Continúa la sangría en Nueva Canarias. Si hace dos semanas el Bloque Nacionalista Rural de Teodoro Sosa dio el pistoletazo de salida arrastrando consigo a Agaete, Gáldar, Tejeda y Firgas; y hace apenas cuatro días ASBA (Valsequillo) se unió a la desbandada, ayer fue turno de Roque Aguayro para sumarse a los críticos y abandonar la formación de Román Rodríguez.
Este lunes, la formación votó casi por unanimidad su salida de Nueva Canarias-Bloque Canarista, en una asamblea en la que Antonio Morales, figura histórica de Roque Aguayro y presidente del Cabildo de Gran Canaria, no estuvo presente, más por decoro institucional que por rechazo a la escisión.
Morales pide calma
Este martes, con el fraccionamiento ya consumado, Morales ha pedido calma a los grancanarios: la separación de su formación de Nueva Canarias no va a afectar en modo alguno a las dinámicas de trabajo en el Cabildo de Gran Canaria. Si bien es cierto que ahora tanto Teodoro Sosa (vicepresidente del cabildo) como Morales (presidente), que estaban en representación de NC, han dejado de formar parte del partido.
"Me corresponde en estos momentos jugar el papel que los ciudadanos de Gran Canaria me han designado: ser el presidente del Cabildo", ha asegurado, añadiendo que lo que le corresponde en estos momentos es "dirigir el Gobierno de la isla".
Compromiso
"A eso me voy a dedicar, voy a cumplir con lo que nos comprometimos hace dos años en el grupo de Nueva Canarias y voy a dedicarme a ello plenamente", ha afirmado el presidente, señalado que la ruptura de Roque Agayro "no va a afectar en absoluto [al Gobierno del Cabildo de Gran Canaria], lo hemos dicho por activa y por pasiva. El compromiso de todas las partes que componen ese grupo es cumplir con la ciudadanía".
Morales mantiene, por tanto, la postura que viene defendiendo desde noviembre, cuando la ruptura era sólo un debate. Entonces, el presidente grancanario afirmó, en declaraciones a Atlántico Hoy, que la situación “no puede afectar en absoluto” al devenir del ejecutivo de la isla.