Carlos Ester, presidente del PP en Gran Canaria y diputado autonómico, critica duramente al Cabildo insular y al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria por su falta de liderazgo, planificación y ejecución. Acusa a Antonio Morales de haber desaprovechado una década con una política “de propaganda, clientelismo y subvenciones”, y a Carolina Darias de dirigir una ciudad “colapsada, sucia y sin seguridad” que, asegura, ha perdido el pulso económico y social.
Estamos en el ecuador del mandato. ¿Cómo valora estos dos años y, en general, los diez años de gobierno de Antonio Morales en el Cabildo?
La valoración no puede ser más negativa. Han sido diez años perdidos para Gran Canaria, sin transformación real. Todo lo que se ha hecho ha sido a base de propaganda, fuegos artificiales, titulares y mucho clientelismo. No hay gestión seria, ni proyectos finalizados.
El presidente Morales ha insistido en la idea de la Ecoisla como sello de su mandato. ¿No le convence?
Era una buena idea hace veinte años, pero hoy está completamente desfasada. El proyecto de Chira-Soria, que ahora defienden, lo impulsó el Partido Popular cuando ellos lo rechazaban. Ahora lo asumen, pero llegan tarde y mal. La energía en Canarias necesita soluciones modernas y rápidas, no proyectos lentos que no se adaptan a las necesidades actuales.
¿Y en lo social?
Un desastre. Desde 2017 está pendiente de ejecución el segundo Plan Sociosanitario, y seguimos igual. Hay más personas mayores, más dependencia, más necesidades… y menos plazas. Ni siquiera se han ejecutado 200. ¿Dónde está el dinero? ¿Dónde están las soluciones? El Cabildo ha tenido hasta 700 millones de euros acumulados en los bancos. No hay excusas. Es pura inacción.
¿Qué pasa con el tráfico fuera de la capital?
La gestión del Cabildo en las carreteras es igual de mala. Atascos diarios en la GC-1, la GC-2, la GC-3… El caso más sangrante fue el día del concierto de Quevedo: 40.000 personas y se les ocurre poner tensores en el puente de la circunvalación. Resultado: un colapso absoluto. Eso no es improvisación, es desconocimiento total de cómo funciona la isla.
Pasando a Las Palmas de Gran Canaria. ¿Cómo describiría la situación actual de la capital?
Es una ciudad paralizada. Colapsada en movilidad, sucia, con inseguridad creciente y con un gobierno que no escucha a nadie. Desde 2015 no se ha hecho una sola obra estructural de peso. Lo que han intentado hacer, como la MetroGuagua, ha sido un auténtico caos.
¿Qué le parece el proyecto de la MetroGuagua?
Un auténtico disparate. Llevan más de 180 millones de euros invertidos y no hay ni un solo pasajero. Ocho años de obras, solo dos tramos entregados —y mal— y todo eso con la ciudad patas arriba. Ha partido Las Palmas en dos y ha contribuido al colapso diario. Para colmo, la Fiscalía Europea está investigando posibles irregularidades.
Hablemos de limpieza y seguridad. ¿Cómo valora esos servicios básicos?
Muy deficientes. La ciudad está sucia, lo denuncian vecinos de todos los barrios. En La Paterna, Tamaraceite, San José, Triana… La gente se organiza para barrer porque el Ayuntamiento no responde. Y en seguridad, estamos igual o peor. Faltan más de 500 policías para cubrir adecuadamente una ciudad como esta.
¿Cree que la alcaldesa Carolina Darias ha sabido liderar el Ayuntamiento?
En absoluto. No hay liderazgo, no hay gestión, no hay planificación. La ciudad no tiene rumbo. Carolina Darias ha heredado una administración paralizada y no ha hecho nada por cambiarlo. El Ayuntamiento tiene 600 empleados públicos menos que hace ocho años y no se han cubierto plazas clave. Eso lo notan los vecinos cada día.
¿Qué papel juega la vivienda en esta crítica?
Central. La situación de la vivienda en la capital es dramática. Prometen promociones, pero en diez años no han hecho ni una sola. Y ahora se sacan de la manga un proyecto para el Guiniguada que no tiene consenso, que ya tiene cientos de colectivos en contra y que puede acabar judicializado. Teníamos un proyecto consensuado en la época de Pepa Luzardo y lo guardaron en un cajón.
¿Y el Carnaval? ¿Cómo ve lo que está ocurriendo con la Sociedad de Promoción?
Hay una investigación abierta en la Fiscalía, y como partido respetamos eso. Pero políticamente decimos lo que muchos piensan: no puede haber improvisación en la gestión de la fiesta más importante de la ciudad. Hay que trabajar con los colectivos, con diseñadores, con murgas, con todos. Y hacerlo con rigor. El Carnaval debe unirnos, no dividirnos.
¿Cree que el Carnaval también está en entredicho?
El Carnaval es nuestra gran fiesta, nuestra mayor industria cultural. No se puede gestionar con improvisación. Hay una investigación de la Fiscalía en curso por el gasto y los contratos de la Sociedad de Promoción, y eso es muy grave. Nosotros respetamos los procedimientos judiciales, pero políticamente exigimos transparencia y planificación. Insisto. El Carnaval debe unir, no dividir, y debe estar en manos de gestores responsables.
¿Qué propone el PP como alternativa?
Lo primero, recuperar la ciudad. Volver a hacerla limpia, segura, amable. Recuperar los servicios públicos, agilizar la administración, atraer inversión, facilitar el emprendimiento. Apostar por un modelo de ciudad moderno, sostenible, pero también práctico. Y, por supuesto, escuchar a los vecinos. En estos diez años no se ha hecho ni una gran obra nueva. ¿Cuál es el legado del PSOE en Las Palmas de Gran Canaria? Ninguno.
¿Cree que la isla y la ciudad han perdido liderazgo dentro del Archipiélago?
Sí. Otras islas están creciendo más en empleo y turismo. Y no es casualidad. Es por las políticas. Desde el Cabildo y el Ayuntamiento se han puesto trabas en lugar de impulso. El Gobierno de Canarias está trabajando en nuevas formas de turismo, en sostenibilidad, en diversificación. Pero aquí no hay acompañamiento. Al contrario, se demoniza al turismo. Y eso es un error, porque el turismo genera el 40% del PIB de Canarias y mucho más en empleo directo e indirecto.
¿Y cómo percibe la ciudadanía? ¿Cree que quiere ese cambio?
Más que nunca. Nos paran por la calle a diario. Hace poco, con Feijóo, cada diez metros alguien nos pedía que hiciéramos algo. La gente está harta. Hay frustración, desesperanza. Las Palmas de Gran Canaria era una ciudad de oportunidades. Hoy es una ciudad donde cuesta vivir.
¿Qué les falta como partido para convencer al electorado?
Estamos en ello. Hemos gobernado y hemos demostrado que sabemos hacerlo. Creamos el GoFit, impulsamos el Estadio Insular, abrimos la Cueva Pintada, el puente del puerto, el Poema del Mar, la Gala Drag del Carnaval… Todo eso fue gestión del PP. Tenemos equipo, tenemos ideas, y lo más importante, tenemos la ilusión por devolver a esta ciudad el lugar que se merece.
¿Teme que el mandato de Carolina Darias acabe sin dejar huella?
No tengo ninguna duda de que será así. No hay proyecto, no hay liderazgo, no hay gestión. Y los ciudadanos lo están notando. Las Palmas de Gran Canaria está peor que hace diez años. Y no lo digo yo, lo dicen los vecinos, los comerciantes, los trabajadores, las familias. Es hora de un cambio real.
¿Qué mensaje lanza al final de esta entrevista?
Que Gran Canaria y Las Palmas de Gran Canaria pueden ser mucho más. Tenemos el potencial, tenemos los recursos. Lo que falta es dirección, gestión, valentía. Y eso es lo que ofrece el Partido Popular: experiencia, realismo y compromiso con los ciudadanos.