Han pasado dos décadas desde que el nacionalismo tomó otro rumbo en el Archipiélago. O, mejor dicho, varios de sus miembros decidieron ir por caminos distintos. Corría el año 2004 cuando Coalición Canaria (CC) empezó a ver cómo temblaban sus cimientos ante el riesgo de que algunos se marcharan para convertirse en contrincantes electorales. Dicen que el tiempo todo lo cura, pero hasta el momento limar asperezas ha sido misión imposible.
Aquellos que decidieron hacer las maletas y subirse al avión con Román Rodríguez como comandante de cabina, construyeron un nuevo partido que ahora acapara protagonismo por una razón parecida. Nueva Canarias (NC), que así llamaron a la formación —seguro que le suena, querido lector—, ha sido testigo en los últimos meses de cómo en sus entrañas ha ocurrido algo similar —si no idéntico— a lo que sucedió a principios de siglo.
Nuevo partido
Por si alguien todavía no se ha enterado, el próximo lunes llega la guinda del pastel: tendrá lugar la presentación del partido creado por el sector renovador de NC —encabezado por Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar; y Óscar Hernández, regidor de Agüimes— como si se tratara de un efecto dominó. Aunque lo que viene por delante es, más bien, una partida de ajedrez. Las fichas llevan sobre el tablero más de un año y comenzarán a moverse pronto.
La clave será ver cómo estará el juego en 2027. Si hay intentos de jaque mate o un pacto de no agresión bajo un gran acuerdo que permita unir fuerzas. Por lo pronto parece que el grupo liderado por Sosa y Hernández ha hecho buenas migas con Coalición Canaria —partido del que Pablo Rodríguez es secretario general en la Isla—, pero queda ver en qué se traduce de cara a las urnas, así como cuál será el lugar que ocupen los de Román Rodríguez frente a un panorama muy distinto.
Comienza el juego
El lunes será el termómetro inicial para valorar el partido que emerge de un conflicto interno en Nueva Canarias. Ahora bien, el apoyo que recibe ha ido aflorando con el paso de los meses. Más de 300 militantes mostraron su apoyo a la unión de las alcaldías de Agaete, Agüimes, Gáldar, Tejeda, Santa Lucía, Santa María de Guía y Valsequillo. También están los presidentes de las asambleas locales de Arucas, Firgas y San Bartolomé de Tirajana.
Dentro de NC, la situación ha generado recelos por parte de quienes todavía se mantienen fieles al partido. Carmelo Ramírez, secretario de Organización, emitió el pasado mes de marzo un comunicado en el que les pedía dejar la formación o, de lo contrario, estarían incurriendo en transfuguismo. “Buscamos preservar el respeto al electorado”, apuntó en un duro escrito.
"Es un problema idelógico"
Llegados a este punto quizás sea interesante hacer un ejercicio de política ficción y pensar en qué podría suceder en caso de que dentro de dos años, cuando llegue el momento de ir a las urnas, confluyan en una coalición electoral el nuevo partido de Sosa, CC y —quién sabe, cosas más raras se han visto— Nueva Canarias. Los que apuestan por la unión insisten en que no habrá personalismos, pero en las listas electorales solo uno podrá estar a la cabeza.
Es complicado saber quién dará el paso de ceder, nadie tiene la tecla definitiva. “Hay un problema ideológico de fondo”, afirma el politólogo Omar Batista. “Lo que estamos observando es que se está produciendo una división dentro de NC en este caso porque dentro del sistema político canario cada vez las dinámicas son más archipelágicas, es una paradoja”, detalla el experto.
Falta de liderazgos
Asegura que todo se verá una vez llevado a la práctica porque, bajo su punto de vista, el problema está en la falta de liderazgos. Pone como ejemplo que en su momento no se sabía, por ejemplo, cuál iba a ser la hoja de ruta seguida por Casimiro Curbelo tras crear la Agrupación Socialista Gomera (ASG) o qué haría Manuel Hermoso “cuando arrasó a nivel municipal” en Santa Cruz de Tenerife allá por la década de los 80 y 90.
En medio de todo el escenario existe también una protagonista indiscutible: la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno. El pasado 5 de abril, la primera edil de la localidad sureña abandonó su puesto en la Secretaría Ejecutiva de Política Municipal de Coalición Canaria, pero no dejó de lado a los de Fernando Clavijo. Sin ir más lejos, en declaraciones a Atlántico Hoy ha confirmado que este sábado estará en el Congreso Insular de CC.
Futuro incierto
Solo cinco días después de dejar el cargo en la formación nacionalista presentó registró en el Ministerio del Interior un nuevo partido con aspiraciones que van más allá del ámbito municipal: Somos Gran Canaria. Aún está por ver cuál será la relación definitiva con los de Teodoro Sosa y Óscar Hernández. A pesar de que ha habido acercamientos, todavía queda camino por andar.
No hay dudas de que dibujar el mapa es complicado. El politólogo Omar Batista no tiene claro, por ejemplo, en qué acabarán las sinergias entre Sosa y Clavijo. Argumenta que ve difícil que el alcalde de Gáldar llegue a un acuerdo amplio con personas que desarrollan políticas “muy diferentes” a las impulsadas por Antonio Morales, el presidente del Cabildo de Gran Canaria —institución de la que Sosa es vicepresidente segundo—.
¿Es posible la reunificación?
Batista asevera que una gran coalición electoral entre todas las fuerzas nacionalistas de la Isla no será posible “porque en Canarias la política siempre ha estado centrada en cómo respondemos a lo que venía de Madrid o cómo los partidos nacionales estatales se conseguían acoplar en las dificultades”. “Podemos ver una reunificación del nacionalismo, pero también vamos a ver a gente dudando de las élites que representan a CC”, reflexiona.
El politólogo pone sobre la mesa que la dinámica de acoplamiento y de unificación de los partidos nacionalistas exclusivamente canarios es normalmente insular e ideológica. Es decir, la unidad se conseguía en base a la isla de la que era cada uno y los intereses que guardaban.
Buscar el consenso
Sin embargo, detecta que ahora hay formaciones políticas que quieren seguir con esta dinámica histórica del gran consenso que son más conservadoras “como Coalición Canaria, a lo mejor el partido de la alcaldesa de Mogán o el que pueda surgir de Teodoro Sosa”. “Buscan el consenso y son más conservadoras, es decir, pretenden que la realidad política, social y económica no se altere tanto”, sostiene.
“Vamos a ver cómo se dibuja, pero creo que estamos en un momento del sistema político canario en el que las herramientas del pasado no son tan útiles para dibujar el futuro. Normalmente siempre nos apoyamos en la historia para entender el presente, pero justo ahora nos encontramos en un instante de ruptura social que nos dificulta utilizar lo reciente como referencia”, concluye.