Siempre -o casi siempre- se ha dicho que quien da con una mano recibe con las dos y esto viene a colación de la buena noticia para usuarios, beneficiarios y representantes de la Asociación Solidaridad Canaria (SOLICAN), que su máximo responsable, Luis De la Cruz, comparte con Atlántico Hoy.
“¡Ya tenemos local!”, exclama De la Cruz y explica que algo tan complicado como encontrar un local que les permitiese continuar con la actividad de la ONG se ha convertido en una realidad.
Petición de ayuda
Recordemos que hace unas semanas, a través de este periódico, el responsable de SOLICAN lanzaba un grito de auxilio, apelando a la solidaridad, para lograr un local en alquiler donde desarrollar la actividad de la Librería Solidaria de Santa Cruz, después de que los propietarios del lugar que ocupan actualmente les avisaran de que no iban a renovarles el contrato.
“El problema es que esto me ha cogido mayor, pero ganas no me faltan y voy a tirar para adelante”, nos decía a finales de octubre, añadiendo que llevaban más de 13 años en este pequeño enclave de la capital chicharrera.
Feliz y agradecido
Actualmente la Librería Solidaria está ubicada en la calle Padre Anchieta, próxima al Mercado Nuestra Señora de África, ocupando un local en planta baja dedicado a la venta de libros y otros objetos de segunda mano, cuyos beneficios son dedicados a fines solidarios.
“Nuestra preocupación era no encontrar un local en el tiempo estipulado y de acuerdo a nuestras condiciones, pero felizmente se ha resuelto y me siento feliz y agradecido”, indica.
Nuevo local
Nos comenta el librero que el nuevo local está ubicado en una buena zona, en la calle José María de Vila, mide aproximadamente 90 metros cuadrados y “aunque no tiene tanto fondo como el actual es mucho más ancho y con dos puertas en su frente, lo que nos proporcionará más luz y mejor ventilación”.
“Ha sido una gran sorpresa”, apunta y destaca que, gracias a la publicación de su problema, mucha gente se interesó y comenzó a ayudarle. “Yo buscaba un local que pudiese contratar directamente con los dueños porque, como ya te había dicho, no tengo todo el dinero que piden para alquilar en una inmobiliaria: meses de fianza, meses por adelantado, imposible…”, matiza.
Solidaridad vecinal
“Un día me llamó una señora y me dijo que había leído lo que estaba pasando con la ONG y quería colaborar. Me comentó que tenía un local cerca de aquí y las condiciones se ajustan perfectamente con lo que la ONG se puede comprometer”, comenta.
Añade Luis De la Cruz que con lo que perciben tanto él como su esposa de pensión no pueden comprometerse con grandes alquileres y que los gastos del local -tanto alquiler como los suministros de agua y luz- se sufragan con los ingresos de la venta de libros a 1 y 2 euros, la gran mayoría.
Colaboración
La mudanza de un local a otro ya la han iniciado y esperan que en la segunda mitad de diciembre se pueda inaugurar la nueva librería solidaria, pero no es esto lo único que le alegra. “Otra cosa que me ha sorprendido gratamente es la cantidad de personas que nos están ayudando en el traslado de todos los objetos”, manifiesta en un tono de total agradecimiento.
“Un montón de vecinos, clientes y otras personas me han dicho: ¡Cuenta conmigo!”, destaca Luis, contando que “Hay quien tiene un cochito o un furgoncito y nos está trasladando las cajas de libros, estanterías y otros artículos. Otros me han dicho que no tienen coche pero tienen manos y pies y están viniendo y colaborando”.
No cerramos, nos trasladamos
“La ONG no va a cerrar, solo se está mudando de lugar”, reitera nuestro entrevistado con la intención de despejar dudas y algunos malentendidos al respecto, surgidos de comentarios en redes y otros foros..
Por otro lado, el traslado, nos dice, se está haciendo sin prisa, pero sin pausa, con el objetivo de que la actividad de la ONG no se pare. “Yo no puedo dejar de hacer lo que estoy haciendo, ayudando con medicamentos a un lado y otro, mandando gafas a África, recogiendo pañales para adultos…No puedo soltar esta responsabilidad”, concluye.
Librería solidaria
La librería Solican se fundó en el año 2003 y tuvo su primera ubicación en el municipio de Candelaria. Desde el año 2012 recibe a sus donantes y clientes en la calle Padre Anchieta, paralela a San Sebastián. A partir de diciembre su nueva dirección, sin alejarse mucho del entorno del Mercado, es calle José María de Vila
Solican es una entidad sin ánimo de lucro, no gubernamental, que se dedica, principalmente a la ayuda a la promoción humana y a colaborar con personas que se encuentran en situación de adversidad social y económica.