La ‘tela de araña’ del mediador

El general Espinosa negó ante su señoría conocer al exdiputado socialista Fuentes Curbelo y haber cobrado de empresarios, pero sí reconoció conocer a Navarro Tacoronte al que acusó de usarlo como ‘cebo’

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Juan Bernardo Fuentes y Marco Antonio Navarro Tacoronte, cabecillas de la trama del 'caso Mediador'
Juan Bernardo Fuentes y Marco Antonio Navarro Tacoronte, cabecillas de la trama del 'caso Mediador'

El general retirado de la Guardia Civil Francisco Espinosa Navas, es el único de los investigados en el 'caso Mediador' que se encuentra en prisión provisional. Su declaración ante la jueza del Juzgado de Instrucción 4 de Santa Cruz de Tenerife, se centró en echar la culpa de todo al intermediario Marco Antonio Navarro Tacoronte y negar haber aceptado cualquier soborno o su participación en alguna intermediación. “Me utilizó como cebo para extorsionar a empresarios”, afirmó el guardia civil.

Espinosa Navas, que permanecerá en prisión al no aceptar el Juzgado su petición de libertad este viernes, relató durante el interrogatorio previo a su envío a prisión que las comidas a las que acudió, tanto en Madrid como en Canarias, las organizaba Navarro Tacoronte para introducir a diferentes empresarios dentro de su ‘tela de araña’. 

Conoció al mediador 'de casualidad'

En la ‘tela de araña’ a la que alega el general, se vieron inmersos no solo empresarios sino también el exdiputado del PSOE Juan Bernardo Fuentes Curbelo y el exdirector general de Ganadería del Gobierno de Canarias y sobrino del anterior, Taishet Fuentes.

El general de División detalló que conoció al mediador de casualidad, pues ambos coincidieron en un restaurante en Valencia, donde él cenaba con unos amigos. Precisamente uno de ellos era el empresario del sector de drones José Santiago Suárez Estévez, al que asesoró en la parte técnica de unos contratos que le fueron adjudicados a Suárez cuando Espinosa estaba destinado en el Sahel.

Asegura que no pidió dinero

Espinosa, al que se le incautaron 61.110 euros ocultos en una de sus viviendas, aseguró ante la jueza, que nunca pidió dinero a ningún empresario y que el mediador sí se ofreció para enviarle desde Canarias una caja de puros a través de otro de los investigados en la causa, el empresario del sector de la energía fotovoltaica Antonio Bautista, y que mandó a su chófer a buscarla al aeropuerto.

Además, Navarro Tacoronte, según la versión del general, le sugirió verse en Madrid para tomar un café porque trabajaba para un diputado y viajaba dos o tres veces al mes. "No lo conocía entonces ni ahora", acertó a responder Espinosa sobre si conocía al exdiputado Fuentes Curbelo. También declaró no conocer a su sobrino Taishet Fuentes.

Tal era la presunta ‘tela de araña’ tejida por el mediador que le contó  a su señoría, que en Madrid quedó con el mediador y con el empresario Antonio Bautista, otro de los imputados, y que ambos le plantearon que colaborara con ellos en una empresa de placas fotovoltaicas en Canarias cuando se retirara de la Guardia Civil.

Le ofreció trabajo

El puesto para el que tendría que postularse era el de director de relaciones internacionales con un sueldo de 5.000 euros, además de una tarjeta para gastos protocolarios. El general, presuntamente exigió que contrataran también a su pareja, que cobraría unos honorarios de 3.000 euros al mes. "Luego no se materializó absolutamente en nada", respondió a preguntas de la jueza un resignado general.

Espinosa Navas esgrimió varias veces durante el interrogatorio que, en rigor, no trabajaba para la Guardia Civil (un guardia nunca de ser guardia aunque esté jubilado) cuando se produjeron todos esos contactos, porque se había retirado meses antes, en enero de 2021, y añadió que hasta junio de ese año tuvo la condición de guardia civil en suspenso y no estaba sujeto a las disposiciones jurídicas del Instituto Armado.

No obstante, tenía chófer y despacho en la sede de la Guardia Civil, en Guzmán el Bueno, donde ha quedado acreditado que recibió al mediador.