La doctora Marina González, especialista en medicina estética,  ha vivido durante los últimos años una auténtica batalla legal y personal que empieza a cerrar con una sentencia histórica del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

En declaraciones a Atlántico Hoy , la doctora  relata cómo este fallo judicial no solo le da la razón, sino que marca un precedente sobre la práctica de la llamada enfermería estética , aclarando que dicha actividad no constituye una especialidad reconocida legalmente en España y que, por tanto, los tratamientos médicos deben ser realizados únicamente por profesionales de la medicina .

Seguridad de los pacientes

“Era una batalla ética, por la seguridad de los pacientes y la claridad legal en nuestro sector”, explica González, visiblemente aliviada tras conocer el resultado. “La justicia ha hablado, y ha dejado claro que lo que defendíamos estaba fundamentado: proteger al paciente por encima de cualquier interés comercial”.

Pero detrás de la victoria jurídica hubo meses de angustia. La médica reconoce que tanto ella como su equipo de Dermaten, en Santa Cruz -formado íntegramente por mujeres- sufrieron acoso, amenazas y presiones desde que comenzó el conflicto con el enfermero que la denunció por supuesta competencia desleal. 

Días de tensión

“Fue muy duro”, confiesa. "Nos bloqueamos la centralita, llamaban para insultar a mis compañeras, incluso llegó a presentarse en la clínica. Hubo momentos en que sentimos miedo real".

González recuerda aquellos días de tensión con serenidad, aunque sin restaurar gravedad. "Teníamos activado un botón de pánico en la consulta. No es normal tener que trabajar así en pleno siglo XXI, en Europa. Pero lo que no te mata te hace más fuerte", dice con firmeza.

Sentencia

La doctora subraya que el proceso judicial acaba con una sentencia “pormenorizada y magistral” que desestima todas las acusaciones y condena en costas al denunciante . 

Aunque la parte demandante ha presentado recurso, a su juicio, más allá del alivio personal, el fallo servirá para marcar una referencia legal en todo el territorio nacional. "Es la primera vez en la historia que un médico es denunciado por un enfermero por competencia desleal en el ámbito estético", explica.

Protección del paciente

Sin embargo, más allá de la jurisprudencia, González insiste en que esta lucha está teniendo una motivación principal: la protección del paciente. 

"Mi objetivo desde el principio ha sido divulgar y dar claridad. Que los ciudadanos sepan que la enfermería estética no es una especialidad reconocida y que, aunque haya clínicas abiertas, eso no significa que sea una práctica legal", afirma.

Para la doctora, el resultado ha fortalecido aún más los lazos de su equipo. "Somos un grupo de mujeres que ha aprendido a no dejarse amedrentar. Este proceso nos unió más que nunca y reafirmó nuestro compromiso con la ética médica", concluye.