La dimisión de Carlos Díaz como director del Servicio Canario de la Salud (SCS) fue una de las noticias más relevantes este miércoles. Desde la oposición, el Grupo Socialista llevaba tiempo pidiendo su cese porque consideran que ha habido deriva insostenible en la atención sanitaria.
Entre los temas que han denunciado están los colapsos en las urgencias hospitalarias y una ejecución presupuestaria, a su juicio, deficiente. Miguel Ángel Pérez del Pino, diputado del PSOE y portavoz de Sanidad de su partido en la cámara, ha sido una de las voces más críticas con la labor de Díaz.
En una entrevista concedida a Atlántico Hoy repasa sus dos años al frente del SCS y alerta de las consecuencias que deja tras de sí una gestión que califica como “desastrosa” y “descabezada”.
Pérez del Pino pone el foco en lo que considera un abandono del compromiso político con la ciudadanía y responsabiliza al Gobierno de Canarias por no haber corregido el rumbo. También critica el estado actual de las infraestructuras, las listas de espera y la contratación pública.
[Pregunta] ¿Cómo ha recibido la noticia de la dimisión del ya exdirector del Servicio Canario de la Salud?
[Respuesta] Nosotros hemos pedido su dimisión en, al menos, tres ocasiones de forma directa en la tribuna del Parlamento. Lo cierto es que la gestión de este señor en el Servicio Canario de la Salud ha sido desastrosa. Pero no solo por la instigación permanente a todos los colectivos, sino también en la gestión de las urgencias, nunca han estado peor. Nunca había habido un exceso en las urgencias como el que existe ahora.
¿Cuál es la situación?
Tengamos en cuenta que especialmente las urgencias de los hospitales de referencia están desbordadas. Hay quejas permanentes del personal sanitario sobre que está colapsado y saturado. Vemos colas de 30 horas de ambulancias para dejar a los pacientes en las puertas de los hospitales de referencia, entre ellos el HUC. Además, tenemos una ejecución presupuestaria pésima.
¿Se ha gestionado mal el presupuesto?
Hay un despilfarro en partidas presupuestarias incontrolable. Cuando ellos hablaban a principio de legislatura de que el gobierno anterior había dejado un agujero de casi 500 millones en farmacia, ahora se han desviado otros 360 millones adicionales. En total, 817 millones de euros en un solo ejercicio.
Escuchándolo, da la impresión de que no salen las cuentas.
No hay nada que cuadre en la gestión de este señor. Se cargó el banco de sangre, estamos comprando sangre en los Estados Unidos y gastándonos un 32% más de lo que destinábamos antes en todo el presupuesto del ICHH. Es una barbaridad por donde lo mires.
El Sindicato Médico de Canarias y Asamblea7Islas temen que a partir de la dimisión se pueda tirar por la borda los avances conseguidos en cuanto a negociaciones o la oferta de empleo público.
Es una reacción que tiene que tomar el gobierno, esto es política. Aquí no estamos hablando de que se pueda o no, aquí hay un compromiso político de un gobierno que está vigente. Es responsabilidad de la consejera de Sanidad y del presidente del Gobierno que sus acuerdos se cumplan. No podemos estar desviando responsabilidades a donde no las hay.
¿A qué se refiere?
El director del SCS tiene las competencias que tiene y su sustitución puede ser un cambio de rumbo o no, pero es evidente que los compromisos deben adoptarse y para eso existe un Gobierno de Canarias.
Una de las polémicas que ha salpicado a Carlos Díaz es la supuesta incompatibilidad entre el cargo que ostentaba hasta este miércoles y su condición de candidato a la OPE. ¿Cree que esto tiene algo que ver con su dimisión?
Creo que la dimisión responde a la suma de muchas pequeñas partes. Lo de la OPE puede ser un grano de arena en la montaña, pero no creo que sea el que la desmorone. Hay un problema evidente de gestión detrás. La sanidad ha ido a peor. La primera vez que pedimos su dimisión fue justamente por esto, porque participaba en las mesas de negociación en la que tomaba decisiones sobre sus propios procesos.
¿Hay algo más allá?
Han ocurrido muchas más cosas y son flagrantes. Lo que han hecho es desangrar literalmente la sanidad canaria. No es solo un tema de simplificar el problema, es mucho más complejo de lo que parece. Todos, desgraciadamente, acabaremos pasando por un hospital público. No se puede jugar con las cosas de comer.
Ante la complejidad de los problemas sanitarios que arrastra Canarias, resulta difícil solucionarlos de un día para otro. ¿Qué balance hace de estos dos años de Carlos Díaz al frente del SCS? ¿Se han dado pasos positivos o no cree que haya nada destacable?
En el tiempo que llevo como diputado y portavoz de Sanidad, creo que los pasos han sido en sentido contrario. No puedo decir que haya habido un paso en donde ya hemos tomado una medida correcta, porque mientras hemos tomado pasos en un sentido, hemos restado en otro. Ayer ponía un ejemplo en la contratación de médicos. Es muy importante el servicio que no es salud contra 300 médicos residentes que acaban su carrera de formación ahora.
¿Se dan palos de ciego?
Al final lo que estás viendo es que toman decisiones partidistas y muchas veces improvisadas. Esto no puede funcionar así. Es evidente que hay una necesidad de compatibilidad sociosanitaria que debe avanzar en línea con la sanidad. Hay que tener en cuenta la planificación a largo plazo. La sanidad necesita un pacto por la sanidad. Necesita que gobierne quien gobierne, tengamos claro que hay elementos que son estructurales y que necesitan de una continuidad en el tiempo.
¿Cuál es la solución?
Tenemos que planificar los futuros hospitales de Canarias, servicios y entidades sociosanitarias. Requiere la seriedad de planificar, pactar y acometer una serie de inversiones que sabemos que no se van a hacer en cuatro años, sino en 10, 15 o 20. Y hasta que no entendamos eso, la sanidad no podrá tomar tino porque es un elemento estructural de la sociedad.
El Partido Socialista, al que usted pertenece, gobernó durante la legislatura pasada. ¿Qué ha cambiado desde entonces?
Nosotros en ningún momento hicimos un uso de las listas de espera erróneo, no las maquillamos nunca. Sufrimos una pandemia en medio que en cierta medida opacó la actividad del gobierno porque centró todos sus recursos en la actividad de luchar contra la COVID-19. Pero en nuestro caso se contaron 7.000 sanitarios para atender la pandemia. A día de hoy tenemos problemas con las ambulancias, con el banco de sangre, con los médicos, con los enfermeros, con los fisioterapeutas, con los ópticos y con los nutricionistas.
Han sido muchos sectores.
No hay un sector vinculado a la sanidad que no haya tenido un problema en los últimos dos años. Es algo tremendo. No hay forma humana de decir que solo han cometido un error. Es una gestión absolutamente descabezada.
El SCS es el organismo del Gobierno que más dinero recibe y ustedes han sido muy críticos con la forma que tienen de gestionar los contratos.
El Servicio Canario de la Salud necesita ponerse al día en su contratación pública. Sabemos que es un elemento complejo, pero no podemos recurrir al hecho de que vamos a actualizar y a pactar con los proveedores los precios que nos da la gana, acogiéndonos a la nulidad de los contratos. Es lo que ha hecho el actual SCS.
¿Lo han podido comprobar?
Ayer presenté varios contratos cuyas partidas crecían entre el 20% y el 40% y eso no pasaba por el control de nadie. No podemos hablar de una buena gestión cuando lo que estamos haciendo es despilfarrar dinero sin control. El que no se invierte se queda en los cajones en lugar de destinarlo a más personal, infraestructura y tecnología médica.
Usted ha pedido hasta en tres ocasiones la dimisión de Díaz. ¿Consideran esto una victoria como oposición?
No creo que haya que hablar de victorias o derrotas en este tipo de cosas. Al final lo que estamos defendiendo es que el SCS funcione mejor. Esto no es un tema personal contra nadie, sino de gestión política y pública. Cuando alguna pieza no funciona hay que cambiarla y eso es responsabilidad de quienes ostentan el poder ejecutivo. Lleva dos años sin control ninguno por parte de su consejería.
El actual gerente del Hospital Universitario de Canarias (HUC), Adasat Goya, será el nuevo director del SCS. ¿Qué le parece?
Mi opinión al respecto es la misma que enuncié cuando fue designado gerente del HUC. Este señor es estibador, que es completamente loable y legítimo, pero no tiene trayectoria en el ámbito de la salud. Para gestionar la sanidad pública canaria hay que saber de lo que se habla. Hay que haber palpado la sanidad, haber pisado los hospitales y los centros de salud. No se trata simplemente de llevar una chapita puesta en la chaqueta. Se trata de saber que esto es una alta responsabilidad de la comunidad autónoma y con los ciudadanos de Canarias.