Jessica de León: en achipenco hasta el infinito y más allá

Devota de su familia, licenciada en periodismo, seguidora del Barça y carnavalera hasta la médula, ha asumido dos colosos en el Gobierno de Canarias: Turismo y Empleo

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Retrato de Jessica de León (acompañada en un achipenco por Willow) firmado por Pepe Farruqo.
Retrato de Jessica de León (acompañada en un achipenco por Willow) firmado por Pepe Farruqo.

Si usted algún día da con un periodista que no ha utilizado una reflexión de Ryszard Kapuściński sobre el oficio de informar, corra y atrápelo: está delante de un unicornio. El reportero polaco dejó citas célebres sobre la guerra, la moral, la vida y, sobre todo, el trabajo de la prensa. Algunas, como esa en la que afirmó que “las malas personas no pueden ser buenos periodistas” —con los años empiezo a darle la razón—, se han perpetuado en el tiempo como un dogma de fe. Otras, sin embargo, han pasado desapercibidas y son tan certeras o más incluso que la que relaciona bondad con el arte de comunicar. A mí, tal vez porque casi siempre he ejercido en medios locales, hay un aforismo al que suelo acudir porque contiene una buena lección. “Dentro de una gota hay un universo entero. Lo particular nos dice más que lo general; nos resulta más asequible”, sentenció Kapuściński.

Lo particular, lo cercano, precisamente, describe con detalle la carrera profesional y política de Jessica de León, una periodista que probablemente algún día soñó con contar historias como Kapuściński y que ahora, por cuestiones de la vida —que a veces te lleva por caminos raros—, ejerce como consejera en el Gobierno de Canarias al frente de dos áreas trascendentales para vertebrar el Archipiélago: Turismo y Empleo. Para enfrentarse a esos dos colosos, grandes e imponentes como los de Memnón frente a Luxor, hay que tener capacidad de sacrificio, trabajo y justicia, tres valores inculcados con determinación en su familia. Hija de Paco —para algunos Barreto Chico— y Carmen, hermana de Óliver, nieta de Juan, Nina y Tobalito, sobrina de Juanillo Todas esas correlaciones consanguíneas determinan la figura de una pieza clave en el engranaje del Partido Popular (PP) en Canarias.

Del periodismo a la política

Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla —la tierra de su familia materna, donde pasó cinco años, de 2002 a 2007—, llegó a la política a través de la comunicación. Tras trabajar en Ola Andalucía, Radiodifusión Fuerteventura, La Provincia y Radio Televisión Canaria, en 2012 fue reclamada por el PP como jefa de gabinete de la organización en la isla majorera y para coordinar las relaciones con los medios. Tres años después, en un salto de doble combo con pirueta y tirabuzón, ya formaba parte de la lista del PP al Ayuntamiento de Puerto del Rosario. Justo cuando la juventud se apartaba de la primera línea de política —tras la resaca que dejó la burbuja inmobiliaria, el crac del 2008 vinculado al ladrillo y el 15M—, ella dio un paso al frente marcado por el compromiso. Para los que la conocen, nada extraño.

La consejera de Turismo y Empleo del Gobierno canario, Jéssica de León, en el pleno del Parlamento. / EFE - RAMÓN DE LA ROCHA
La consejera de Turismo y Empleo del Gobierno canario, Jéssica de León, en el pleno del Parlamento. / EFE - RAMÓN DE LA ROCHA

Cuando Jessica de León contaba con cuatro años, su familia organizó un viaje a Lanzarote. Una de las excursiones, como la de cualquier grupo que se da un salto hasta la Isla de los Volcanes, tenía como destino los Jameos del Agua. Durante muchos minutos, su padre, consciente de las tentaciones del lugar para su hija, la retuvo en sus brazos, pero cuando la fatiga ya no daba tregua, la posó en el suelo bajo una condición innegociable: no saltar a la piscina. ¿El resultado? Sus progenitores tuvieron que pagar una generosa propina al personal del recinto por sacarla del agua. Ese día, por si quedaba alguna duda en su casa, aceptaron que los avisos no iban con Jessica; con ella sólo funciona la vida sentida. Ensayo y error.

Salto al Cabildo

Cuatro años en el ayuntamiento de la capital majorera dieron paso, en 2019, a una nueva aventura política en el Cabildo de Fuerteventura que cambió la vida de Jessica de León. En las elecciones de ese año a la corporación insular, la lista del PP —liderada por Claudio Gutiérrez— sumó 5.200 votos (14,15%) para contar con cuatro consejeros en la oposición. El escenario, por esas cosas extrañas que suceden en la política canaria, cambió por completo en 2021. Después de una primera moción de censura llegó otra, apoyada por Coalición Canaria (CC), Asambleas Municipales de Fuerteventura (AMF) y la propia formación popular, que desalojó de la presidencia a Blas Acosta (PSOE). Ese movimiento convirtió, con sólo 37 años, a Jessica de León en consejera de Turismo.

El trabajo se transformó en un desafío enorme para Jessica de León tras el parón originado por el COVID-19, el confinamiento ligado a la pandemia y el cero turístico ligado a ambos acontecimientos. Un año después de su nombramiento, en 2022, se presentó delante de sus excompañeros periodistas en rueda de prensa para comunicar la redención de la industria más importante de Fuerteventura: respecto a los datos de 2019, los últimos antes del coronavirus, el negocio creció casi un 19% para convertir a la isla majorera en el destino canario que registró el aumento más grande —en comparación con los números matriculados tres años antes—. 

La nuevo consejera de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias Jéssica de León./
La consejera de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias Jéssica de León.

La tarea, sin embargo, quedó inconclusa. Meses después, el PP siguió los pasos de CC y abandonó el gobierno de Fuerteventura por desavenencias profundas con AMF —que durante unos meses gestionó la corporación insular con sólo dos consejeros (por esas cosas extrañas que pasan, ya saben, en la política canaria)—. Esa pérdida no significó un paso atrás para Jessica de León. Es cierto que cedió el cargo de consejera de Turismo, pero su quehacer al frente de ese área —por ejemplo, se opuso a la ubicación de Dreamland en las Dunas de Corralejo— la catapultó para ser la cabeza de lista del Partido Popular en esa misma administración pública. El pasado 28 de mayo, el pueblo majorero habló y su candidatura recibió más apoyos que la obtenida por la misma formación popular cuatro años: obtuvo 7.181 votos —1.981 más que en 2019, para alcanzar el 18,72% de los sufragios— y tener un consejero más —cinco—.

Salto regional

Ese respaldo, luego, por la aritmética electoral no se tradujo en una cuota de poder para el PP dentro del Cabildo de Fuerteventura —pese a la tendencia regional, en la corporación majorera CC eligió (por esa reiteración de cosas extrañas que pasan en la política canaria) como compañero de viaje al PSOE—. Y, al igual que había sucedido un año antes al dimitir como consejera insular, ese revés se convirtió en una nueva oportunidad para crecer en positivo: fue elegida por Fernando Clavijo y Manuel Domínguez para ocupar la cartera de Turismo y Empleo en el nuevo Gobierno de Canarias que surgió tras las últimas elecciones autonómicas.

Tal vez por esa misma testarudez que la empujó a la piscina de los Jameos del Agua, se lanzó a por el reto. Exjugadora de balonmano, incondicional en su niñez de Willow, aficionada al FC Barcelona y devota hasta la médula de su familia —de pequeña iba junto a su madre a esperar al muelle la llegada de su padre, embarcado, porque su regreso era el mejor regalo posible—, Jessica de León deja una estela en la política cargada de sueños como cuando se embarca en un achipenco —Artilugio Carnavalero Hidrodinámico Impulsado Por Energía No Contaminante— en el carnaval de Puerto del Rosario, una fiesta que vive a tope también por herencia genética. Después de todo, con sacrificio, trabajo y justicia se puede ir hasta el infinito y más allá.