Los barrios de San Juan, San Nicolás y San Roque serán el corazón de un ambicioso proyecto de regeneración urbana impulsado por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. El plan, denominado Tejiendo Riscos a borde del Guiniguada, cuenta con una inversión de 14,2 millones de euros y pretende recuperar los riscos históricos de la ciudad, mejorar su entorno natural y reconectar estas zonas con el resto del municipio.
La iniciativa fue presentada por la alcaldesa Carolina Darias, quien subrayó su importancia dentro de la Estrategia Las Palmas más Próxima, Ciudadana y Sostenible, una hoja de ruta que busca consolidar un modelo de ciudad policéntrico y equilibrado, donde todos los barrios participen de las oportunidades de desarrollo.
Financiación europea y municipal
El proyecto forma parte de la convocatoria estatal del Ministerio de Hacienda en el marco del Plan Operativo Plurirregional FEDER 2021-2027, orientado a la sostenibilidad y la cohesión social. De los 14,2 millones de euros previstos, 12,1 millones (el 85%) procederán de los fondos FEDER, mientras que el 15% restante será aportado por el propio Ayuntamiento.
La resolución definitiva del Ministerio se espera para la primavera de 2026, aunque los gastos ya son subvencionables desde enero de 2021 y lo serán hasta diciembre de 2029. La justificación final del proyecto deberá presentarse antes del 31 de marzo de 2030.
El Consistorio estima que el coste total del plan podría alcanzar los 20 millones de euros, y ha dejado abierta la posibilidad de complementar la financiación con fondos propios si la ayuda europea no cubre el total de la inversión.
Desde la sostenibilidad
Tejiendo Riscos a borde del Guiniguada se concibe como un proyecto integral de regeneración urbana, diseñado para mejorar la cohesión social, promover la sostenibilidad ambiental y reforzar el tejido económico local. Las actuaciones previstas se concentrarán en los barrios que bordean el barranco —San Juan, San Nicolás y San Roque—, tres zonas históricas de la capital que durante décadas han sufrido desigualdades en infraestructuras y conectividad.

Entre las acciones más destacadas se incluyen la renovación de la red de infraestructuras hidráulicas, la mejora del transporte público y la movilidad sostenible, la naturalización de espacios urbanos y zonas verdes, y la creación de nuevos equipamientos sociales y culturales que favorezcan la convivencia vecinal.
La concejala Gemma Martínez Soliño, responsable del área, destacó que el proyecto “apuesta por tejer los riscos, mejorar su conectividad y revalorizar los espacios comunes”, integrando al Ayuntamiento y a la ciudadanía en un proceso conjunto de transformación.
Participación vecinal
El Ayuntamiento convocará en las próximas semanas una reunión abierta en el Centro de Recursos Ambientales El Pambaso, donde se presentará el contenido completo del plan, se resolverán dudas y se explicará el sistema de gobernanza compartido que acompañará la ejecución del proyecto.
Este modelo participativo permitirá que los vecinos de los riscos formen parte activa de la toma de decisiones, contribuyendo a definir las prioridades y el ritmo de las actuaciones. El nombre del plan, Tejiendo Riscos a borde del Guiniguada, fue elegido precisamente por los propios residentes, reflejando el espíritu colaborativo y el vínculo emocional con sus barrios.
Identidad urbana
Con este plan, el Ayuntamiento refuerza su compromiso con la regeneración de los barrios históricos y su integración en una ciudad más sostenible, inclusiva y cohesionada. La iniciativa está alineada con la Agenda Urbana de Las Palmas de Gran Canaria y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que promueven la participación ciudadana y la recuperación del espacio público.

Tejiendo Riscos a borde del Guiniguada no solo pretende renovar calles e infraestructuras, sino también reconstruir vínculos comunitarios y devolver vitalidad a los barrios que miran al barranco. San Juan, San Nicolás y San Roque se convertirán así en un símbolo del nuevo urbanismo que impulsa la capital, donde la historia, el paisaje y la vida cotidiana se entrelazan en un mismo proyecto.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria apuesta así por coser ciudad desde los riscos, recuperando su valor paisajístico, social y cultural. Un plan que no solo transforma el territorio, sino que reafirma la identidad de los barrios que dieron forma a la capital.
