Valencia: de su paella a su arquitectura moderna, una ciudad de contrastes

La capital del Turia ha sabido combinar tradición y modernidad para conseguir un cóctel de éxito que atrae a nacionales y foráneos

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Vista de Valencia al atardecer
Vista de Valencia al atardecer

De sobra se sabe que Valencia es, desde hace algún tiempo, un destino turístico fascinante porque, precisamente, la ciudad ha sido elegida en varias ocasiones como una de las que otorga una mejor calidad de vida. Y es que aquí se encuentra la combinación perfecta entre tradición y modernidad, más allá de su exquisita paella y de su interesante vida cultural.

Valencia es, aparte de lo anterior, un pequeño paraíso para los aficionados al arte y a la arquitectura: desde su ‘Ciudad de las Artes y las Ciencias’, pasando por su Oceanogràfic, la Marina, el Palacio de Congresos y otros edificios contemporáneos.

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Sumérgete en la diversidad

La tradición y la modernidad se pasean de la mano por las calles de Valencia, y se dejan ver en muchos de sus rincones, en muchas de sus fiestas y en su gastronomía. La ciudad, a veces, parece que no ha envejecido desde hace 50 años, pero por otro lado presenta una cara más fresca que nunca, y un ambiente moderno, contemporáneo y vanguardista.

Por eso, no nos asombra que Valencia sea tan visitada, tan querida y tan deseada como ciudad para visitar y también para vivir. Aquí confluyen arte, gastronomía, cultura, urbanismo, playas, buen clima y diversión.

La Lonja ha sabido adaptarse a los tiempos modernos

La Lonja de la Seda puede que sea uno de los prototipos de arquitectura gótica civil que combina tradición y modernidad. Este edificio fue construido entre XV-XVI, y se sitúa en pleno centro. Además, es conocida por el nombre de la ‘Lonja de los Mercaderes’ y fue incluida por la UNESCO en su exclusiva lista de patrimonios de la humanidad, en 1996.

Este lugar era el sitio favorito de encuentro de los mercaderes de la ciudad y el epicentro del negocio de la seda durante la época medieval. No obstante, a día de hoy, el edificio se utiliza para diversos fines culturales, como conciertos, exposiciones y otros eventos.

La Catedral de Valencia y su mezcla de elementos tradicionales y contemporáneos

La Catedral de Santa María de Valencia es otro ejemplo destacado de lo que viene siendo una combinación entre tradición y modernidad. Está situada (también) en el centro de la ciudad y combina estilos arquitectónicos variados. Su construcción comenzó en el siglo XIII (en estilo gótico), donde resalta su famoso campanario.

Sin embargo, tras el paso de los siglos, esta catedral ha ‘disfrutado’ de varias modificaciones y ampliaciones que han incorporado elementos de distintos estilos arquitectónicos. Hoy en día, se puede decir que presenta, como poco, una arquitectura renacentista, con influencias barrocas, diseños vanguardistas y materiales modernos.

El Mercado Central, una obra maestra clásica y moderna

Este edificio modernista inaugurado en 1928 podría servir también de ejemplo. De hecho, se sitúa muy cerca tanto de la Lonja como de la Catedral, y es uno de los mercados más amplios, antiguos e interesantes de conocer de Europa.

El Mercado Central  pensado por dos arquitectos españoles, Alejandro Soler March y Francisco Guardia Vial, combina elementos clásicos y modernos, con mosaicos cerámicos y vidrieras muy coloridas. No obstante, en su interior destaca la amplia oferta de productos frescos, locales y de calidad, siguiendo la tradición propia de los mercados históricos.

La cocina valenciana: adaptación y evolución

La gastronomía de Valencia se está convirtiendo, cada vez más, en un claro ejemplo de arte culinario sostenible, con unas profundas raíces históricas que no se pueden olvidar. Se caracteriza por la utilización de ingredientes frescos y locales, así como por la influencia de las culturas mediterráneas y árabes.

Uno de los platos más emblemáticos de esta gastronomía es la paella. Esta receta se ha transmitido de generación en generación y ya se considera parte integral de la cultura culinaria de toda la comunidad. No obstante, en los últimos años, la ciudad se ha llenado de restaurantes vanguardistas y creativos que utilizan la tradición junto con técnicas contemporáneas y combinaciones de sabores inusuales para ofrecer otro tipo de experiencias gastronómicas.

Conclusión

En definitiva, Valencia es una ciudad maravillosa que ha conseguido combinar de una forma armoniosa la tradición y la modernidad en diferentes aspectos de su patrimonio y cultura. La Lona de la Seda, la Catedral de Valencia, el Mercado Central y su gastronomía son ejemplos destacados de esta fusión que, hoy por hoy, representa la riqueza cultural de esta gran ciudad y sigue atrayendo a visitantes de todo el mundo.

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