La Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por el Grupo FCC y Martínez Cano mantiene desde hace días una distancia que parece insalvable con 33 trabajadores en Las Palmas de Gran Canaria. Se trata de las personas encargadas de recoger el plástico, el cartón y el vidrio en la ciudad capitalina, quienes acusan a la compañía de conductas agresivas durante la negociación del convenio.
La plantilla tiene convocada una huelga indefinida para el próximo lunes, 5 de mayo, que por ahora no da la impresión de que se vaya a levantar. “Lejos de acercar posturas, la empresa ha llevado a cabo unas medidas agresivas modificando turnos y horarios; o con amonestaciones por escrito a varios compañeros por el tema de fichaje”, afirma Miguel Pérez, secretario general del Frente Sindical Obrero de Canarias (FSOC).
¿Un servicio esencial?
“Ha habido”, dice, “un poquito de persecución a raíz de la convocatoria de la mesa de la mesa de constitución del convenio de empresa en este caso”. El pasado viernes tuvieron una toma de contacto donde la empresa presentó unos servicios mínimos del 75% que los trabajadores consideran “abusivos” al no ser “un servicio esencial para la población”.
Han decidirlo impugnar porque, de lo contrario, “la huelga no tendría ninguna eficacia”. “Estamos abiertos a negociar durante el fin de semana y cualquier día, en caso de que la empresa acceda a nuestras peticiones y rebaje su agresión contra los trabajadores por la negociación del convenio”, prosigue.
"Será una estrategia"
El problema está, sobre todo, en los fichajes. Pérez sostiene que la compañía ha presentado escritos y amonestaciones a los empleados por registrar su entrada dos minutos antes o después de la hora establecida. “Es cuestión de que un día sales más tarde del vestuario o hay más tráfico para aparcar”, desarrolla el representante sindical.
Pone sobre la mesa que “la represión” ha surgido en los últimos 15 días. “Será una estrategia a la hora de negociar el convenio”, concluye. Señala que sufren deficiencias en prevención de riesgos laborales (PRL) porque hay camiones en mal estado. “Por ejemplo, los pisantes donde van los peones no tienen la estabilidad necesaria para un vehículo en marcha”, indica.
Una concesión
Pero la cosa no queda ahí porque “la empresa propuso mejoras sociales y mejoras económicas durante la contrata de este servicio”. Una cuestión que, dice, no han cumplido. Merece la pena resaltar que el servicio es una concesión que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha dado a la UTE entre FCC y Martínez Cano, por lo que el conflicto se da directamente con la empresa y no con el Consistorio.
En la negociación del convenio, los trabajadores proponen una subida salarial y una mejora tanto en los turnos de los servicios como en materia de prevención y riesgo para los empleados. “Se basa mucho sobre todo en esos tres puntos y en concretar exactamente cada uno de los articulados, pero la empresa viene a no compensar las bajas y ha propuesto una escasa subida salarial a cambio de las bajas laborales, del absentismo”, sentencia Hernández.