La partida de Verstrynge sube el precio del solitario voto de Coalición Canaria en el Congreso

La influencia de Podemos merma con la salida de la ex secretaria de Organización de la formación morada, cediendo su asiento a Sumar y dando mucho más poder de negociación a Cristina Valido

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La ya ex diputada de Podemos, Lilith Verstrynge, y Cristina Valida, de Coalición Canaria./
La ya ex diputada de Podemos, Lilith Verstrynge, y Cristina Valida, de Coalición Canaria./

Ya anticipaba este medio, antes incluso de constituirse las Cortes Generales, que la volubilidad de la mayoría parlamentaria conformada por el PSOE podía granjear importantes réditos en favor de Coalición Canaria.

No se preveía entonces -menos tras la postura de Podemos en la convalidación de los primeros decretos del Gobierno- que la cosa se fuera a poner tan pronto de cara para los intereses de la formación dirigida por Fernando Clavijo.

La salida de Lilith Verstrynge de Podemos conocida este viernes es un misil a la línea de flotación de su ahora ex partido. Sus cinco diputados, imprevistamente en el Grupo Mixto, se antojaban valiosísimos de cara a una legislatura en la que ya había que lidiar con las exigencias de los independentistas catalanes, un plato ya difícil de digerir.

Su partida, con la consiguiente sustitución por Candela López, de Sumar, resta suma influencia a Podemos, que se queda con solo cuatro representantes, y sitúa a Cristina Valido, voz de CC en el Congreso, en una posición que, de ser aprovechada, puede suponer relevantes prebendas para el Archipiélago.

La situación

La foto fija tras los comicios de julio no pudo ser más esclarecedora. Dos bloques diferenciados. Por un lado, PSOE, Sumar y otras cosas de guardar (171 escaños); por otro PP, Vox y UPN, y poco más que lo sostiene (171 escaños).

Un empate a 342 escaños a la espera de la definición un partido, Junts per Catalunya, con capacidad de decidir los designios de todo el país.

Coalición Canaria aguardó entonces, sabedora de lo volátil de la formación de Puigdemont, y pese haber acordado un programa de gobierno con el Partido Popular -compañero de fatigas en la gestión regional- se mantuvo a la espera.

Picardía mediante, también llegó a un acuerdo con el Partido Socialista con el compromiso del cumplimiento de una Agenda Canaria que incluía la ejecución plena de los convenios bilaterales (rezando), y una política solidaria en gestión migratoria.

Inicio de legislatura

La convalidación de los primeros decretos impulsados por el gobierno pusieron a Coalición Canaria en un difícil brete.

La extremadamente mutable posición de Junts puso el foco sobre todo lo que el Gobierno de Pedro Sánchez estaba cediendo en su favor, mientras que CC, en una situación prominente, no aprovechó, o quizás no supo ver, las posibilidades que ese último voto podía reportar.

La situación para los nacionalistas canarios no es fácil. Su buena sintonía con el Partido Popular a nivel regional es un palo en las ruedas en la negociación estatal. Todos contaban con que Feijoó estuviese gobernando y la afamada resiliencia de Pedro Sánchez ya hubiera tocado a su fin, pero nunca fue así y hoy, pese a quien le pese, periodismo.