El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha rechazado paralizar las obras de saneamiento de la dársena de Anaga en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, tal y como ha pedido la Unión Temporal de Empresa (UTE), que alega riesgo para los trabajadores por factores no previstos.
En octubre de 2023, el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria descartó suspender los trabajos, la adjudicataria recurrió el acuerdo y ahora el TSJC descarta la petición y atribuye los problemas a “una mala organización” y tampoco ve acreditado el “riesgo inminente” para los operarios.
Revisión de los precios
Puertos considera que la UTE en realidad lo que pide es una revisión de los precios mientras que informes de la adjudicataria demostrarían “graves peligros que se agravan día a día”, como ahogamientos de los operarios y desprendimientos.
La Sala de lo Contencioso del alto tribunal canario indica que desde un principio resultaba “evidente” que los terrenos estaban inundados por el agua y sometidos al movimiento de las mareas dado que han sido ganados al mar.
Los datos aportados para justificar la suspensión “fueron conocidos y aceptados” por la UTE cuando se adjudicó la obra en febrero de 2022 por 1,7 millones, de manera que el TSJC no ve razón para llevar ahora a cabo la paralización solicitada.
Riesgos "inasumibles"
Las empresas pedían que en el caso “improbable” de que se dispusiera la continuación total o parcial de los trabajos se apruebe una modificación para dar cobertura a la realidad de la obra, revisar los precios y evitar los riesgos “inasumibles”.
La principal alegación de los empresarios es que han surgido circunstancias no previstas inicialmente como la aparición de roca durante la excavación en el vaso de la estación de bombeo, entre otras, y se quejan de que Puertos “ni admite ni niega” los problemas de seguridad.
En la actualidad se ha acabado más del 86% de la obra, por lo que sólo quedan por concluir 95 metros de la red principal, de un total de 705, cuya ejecución es “inasumible”, según la UTE.