El S-81 Isaac Peral, el primer submarino fabricado íntegramente en España, alcanzará en mayo un nuevo hito en su proceso de certificación: realizará sus primeras pruebas con fuego real en aguas de Canarias.
La Armada española probará la capacidad ofensiva del sumergible lanzando torpedos contra un blanco, en un ejercicio crucial antes de su integración en el grupo expedicionario Dédalo 25, que patrullará el Mediterráneo entre mayo y junio.
Selecto grupo de 11 países
Desarrollado por Navantia, el Isaac Peral es el primero de la serie S-80, con la que España se une a un selecto grupo de 11 países capaces de fabricar sus propios submarinos.

Con 81 metros de eslora, 11,68 metros de alto y un diámetro de 7,3 metros, ha sido diseñado para misiones de vigilancia, inteligencia y combate, con capacidad para 43 tripulantes. Su autonomía le permite operar hasta 50 días sin necesidad de reabastecimiento.
Tecnología punta
El S-81 está equipado con un avanzado sistema de combate desarrollado por Lockheed Martin, que integra sensores, armamento y capacidades de guerra electrónica.
Su periscopio incorpora cámaras térmicas y de alta resolución, junto con sensores de radar y comunicación. Además, cuenta con un sistema de control integral con siete consolas multifunción, que permite a la dotación gestionar cada aspecto de la navegación y el combate.
Tres semanas sumergido
Uno de los avances más importantes de la serie S-80 es la incorporación del sistema AIP (Air Independent Propulsion), que permitirá a los submarinos permanecer sumergidos hasta tres semanas sin necesidad de salir a la superficie.
Aunque el S-81 aún no lo lleva instalado, sí se integrará en los modelos posteriores, reduciendo la vulnerabilidad de los submarinos en misiones de larga duración.

En cuanto a su capacidad armamentística, el submarino puede portar hasta 12 torpedos y 24 armas cortas, incluyendo minas y misiles lanzables desde sus seis tubos lanzatorpedos.
Vida a bordo
La vida a bordo del Isaac Peral está marcada por la austeridad y la optimización del espacio. La tripulación se distribuye en siete camarotes de seis personas, cada uno con literas triples y un pequeño lavabo en el centro.
Además, existen dos camarotes adicionales: uno triple para los suboficiales más veteranos y uno individual para el comandante, que cuenta con una mesa de trabajo, una televisión y una pequeña zona de descanso.
Áreas de convivencia
La sección V del submarino alberga las áreas de convivencia, con tres pequeñas salas comunes, cada una con una mesa y un sofá azul, destinadas a la tropa, los suboficiales y los oficiales.
Para el aseo, la dotación dispone de dos duchas y tres retretes compartidos, lo que exige una estricta organización en su uso.
El espacio de cocina es reducido pero eficiente, y cuenta con equipamiento básico para la preparación de alimentos en turnos rotativos. Durante las misiones prolongadas, la alimentación se basa en raciones de larga duración y productos frescos almacenados en cámaras frigoríficas.
Estratégico para la Armada
La llegada de los S-80 supone un salto cualitativo para la Armada española, que hasta ahora ha operado con los submarinos de la clase S-70, cuyo retiro está previsto para 2027. Para 2030, la flota contará con cuatro submarinos S-80, lo que fortalecerá las capacidades de defensa y disuasión del país.
Con las pruebas en Canarias, la Armada busca comprobar la operatividad del S-81 en situaciones de combate real, asegurando que el submarino cumple con los estándares necesarios antes de su plena integración en las operaciones de defensa nacionales e internacionales.