Una mañana en la zona de Triana en Las Palmas de Gran Canaria es puro ajetreo. La gente va parriba y pa’bajo atendiendo a sus cosas. Cada persona con sus preocupaciones, aunque hay una en la que sí parecen coincidir: el coste de vida en la ciudad.
Vecinos consultados por Atlántico Hoy coinciden en que tanto el precio de la vivienda como el de la cesta de la compra han alcanzado niveles difíciles de asumir, especialmente para jóvenes y familias con ingresos medios.
Subida de los precios
Mariana, una joven nacida en Las Palmas, cuenta que se ha visto obligada a mudarse con su pareja a Telde porque independizarse en la capital “era inviable”. Asegura que los alquileres han alcanzado niveles “injustos y desproporcionados”: “Una habitación puede costar 700 u 800 euros. Y un piso básico no baja de los 700 al mes, pidiéndote incluso avalistas y varios meses de fianza. ¿Quién puede asumir eso, sumando gastos de suministro y demás, cobrando 1.000 euros?”.
Al dilema del coste de los alquileres, se suma la dificultad que supone el aumento del precio de la cesta de la compra. La joven apunta que recuerda que “hace diez años podías llenar la nevera con 50 euros. Carne, aceite, fruta… y hasta te sobraba algo”. No obstante, el panorama actual es desolador: “Hoy con esa cantidad casi no te alcanza para lo básico. Y si hablamos de familias con niños ya es imposible”.

Responsabilidad política
Las quejas se repiten entre los vecinos consultados. Joaquina, vecina de la zona de Schamann, responsabiliza directamente a la gestión política — “tanto el gobierno de aquí como el de allá”, haciendo referencia al de España — del incremento sostenido de precios. “Decían que la guerra de Ucrania era la causa, pero los precios no han dejado de subir. ¿Ahora cuál es la excusa?”, se pregunta.
Además, relaciona el alza de los precios de los productos con el salario: “Encima dicen que está subiendo el sueldo. Mentira. ¿A qué sube el sueldo si después la cesta de la compra está más para arriba?”.
Juan Marcos, otro residente, coincide en que el problema principal es la pérdida de poder adquisitivo: “Antes con 50 euros hacías la compra de la semana. Ahora no te llevas ni media bolsa. El sueldo no sube al mismo ritmo. La gente trabaja para comer, y ni así llega”.
Panorama desolador
Los alquileres son unos de los mayores hándicaps económicos para la población canaria. El precio del alquiler en Canarias sigue en niveles muy altos. Según los últimos datos publicados por Idealista, arrendar una vivienda en las islas cuesta ya 15,1 euros por metro cuadrado, un 8,1 % más caro que en octubre del año pasado. En Las Palmas de Gran Canaria el precio medio se sitúa en 13,9 euros por metro cuadrado.
En el caso de la cesta de la compra, en Canarias, los alimentos se han encarecido un 32,1% respecto a 2021, y en comparación a 2015, han sufrido un incremento del 44,54%. Lo que provoca que sea una de las más caras del país. Y no solo eso, según el último informe de la OCU, hacer la compra en Las Palmas de Gran Canaria cuesta 6.513,57 euros al año, mientras que en Santa Cruz de Tenerife el gasto medio se queda en 6.154,14 euros. Por lo que en la capital grancanaria, cuesta 359 euros más, lo que aumenta el coste de vida.
Todo se ve peor si se tiene en cuenta que los salarios en las Islas son los segundos más bajos de todo el país, solo por delante de Extremadura. El sueldo medio de los canarios es de 1.835 euros al mes — incluyendo las pagas extraordinarias —, una cantidad que se aleja del salario medio en España que roza los 2.300 euros.
