El 'modo canario'

La estrategia de no agresión de Coalición Canaria se vino abajo tras el receso cuando el PSOE decidió hacer de su capa un sayo y no esperar a recibir el golpe de la sospecha que no había sido dado

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El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, charla los socialistas Chano Franquis, Nira Fierro y Elena Máñez./ EFE - RAMÓN DE LA ROCHA
El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, charla los socialistas Chano Franquis, Nira Fierro y Elena Máñez./ EFE - RAMÓN DE LA ROCHA

Cuenta la leyenda que hay un modo canario de hacer las cosas. Una fórmula inexacta que depende en demasía de quién lo cuente. Un peninsular remitiría a un aplatanamiento cuyo significado está lejos de ser escrutado, un inglés convertiría ese estilo rezagado al que quiere aludir ese término cuasi colonialista en una interpretación festiva de lo que es la vida y un canario solo diría: “sobran (las palabras), mi hermano”.

Una expresión esta última, muy canaria, que parecía decirle soterradamente Fernando Clavijo a Chano Franquis en su réplica, la primera de la tarde, que espoleó al presidente tras una sesión matutina que no despertó pasiones ni odios. Probablemente a nadie.

No fue un discurso largo y es de agradecer, porque si se trata de ofrecer cifras que respalden una gestión lo preferible es ir directo al grano. Sobre todo cuando -y esto lo hace cada Ejecutivo sin excepción alguna en este y tantos otros debates- se superponen los datos que refuerzan la acción de gobierno frente a aquellos que son la carne de cañón de la oposición.

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De las acciones llevadas a cabo, futuras o en trámite (van ocho meses, poco margen para el escrutinio) siempre se espera una buena retahíla y en esta ocasión lo más relevante, de verdad, anunciado por Clavijo fue la implantación de la historia clínica digital, un único fichero con una visión de conjunto de cada paciente que incluirá pruebas diagnosticas, recetas emitidas o consultas realizadas.

Como no siempre llueve a gusto de todos, Vox se preguntó, después de congratularse por dejar de sentirse apartado por Coalición Canaria, por qué no ampliarlo a toda España. O lo que es lo mismo, devolver competencias al Estado para que la sanidad sea de gestión nacional, con un registro unitario para todo el país.

También anunció el presidente canario que se amplía la campaña de prevención de incendios durante todo el año como respuesta a los años de desazón por el fuego que ha consumido hectáreas de flora isleña.

La redacción a vuelapluma desconcentra y quizás hubo alguna otra medida de calado no detectada, pero no tiene pinta. El discurso no iba de eso; sí sobre esa manera distinta de hacer las cosas, ese modo canario.

El diálogo

Si se escucha algo dos veces en un periodo muy corto de tiempo se puede atribuir a la casualidad. Si se escucha tres es un patrón. Si se escucha cuatro es una consigna.

No se puede negar que en Teobaldo Power el mantra de que en el Parlamento de Canarias se hacen las cosas de diferente manera ha calado. No gusta la confrontación y predomina el diálogo, así se hizo saber durante el pleno por los partidos intervinientes y en los aledaños por casi todos los demás.

La estrategia de CC se apreciaba claramente en el discurso de Clavijo. Cero mención a los problemas del PSOE, que hay cosas que arreglar en Madrid y ya se hundirán ellos solos. Mantener puentes y hacer del centro político su razón de ser, ahora que es lo que toca.

Por eso no se le hizo pupa a la gestión anterior. Tanto es así que mucho omitió Clavijo al Pacto de las Flores para que Franquis, de tranquis, le sugirió que comparase algún dato con los de la gestión liderada por el partido socialista. Los que salían a ganar, preferiblemente.

Venirse arriba

Es dado el presidente autonómico a expresar desde el atril su aprecio personal por algunos miembros de otros partidos. Sonrisa y carantoña como antesala del correctivo que está por venir, y Franquis es un amigo.

Funciona mejor el dirigente nacionalista en la réplica con guion de brocha gorda que cuando ha de atender a un discurso premeditado, y si encima hay un cariño personal -por tanto una confianza- con el interlocutor se hace más fácil venirse arriba.

Se contagió quizás por la temeridad del PSOE, estilo Sánchez, en su concepción del debate. Salió Franquis después del receso para comer, hora modorra, y empezó su discurso sacando a relucir la investigación que tiene en un impasse a los socialistas canarios, defendiendo las acciones llevadas a cabo por el anterior Ejecutivo.

Si hubo estrategia o no lo sabrán en Miraflores, pero tal alarde dejó al exalcalde de La Laguna a porta gayola, con todo el margen para la condescendencia. Frente al asombro impostado de Clavijo, quien se quiso mostrar sorprendido porque los socialistas hablaran de esta investigación, la reacción de Franquis fue de perro viejo. ¿Sería mejor hablar o no de ello? Si en cualquier caso es negativo, se habla para intentar liderar el relato.

Pasara lo que pasara, no iba a encontrar malos rollos. Es el modo canario.