Las regiones insulares se enfrentan a desafíos energéticos que los sistemas continentales más extensos rara vez enfrentan: territorio limitado, alta dependencia de combustibles importados, fluctuaciones estacionales de la demanda y la urgente necesidad de descarbonizar sin poner en riesgo la fiabilidad. Esta realidad es especialmente pronunciada en las Islas Canarias, donde el turismo, la industria y la vida cotidiana dependen de un suministro eléctrico estable y asequible.
En todo el mundo, ha surgido una solución que resulta práctica e innovadora para los territorios insulares: las centrales eléctricas flotantes, Powerships, que suministran electricidad directamente a la red eléctrica del país. Karpowership, líder mundial en esta tecnología, ha desplegado sus buques en numerosas regiones, incluida Nueva Caledonia, donde el modelo ha demostrado beneficios claros y cuantificables.
Beneficios
La primera ventaja es la velocidad. Las centrales eléctricas tradicionales en tierra suelen tardar años en planificarse, aprobarse y construirse. Powerships, por el contrario, pueden ponerse en funcionamiento en un mes. En Nueva Caledonia, Karpowership suministró rápidamente alrededor de 200 MW de capacidad de generación, sustituyendo los sistemas obsoletos que antes abastecían el sitio minero de níquel del país. Para las islas, donde las necesidades energéticas pueden cambiar rápidamente, esta rapidez es una ventaja estratégica.
El uso del suelo es otra consideración fundamental. Las islas deben equilibrar la infraestructura energética con el turismo, la conservación y las prioridades de la comunidad. Dado que Powerships operan íntegramente en el agua, no requieren espacio en tierra, lo que elimina la competencia por el escaso espacio costero. En Nueva Caledonia, la planta flotante permitió el cierre de una antigua instalación terrestre, liberando valiosos terrenos y aliviando las presiones medioambientales locales.
La eficiencia también es importante. Las modernas centrales eléctricas flotantes Powership están equipadas con motores avanzados que cumplen con las normas de la OMI y reducen significativamente el consumo de combustible y las emisiones en comparación con las plantas más antiguas. En Nueva Caledonia, el despliegue del Powership redujo las emisiones de CO₂ hasta en un 32 %, al tiempo que generó un ahorro sustancial de combustible. Para las Islas Canarias, donde los costes de producción de electricidad son notablemente más elevados que en la España peninsular, esta mejora de la eficiencia podría tener beneficios económicos y medioambientales directos.
Por último, Powerships ofrecen la flexibilidad que requieren las redes aisladas. Su capacidad puede adaptarse para satisfacer los picos turísticos estacionales, apoyar la expansión de las energías renovables y reforzar la resiliencia general del sistema. A medida que las Islas Canarias amplían rápidamente la energía eólica, solar y el almacenamiento en baterías, resulta esencial contar con una fuente de energía fiable y despachable.
Objetivos ambiciosos sin abandonar la seguridad
Las Islas Canarias tienen objetivos ambiciosos en materia de energías renovables y descarbonización. Pero para alcanzarlos, es necesario garantizar la seguridad energética en cada paso del camino. Powerships ofrecen una solución probada, rápida y respetuosa con el medio ambiente que puede reforzar la red eléctrica actual sin impactos a largo plazo en el territorio ni retrasos en las infraestructuras.
En un momento en el que las regiones insulares deben suministrar más energía con menos terreno, menos carbono y menos margen de riesgo, Powerships representan una herramienta práctica y potente para un futuro energético más limpio y resiliente.
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