“He sido víctima de un hostigamiento laboral constante”, denunció en comparecencia pública la concejal del Partido Popular y miembro del pacto de gobierno (CC-PP) en Guía de Isora, Acerina González Prieto, quien el pasado 16 de julio anunció su decisión de abandonar el grupo de gobierno y continuar como edil no adscrita.
Durante su intervención, González ha desgranado una serie de episodios que, según sus palabras, han conformado un patrón de acoso laboral que le ha provocado graves secuelas físicas y psicológicas.
Comportamientos continuados y dañinos
“No ha sido una situación puntual ni un malentendido pasajero”, ha asegurado. “Ha sido una cadena de comportamientos continuados y profundamente dañinos que, con el tiempo, ha ido mermando no solo mi dignidad profesional, sino también mi salud física y emocional”.
A lo largo de su intervención, la concejal ha relatado con crudeza un entorno de trabajo marcado por las “vejaciones reiteradas, descalificaciones públicas y un trato humillante”. “Día tras día, acudía al trabajo con una sensación de angustia que crecía en intensidad”, ha explicado.
Invisible
Ha atribuido ese deterioro al comportamiento del portavoz municipal del PP, a quien ha responsabilizado directamente de un “acoso sistemático” que la ha llevado al límite: “El estrés acumulado ha derivado en un insomnio persistente, episodios de ansiedad aguda y crisis nerviosas que han llegado a manifestarse físicamente con taquicardias, temblores y agotamiento”.
Añade la concejala que, durante meses, ha sido excluida de actos públicos, vetada sin explicaciones en procesiones, embarcaciones, entregas de premios, reuniones vecinales o actos municipales, con excusas como “el aforo estaba completo”, pese a que había asientos vacíos. “Me he sentido invisible, como si mi presencia fuera prescindible”, ha declarado.
Campaña de tergiversaciones
También ha asegurado haber sido apartada de decisiones relevantes, aislada de reuniones internas del partido, y solo requerida para resolver urgencias en su área: “En muchas ocasiones, el portavoz me decía: resuelvan el caso, entiendánselas, yo no sé nada’”.
Uno de los momentos más humillantes -ha narrado-, “tuvo lugar cuando solicité un espacio para una nueva incorporación de personal en la concejalía y como respuesta recibí gritos desproporcionados dentro del propio edificio institucional”. A esto ha sumado una “campaña de tergiversaciones y mentiras” en la que, según González, se han falseado sus palabras y se han difundido versiones erróneas ante asociaciones y compañeros con el objetivo de deslegitimar su trabajo.
Presiones
Acerina González estuvo de baja médica por un periodo de cinco meses y, respecto a esto, indicó que recibió presiones para acudir a plenos municipales pese a que su asistencia estaba desaconsejada por prescripción médica: “Han contactado conmigo para acudir a votar sabiendo que lo tenía totalmente desautorizado”.
González también ha denunciado una obstaculización deliberada en la gestión de su área, especialmente en Servicios Sociales, donde “se ha negado el apoyo necesario para atender emergencias ciudadanas” y se ha impedido la contratación de personal esencial. Ha asegurado que esto ha desembocado en la baja de trabajadoras y la marcha de otras a diferentes instituciones. “Se ha ignorado todo avance logrado, no se ha reconocido ni el esfuerzo ni los resultados obtenidos”.
Relegada a tareas menores
Además, ha indicado que a finales de febrero se le comunicó la reestructuración de competencias sin consulta previa, por lo cual ha sido despojada de áreas clave como Servicios Sociales, Vivienda o Igualdad, pasando a encargarse únicamente de Patrimonio y Formación: “Se me ha relegado a tareas menores, sin apoyo ni personal exclusivo dedicado a mi cargo”.
La concejal ha afirmado que la estrategia de aislamiento se ha extendido también a las redes sociales oficiales: “Han dejado de difundir mis actividades, me han excluido de fotos de actos públicos y mis eventos pasan completamente desapercibidos”.
Acusada de tránsfuga
El momento más duro, ha confesado, ha sido ser acusada de tránsfuga tras meses de lo que describe como maltrato institucional: “Tras haber soportado un sinfín de vejaciones, se me acusa en estos términos sin valorar mi lealtad al partido”.
González ha explicado que ha trasladado esta situación a los líderes del PP en Canarias, Manuel Domínguez y Lope Afonso, sin obtener soluciones: “La única propuesta ha sido que entregara mi acta. No estoy dispuesta a rendirme ni a renunciar a mi compromiso con este municipio”.
Balance de gestión y continuidad
La edil ha defendido su labor con un repaso de los principales logros alcanzados durante estos dos años: reducción de tiempos de espera en atención ciudadana, aumento de ayudas sociales, captación de subvenciones para rehabilitación de viviendas y emergencia habitacional, programas de inserción laboral, impulso al Plan Corresponsables, políticas de igualdad y atención a desahucios, entre otros.
“He dejado una concejalía sólida, en marcha, con resultados tangibles”, ha afirmado. “Esta decisión no nace del rencor, sino de la necesidad de proteger mi dignidad, mi salud y mi vocación de servicio”.
Acerina González ha concluido su comparecencia con un mensaje firme: “No cederé ante presiones, mucho menos permitiré que el acoso se convierta en una forma válida de excluir a quienes incomodan por hacer su trabajo con honestidad y resultados. Porque quienes creemos en la justicia, no nos vamos en silencio. Denunciamos, alzamos la voz y seguimos adelante”.
