del parque Tívoli en la década de los 70. /ULPGC
Folleto publicitario del parque Tívoli en la década de los 70. /ULPGC

Guaguas invertirá 5,2 millones en el terreno del antiguo Tívoli para levantar sus nuevas cocheras

La parcela que nunca llegó a acoger el parque de atracciones servirá ahora para resolver los problemas de espacio de la compañía en El Sebadal

Martín Alonso

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El consejo de administración de Guaguas Municipales ha aprobado un presupuesto histórico para 2026, con una inversión de 16,2 millones de euros destinada a renovar la flota, reforzar la MetroGuagua y, sobre todo, afrontar un cambio estratégico: la compra de un terreno en el sur de la ciudad, por valor de 5,2 millones, donde se levantarán las nuevas cocheras de la empresa.

Aunque oficialmente se habla de una parcela en la zona sur, todas las miradas apuntan al antiguo Tívoli, el espacio que durante décadas se asoció a un frustrado proyecto de parque de atracciones y que nunca llegó a abrir sus puertas. Su ubicación estratégica lo convierte en el enclave idóneo para resolver el problema crónico de espacio en las instalaciones actuales de El Sebadal, donde los vehículos se amontonan y en muchas ocasiones deben aparcar en calles adyacentes.

Ilusión que nunca se cumplió

El Tívoli de Las Palmas nació como un sueño en los años 70, cuando se proyectó la construcción de un gran parque de atracciones en una parcela de más de 70.000 metros cuadrados. La idea era replicar en la capital grancanaria la experiencia de otros recintos de ocio europeos, con montañas rusas, espectáculos y zonas familiares. La Comisión de Urbanismo dio luz verde al plan en 1973 y durante meses se llegó a promocionar como un espacio de modernidad y diversión.

Sin embargo, los problemas financieros truncaron el proyecto. El recinto nunca llegó a abrir y quedó a medio camino entre la ilusión y el abandono. A mediados de los 80 se intentó reactivar la iniciativa bajo otro modelo de gestión, pero tampoco prosperó. En los 90 hubo un segundo intento, con promotores que plantearon recuperar la idea de un gran parque de ocio en la capital, pero de nuevo fracasó.

El resultado es que, medio siglo después, el Tívoli se convirtió en un símbolo urbano de los proyectos inacabados: un espacio que los vecinos identifican con lo que pudo haber sido y nunca fue. Ahora, su destino cambiará radicalmente al convertirse en centro logístico del transporte público, un uso que marca un giro histórico en su papel dentro de la ciudad.

Motor de la movilidad

La compra del solar permitirá a Guaguas mejorar su logística, concentrar operaciones y preparar su infraestructura para una flota cada vez más amplia y diversa. Solo en 2026 está prevista la incorporación de 22 nuevas guaguas, con una inversión de 10 millones de euros, que sustituirán vehículos en líneas de alta ocupación y barrios que demandan mayor fiabilidad.

El nuevo plan de cocheras se integra en un escenario de modernización que incluye la consolidación de la MetroGuagua, con tres millones destinados al equipamiento de paradas y la priorización semafórica, así como mejoras en las áreas intermodales de La Ballena y Siete Palmas. Con ello, Guaguas busca responder a la previsión de 53 millones de viajeros en 2026, una cifra que, aunque inferior a los 56 millones de pasajeros de 2025, se mantiene en niveles récord tras el impulso de la gratuidad del transporte público.

Impacto de la gratuidad

El auge de usuarios de Guaguas en los últimos años está directamente relacionado con la política de billetes gratuitos, financiada por el Estado y el Gobierno de Canarias, que permitió alcanzar cifras históricas de movilidad en la capital. En 2025 se prevé cerrar con 56 millones de viajes, lo que representa un 59% más que en 2022 y un 16% más que en 2023.

Sin embargo, en 2026 el escenario cambiará. No se mantendrá la gratuidad total, aunque se aplicará una bonificación tarifaria para amortiguar el efecto en el bolsillo de los ciudadanos. Guaguas calcula que la cifra de clientes bajará hasta los 53 millones, un leve descenso respecto al récord actual, pero suficiente para mantener la presión sobre el servicio y justificar las nuevas inversiones.

Vieja herida

La apuesta por el Tívoli como futuro centro neurálgico de Guaguas no solo resuelve un problema logístico, sino que también da sentido a una parcela que durante décadas permaneció marcada por la frustración. En lugar de atracciones, montañas rusas y luces de feria, el solar servirá ahora para garantizar que los ciudadanos cuenten con un transporte público más fiable, moderno y sostenible.

El destino del Tívoli se resuelve así con un giro inesperado: de parque de atracciones que nunca abrió, a motor de la movilidad del futuro en la capital grancanaria.