Cinco décadas. Medio siglo. Es el tiempo que ha pasado en España desde que un 20 de noviembre de 1975 murió el dictador Francisco Franco y el país comenzó su mayor reto: transicionar de una dictadura autoritaria y represora en la que todo había quedado "atado y bien atado" a un Estado de derecho, constitucional, parlamentario, democrático y social.
En las cinco décadas que han transcurrido, ha habido varios intentos por reparar la memoria de quienes fueron víctimas de la Guerra Civil y de la represión franquista en los años que duró el régimen. En 2007, la Ley de Memoria Histórica y, más recientemente, en 2022, la Ley de Memoria Democrática, que sustituyó a la anterior. En los últimos años, reconocer y reparar la memoria de las víctimas y los represaliados del franquismo se ha convertido en uno de los principales objetivos del Gobierno de España.
Los sucesos de Sardina del Norte
Precisamente hoy, Atlántico Hoy quiere recordar la memoria de algunos de aquellos represaliados por el franquismo que vivieron la muerte del dictador y se enfrentaron en primera persona al gran reto que fue la Transición. Personas poco conocidas que se enfrentaron al régimen, como fueron los reprimidos en los sucesos de Sardina del Norte, en Gran Canaria, en 1968.
Pepe del Toro, uno de los integrantes de aquel grupo que fue brutalmente reprimido a tiros en la playa de Matorell, cercano a la localidad de Sardina, atiende a este periódico y recuerda los últimos años de la dictadura, la muerte de Franco y sus expectativas entonces de lo que pasaría en el futuro. Del Toro, militante comunista y sindicalista, ha brindado hoy con sus familiares y amigos en Las Palmas de Gran Canaria para conmemorar las cinco décadas sin el dictador.
Manifestación
"En aquel momento había un problema grave, a unos trabajadores les debían cuatro meses de sueldo y no les pagaban. Contactaron con nosotros, con la gente del Partido Comunista. Yo los acompañé a la magistratura de trabajo y ecidimos entonces reunirnos en asamblea, hacer un escrito e ir después en manifestación. Eso fue el 15 de septiembre", recuerda Del Toro.
Tras la manifestación, se fueron a Sardina del Norte a hacer un asadero. "Estábamos poniéndonos de acuerdo con los trabajadores cuando apareció la Guardia Civil, que yo los conocía porque da la casualidad de que dos de ellos iban al al imprenta familiar que nosotros tenemos. Le dije a nuestor secretario general: 'Mira, estos son de la Guardia Civil'. Llegaron allí y nos dijeron que qué era lo que estábamos haciendo", recuerda el sindicalista.

Tiroteo y cárcel
"Se marcharon y después, a las cuatro de la tarde, una vez que nosotros habíamos comido y cantábamos canciones, aparecieron con cinco policías más. Nos obligaron a subir la cuesta de Sardina del Norte y nosotros nos cogimos de la mano, unos con otros, e hicimos una manifestación de unos 200 metros hasta la entrada de Sardina. Ahí nos querían arriconar y nosotros fuimos hacia Gáldar. Empezaron a empujarnos, a intentar ponernos los grilletes y al final dispararon. Hubo dos heridos, desgraciadamente uno ya ha muerto. No le volaron la cabeza a una niña pequeña porque un amigo que hoy está en Alemania, que es Emilio Díaz Miranda, la cogió en brazos", narra Pepe del Toro.
La historia de Del Toro es una más de tantos represaliados por el franquismo en España por militar en movimientos políticos ilegales durante la dictadura, hacer sindicalismo o reclamar derechos sociales. Pepe del Toro fue condenado a dos años de prisión por aquellos hechos y cumplió condena en cárceles de la Península.
En aquellos sucesos fueron detenidas unas 50 personas. 23 de ellas fueron juzgadas por un Consejo de Guerra por rebelión militar e insultos a la fuerza armada, después de haber sido tiroteadas en la playa.
Represión "terrible"
A Del Toro todavía le quedaban unos años de franquismo por vivir, antes de que el régimen diera sus últimos estertores. Preguntado por cómo vivió aquella época como sindicalista y comunista, recuerda que "había muchos detenidos, la represión era terrible".
"Aquellos años los pasamos intentando organizarnos en el Partido Comunista, porque en ese momento existía movimiento obrero, pero no sindicatos como ahora Comisiones Obreras. Nos sentíamos todos vigilados. Pero, así todo, seguíamos en la lucha", rememora.
Organización obrera
Tras morir el dictador, Del Toro recuerda que sus compañeros y él pensaron que iba a "haber un golpe de Estado de los militares". Mirándolo ahora en retrospectiva, aunque el golpe no fue inmediato (sí lo hubo años después, en el 81, por parte del teniente coronel Tejero), el sindicalista recuerda "una represión espantosa, porque bastó que ese señor se muriera para que la represión fuera terrible con todos nosotros".
"Aquello fue un episodio muy importante aquí en Canarias, que pasamos todos los trabajadores y especialmente los que éramos sindicalistas", explica. Preguntado sobre qué piensa ahora, 50 años después de la muerte de Franco, sobre las que fueron sus expectativas por entonces, Del Toro reivindica que "ahora los trabajadores, afortunadamente, ya están organizados en sindicatos de rama".
Auge de los nostálgicos
Pero sí reconoce sentirse preocupado por el auge de la ultraderecha en Europa y en España. "Es algo que hablo con mis compañeros", explica Del Toro. En los últimos años, en España se está viviendo un auge del discurso nostálgico del franquismo. Cada vez más jóvenes que no vivieron la represión, como sí lo hicieron los integrantes de los sucesos de Sardina del Norte, reivindican una España pasada que creen que era mejor que la actual.
"Seguimos en la lucha", zanja Pepe del Toro, que este 20 de noviembre ha brindado con sus familiares y amigos para rememorar las cinco décadas desde que murió el dictador que le disparó, le persiguió y le metió en una cárcel por defender el derecho de unos trabajadores a cobrar su salario.