Santa Cruz de Tenerife ha iniciado una prueba piloto pionera para monitorizar en tiempo real el riesgo térmico al que se expone el personal del servicio municipal de limpieza. La iniciativa consiste en el uso de pulseras inteligentes por parte de cinco trabajadores y trabajadoras del servicio.

Según ha comunicado el ayuntamiento, estos dispositivos permiten registrar variables fisiológicas —como la temperatura corporal o la frecuencia cardíaca— junto con parámetros ambientales para facilitar la detección temprana de posibles situaciones de riesgo relacionadas con las altas temperaturas. El proyecto, una colaboración entre Servicios Públicos y Valoriza, se desarrollará durante un periodo inicial de tres meses y evaluará su efectividad en condiciones laborales reales.

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Puntualizan que el grupo que participa en esta experiencia piloto incluye perfiles diversos del personal de limpieza, como conductores, peones encargados del barrido manual y mecánico, así como operarios de recogida de residuos. Las edades de los participantes oscilan entre los 29 y los 65 años, y cubrirán turnos tanto de mañana como de tarde, lo que permitirá obtener una visión más amplia sobre la utilidad de la herramienta en distintos contextos laborales.

La nota recoge las palabras del alcalde capitalino, José Manuel Bermúdez, quien subraya que "el objetivo principal es mejorar la seguridad y el bienestar del personal" especialmente en los meses más calurosos del año. Por su parte el concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife, confirmó que las pulseras ya están listas para su entrega "y que el proyecto arrancará de inmediato". Se espera que, si los resultados son positivos, se valore extender su uso a otros equipos del servicio.