El alcalde de Gáldar y exdirigente de Nueva Canarias, Teodoro Sosa, ha lanzado duras críticas a la actual dirección del partido tras la celebración del VI Congreso Nacional, en el que Luis Campos fue elegido nuevo secretario general en sustitución de Román Rodríguez.
Sosa, que recientemente se desvinculó de NC en medio de la crisis interna que atraviesa la formación, publicó este domingo un mensaje en la red social X (antes Twitter) en el que tilda el relevo de “pantomima” y cuestiona su legitimidad.
“Todo cambia para seguir igual”
En su mensaje, Sosa escribe: “Si alguien tenía todavía dudas de las razones por las que optamos por no esperar al ‘congreso’. Una pantomima en la que todo cambia para que todo siga igual”. Además, reprocha que la sucesión haya sido “impuesta por designación antes del congreso”, lo que considera contrario a los principios democráticos del partido.
El comentario hace referencia a la candidatura única encabezada por Luis Campos y respaldada por 226 de los 246 votos emitidos. Sosa ironiza sobre una de las frases de Román Rodríguez durante su discurso: “No se van a librar de mí”, en alusión a que el exlíder pasa a ocupar el cargo de secretario de Estrategia y Formación.
Un congreso marcado por la ruptura
El VI Congreso Nacional de Nueva Canarias, celebrado este fin de semana en Las Palmas de Gran Canaria, ha estado atravesado por la crisis interna que ha derivado en la salida de varios cargos municipales y orgánicos, entre ellos el propio Sosa y el concejal de Las Palmas de Gran Canaria José Eduardo Ramírez.
Pese a las tensiones, el informe de gestión presentado por Román Rodríguez fue aprobado por unanimidad y la nueva dirección recibió un amplio respaldo, consolidando el inicio de una nueva etapa en el partido. No obstante, las críticas desde sectores disidentes ponen en entredicho la unidad interna que se busca proyectar.
Relevo generacional con sombras
El nuevo liderazgo de NC, con Luis Campos y Carmen Hernández al frente, pretende impulsar una etapa de renovación generacional, territorial y estructural, tras dos décadas bajo la batuta de Román Rodríguez.
Sin embargo, voces como la de Teodoro Sosa apuntan a que el cambio es más formal que real. Las tensiones evidencian una fractura aún latente en el seno del nacionalismo progresista canario.
