Luis Ibarra, expresidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, rompe su silencio sobre el proyecto Puerto-Ciudad, una iniciativa de la que es su principal valedor y que se queda sin su actuación estrella: un corredor verde con más de 20.000 cuadrados que, unido a la intervención municipal en la trasera del parque Santa Catalina, generaría una nueva zona de ocio para los ciudadanos de 50.000 metros cuadrados.
"No entiendo la actitud de la presidenta de la Autoridad Portuaria, no comprendo por qué esto se ha venido abajo", opina Ibarra, que responsabiliza a Beatriz Calzada de la ruptura del consenso con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, al tiempo que califica de "burla" la intervención prevista respecto al proyecto original.
Pena
La Autoridad Portuaria plantea ahora un parque de 11.000 metros cuadrados en el antiguo aparcamiento de Sagulpa, cuando la idea orginal era trasladar las naves de Cruz Roja y Programama Mundial de Alimentos al interior del Puerto, con la finalidad de unir ese espacio al aparcamiento para generar un gran corredor verde similar al parque Romamo.
"Siento una pena enorme porque una actuación así en el istmo sería única en el mundo", lamenta el expresidente, quien, desde 2011, empezó a trabajar con Juan José Cardona en el proyecto Puerto-Ciudad, luego continuado por Augusto Hidalgo de alcalde.
"Esto es un error monumental que echa por tierra más de 12 años de consenso con el Ayuntamiento", añade Ibarra, que insiste: "no existe un lugar en el mundo con un gran palmeral junto a una terminal de cruceros".
Oportunidad perdida
El expresidente aclara que el compromiso municipal incluía construir las nuevas sedes de Cruz Roja y PMA en el interior del Puerto, con casi 15 millones de euros, una ocasión perdida para hacer realidad ese corredor verde "único en el mundo", agrega.
Ibarra espera que más adelante, cuando la Autoridad Portuaria cambie de dirigentes, se retome el proyecto y se haga realidad, porque el parque previsto ahora en solitario no tiene nada ver con la idea original, con la que se aspiraba a paliar la carencia de zonas verdes que padece La Isleta, tanto para disfrute de los residentes como de los cruceristas y los visitantes del acuario Poema del Mar.
Con policía y cerrado
Ibarra recuerda que el parque se iba a cerrar en horario nocturno y, también, aspiraba a contar con una sede de Policía Nacional, con la finalidad de gestionar los problemas derivados de los pasaportes de los cruceristas, además de generar seguridad y tranquilidad.
"Se han tirado a la basura más de una década de entendimiento Puerto-Ciudad con alcaldes de distinto signo por no reconocer que lo acordado satisfacía las necesidades de todos: Puerto, Ayuntamiento, vecinos, centro comercial El muelle, acuario y usuarios del Mercado del Puerto. Un gran fracaso de todos con un único responsable", concluye Ibarra.
