Queda poco para ver en Las Palmas de Gran Canaria patinetes de alquiler circulando por la ciudad como ocurre desde hace algún tiempo en muchas urbes españolas y europeas. La Sítyneta llegará a la capital de la Isla casi al mismo tiempo en el que París (Francia) ha prohibido estos Vehículos de Movilidad Personal (VMP). Lo ha hecho tras un referéndum con baja participación, pero con un voto en contra que ha sido casi unánime.
Los accidentes que dejaron tres muertos y 459 heridos en la ciudad francesa solo en 2022 y la gente que circula por las aceras con los patinetes fueron los principales argumentos de los parisinos a la hora de oponerse al alquiler de este tipo de vehículos. La Policía Local de la capital grancanaria indica que “todos los patinetes que se consideren de movilidad personal se ciñen a la norma general de tráfico al igual que el resto de conductores”.
Llegarán en mayo
José Eduardo Ramírez, concejal de Movilidad, cuenta a Atlántico Hoy que entre mayo y junio se instalará la primera fase con 87 patinetes y 13 estaciones. “Después de verano se continuará con el resto para que antes de Navidad tengamos 320 patinetas operativas y 40 estaciones en toda la ciudad”, aclara.
El edil asevera que han elegido que la gestión esté a cargo de una empresa pública como Sagulpa para no repetir “los errores que se han cometido en otras ciudades donde hay concesiones administrativas a empresas privadas”. Indica que en el municipio grancanario no se permitirá dejar los patinetes en cualquier sitio, sino que se deberán coger en una estación y devolverlos.
“Si alguien deja la patineta fuera de la estación, contará como si no la hubiera devuelto y pagará muchísimo más dinero. Y si el comportamiento es reincidente se le cancela el abono”, atestigua Ramírez.
La Sítyneta, geolocalizada
Ramírez resalta que el objetivo del grupo de gobierno “es que la patineta sea una solución a la movilidad de la gente”. “Hay que hacerlo bien para no generar conflictos. Hemos tardado más que otras ciudades, pero creemos que es la forma adecuada”, afirma. “Hay un montón de ayuntamientos viendo qué tal nos va a nosotros. Seríamos el primer sistema de patinetes de gestión público en España”, añade.
La Sítyneta estará geolocalizada. El edil de Movilidad relata que “nuestro sistema nos va a permitir que cuando la persona entra con su patineta en un espacio peatonal como Mesa y López se le reduce la velocidad a la patineta a 10 km/h porque está geolocalizada por satélite y se reduce la velocidad automáticamente por mucho que el usuario acelere”.
Límites de velocidad
La Policía Local aclara que se debe hablar de “vehículos de movilidad personal, no de patinetes”. Dice que la razón es que hay patinetes que alcanzan hasta los 100 km/h y esos no son aptos para la circulación por las vías públicas. La velocidad máxima permitida por ley para los VMP es de 25 km/h. “Si no, ya se considera como mínimo un ciclomotor”, exclama. Otras características que debe cumplir son las de no tener sillín y que solo pueda ir una persona. Explica que de cara a 2024 será obligatorio tener alumbrado y frenos tanto para la rueda delantera como para la trasera.
Ante los problemas que ha generado este tipo de patinetes en la ciudad gala, asegura que aquí “hay que adaptar la velocidad a las circunstancias de la vía”. “Según nuestras normas municipales los VMP pueden circular por los carriles bicis y calles cuya limitación de velocidad sea como máximo 30 km/h o inferior”, manifiesta. Apostilla que “en una calle que sea escolar y la velocidad esté limitada a 10 km/h o 20 km/h, pues evidentemente no pueden ir a 25 km/h”.
Edad mínima
Sobre el resto de reglas relacionadas con la seguridad vial, la Policía Local incide en que quienes vayan sobre un VMP tienen que parar en stops, detenerse en los semáforos o no usar auriculares. En cuanto a por dónde pueden transitar dice que “bajo ningún concepto se puede circular por aceras porque son para los peatones”. “Y si hubiese un carril bici próximo a la vía por la que está circulando el conductor está obligado a coger el carril bici”, añade.
Los usuarios de movilidad personal de la capital grancanaria “desde el año 2020 deben tener, como mínimo, 16 años”. Además, el casco no es obligatorio, sino una recomendación. Así como tampoco es obligado tener un seguro.
Estas normas, que ya se aplican para quienes usan patinetes, van a ser las mismas para los de alquiler que se implantarán en Las Palmas de Gran Canaria. “Es como un vehículo de alquiler, te ciñes a la misma normativa”, ejemplifica el cuerpo de seguridad.
Sanciones
En París, una de las cuestiones que más indignaba a la ciudadanía era que los patinetes de alquiler estuvieran desperdigados por las calles sin mucho control. Al respecto, la Policía Local cuenta que en la ciudad canaria “los malos estacionamientos se pueden denunciar como cualquier otro vehículo” y las sanciones pueden rondar entre los 80 euros y los 200 euros. En este caso, solo sería aplicable a los de uso privado porque los de alquiler habría que devolverlos a una estación para que deje de aumentar el coste.
Con la velocidad ocurre lo mismo, depende de cuánto se haya excedido el límite de velocidad. La sanción más baja son 50 euros y la más alta 500. "Pero es muy difícil denunciar a un patinete por exceso de velocidad. No rozaría los tramos grandes, siempre rozaría tramos de 50 euros el mínimo", cuenta.
Póliza de seguros
El concejal de Movilidad dice que los patinetes de la ciudad grancanaria “tendrá seguro que protege al usuario”. “Pero si alguien comete una infracción, la responsabilidad es individual como si lo hiciera con su patinete privado. No tener un seguro no te exime de tu responsabilidad”, especifica.
Antonio Miñón, mediador de seguros, dice que “no hay nada que obligue a un patinete tener el seguro”. “Cada comunidad autónoma será la que ponga la normativa”, añade. En consonancia con José Eduardo Ramírez, asegura que “a las empresas de alquiler de patinetes sí se les está haciendo los seguros”.
El mediador de seguros garantiza que “lo que ocurra en París no tiene por qué afectar aquí” porque “cada región de Europa tiene una estructura diferente”. “Las pólizas van a tener un coste de salida y si resulta que después se va a dar el caso de tener mucha siniestralidad, pues esto siempre acaba repercutiendo en las primas de seguros”, sentencia.