Santiago Abascal volvió a elegir Canarias como escenario para cargar contra el Gobierno de Pedro Sánchez. En un acto celebrado este domingo en Las Palmas de Gran Canaria, el líder de Vox acusó al presidente del Ejecutivo de “hacer política con la inmigración” para asegurarse el voto de quienes llegan a España, en lo que definió como una estrategia para “perpetuarse en el poder”.
El encuentro tuvo lugar en el Círculo Mercantil de la capital grancanaria, con un aforo completo de unas 200 personas y decenas más que quedaron fuera. Abascal agradeció la “respuesta cálida” del público canario y subrayó que, a diferencia de otros lugares donde ha sido recibido con protestas, “en Las Palmas había más gente fuera que dentro”, un gesto que interpretó como respaldo a su partido.
Invasión
Horas antes, el dirigente de Vox se había desplazado a Lanzarote, donde volvió a insistir en su propuesta de prohibir la llegada de extranjeros, coincidiendo con la visita del buque humanitario Open Arms. En Gran Canaria, repitió su discurso sobre lo que denomina la “invasión migratoria”, a la que atribuye “consecuencias económicas, sociales y de seguridad”.
Durante su intervención, Abascal sostuvo que “solo queda Vox” como fuerza capaz de defender a los españoles frente a lo que considera una “traición compartida” del bipartidismo. Arremetió contra el Partido Popular, al que llamó “cómplice”, y descartó cualquier posibilidad de pactar ni con el PSOE, al que “quiere ver en el banquillo”, ni con los populares, “que ya han roto acuerdos con nosotros”.
Narrativa de Vox
En su discurso más encendido, Abascal acusó a Sánchez de “usar la corrupción y la violencia” para mantenerse en el poder, y añadió una nueva acusación: “el voto inmigrante como tercera pata de su estrategia”. “Seguiremos trabajando —advirtió— para ver a Pedro Sánchez sentado en el banquillo”, concluyó entre aplausos.
Canarias vuelve así a situarse en el foco político nacional, convertida en punto estratégico de la narrativa de Vox sobre la inmigración y en una plaza donde Abascal busca afianzar su discurso más combativo de cara al próximo ciclo electoral.
