¿Quién se hará cargo de los perros abandonados en Las Palmas de Gran Canaria?

La Policía Local de la ciudad no puede recoger a los animales que encuentren los ciudadanos por una decisión del Ayuntamiento debido a la falta de espacio, aunque se está trabajando para solventarlo lo antes posible

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Uno perro abandonado / EFE
Uno perro abandonado / EFE

La situación de los perros abandonados en Las Palmas de Gran Canaria se ha complicado desde hace unas semanas. La sección de Salud Pública del Ayuntamiento capitalino advirtió de que la recogida de animales cesaría de forma temporal por falta de espacio para albergarlos, aunque aseguró que en breve comenzarían unas obras que permitirán ampliar las instalaciones del edificio hasta el que los trasladaban, conocido como La Favorita, en el Secadero.

Una realidad que David Salazar, delegado de la Unión Sindical de Policías y Bomberos (USPB) de Las Palmas de Gran Canaria, asegura a Atlántico Hoy que genera un problema a los agentes porque no pueden “atender esas llamadas y no podemos darle respuesta a la ciudadanía”. “Nosotros no tenemos lugares donde depositar estos animales y darles un tratamiento correcto”, apostilla. Una ciudadana asegura que se encontró un perro estos días, no lo pudo entregar y tuvo que hacerse cargo de él otra persona. 

En La Favorita, las 14 plazas que la componen están ocupadas y no hay sitio para más animales. Un informe sellado el 2 de junio por la corporación municipal al que ha tenido acceso este periódico expone que "debido a la falta de plazas para alojar a los animales en condiciones de bienestar animal, dado que una saturación podria comprometer este objetivo, se comunica que, hasta nuevo aviso, a partir de hoy no se podrán atender las solicitudes para la recuperación de animales de compañía en el término municipal". 

Respuesta a la ciudadanía

Si una persona se encuentra con un perro en la calle que no tiene dueño y llama al Cuerpo de seguridad o lo traslada hasta la comisaría más cercana, con toda probabilidad no reciba la respuesta que espera. “Tenemos que decirle que donde lo encontró lo tendrá que dejar”, explica Salazar. “O que lo lleve a un centro veterinario a ver si alguno voluntariamente lo puede acoger”, agrega. Existe una tercera opción que consiste en llevarlos hasta la granja del Cabildo a ver si allí pueden recogerlo.

El sindicalista indica, como ya había anunciado la corporación municipal en el informe al que ha tenido acceso este medio, que se está trabajando en una licitación que permita un contrato del servicio de guardería canina y felina, porque “hasta que no se licite no pueden atender más servicios”. Salazar comenta que la decisión de paralizar la recogida de perros es que el exceso actual en las instalaciones “no cumplirían con las condiciones de bienestar animal que establece la normativa”.

Uno de los perros que no pudo recoger la Policía Local / CEDIDA
Uno de los perros que no pudo recoger la Policía Local / CEDIDA

Competencia del Ayuntamiento

El delegado de USPB manifiesta que, de todas formas, la recogida de perros y gatos callejeros no es un servicio policial. Los agentes hacen de intermediarios con el servicio de recogida de animales del Ayuntamiento. “El problema es la desazón de no poder cumplir con el ciudadano”, comenta. La competencia es municipal, aunque hasta 2018 la tutela pertenecía al Cabildo de Gran Canaria, pero la institución insular le trasladó la competencias a los ayuntamientos. 

Critica que “los contratos están saliendo a cuentagotas” y pone el foco en el nuevo gobierno municipal que previsiblemente se conforme el sábado: “Esperamos que reactive todos los contratos”. “No solo va en perjuicio del servicio de la Policía Local, sino de los ciudadanos y de los pobres animales”, añade.

Un perro en un albergue / EFE - A. GONZÁLEZ
Un perro en un albergue / EFE - A. GONZÁLEZ

Lector de microchips

Todo esto no significa que no se deba llamar a la Policía Local si alguien encuentra a un perro por la calle. Hasta el lugar llegará un coche patrulla con un lector de microchips. “Se lo pasamos al animal, vamos a la base de datos e intentamos localizar al dueño”, cuenta Salazar. “Normalmente son perros extraviados, pasa con bastante asiduidad”, expresa.

“El problema sería que no tuviera microchips, en ese caso le decimos a la persona que nos ha llamado que no podemos atenderle la llamada porque el Ayuntamiento no tiene en este momento activado del servicio de recogida de animales activado. Y hasta ahí llega la labor policial”, sentencia.

Razas peligrosas

¿Qué ocurre si el perro es de una raza potencialmente peligrosa? Salazar detalla que “se pueden dar distintas circunstancias”. Una de ellas es que el perro esté agresivo, por lo que se llama a alguien que se encargue. “Y si está tranquilo se mira el microchip y se intenta localizar al dueño. Que sea potencialmente peligroso no quiere decir que en ese momento lo vaya a ser”, culmina.

Tony Santana, delegado de personal de Comisiones Obreras (CCOO), quien colabora con USPB, dice en declaraciones a este periódico que desde el Ayuntamiento se está trabajando para sacar adelante la licitación lo antes posible, pero que el periodo electoral ralentizó todo el proceso. Además, incide en que si un perro llega hasta la comisaría se mantiene allí para intentar buscar una solución.