La Asociación Por la Rehabilitación del Parque Cultural Viera y Clavijo no cesa en la defensa de este Bien de Interés Cultural (BIC) y continúa reclamando información y transparencia ante las obras que se están ejecutando en su interior.

Con el mes de abril de 2026 como fecha previsible para la finalización de obras, según han confirmado a Atlántico Hoy fuentes del Ayuntamiento de Santa Cruz, defensores de la rehabilitación del BIC se quejan de que no se haya tenido en cuenta su opinión.

Supervivencia del BIC

“Nuestra Asociación ha sido -y sigue siendo-, la única garante de la supervivencia del BIC que representa el Viera y Clavijo, que fue rescatado gracias a nuestras acciones cívicas frente a la dejadez institucional durante años”, afirma Ana Mendoza, portavoz de la Asociación.

“Abandono, destrozos, suciedad, todo el edificio pintado, los jardines aplastados y cerrados con planchas metálicas”, fue el paisaje con el que se encontró la máxima responsable de la asociación cuando pudo entrar en el recinto en el año 2011, lo que la impulsó, junto a otras exalumnas del antiguo colegio de La Asunción , a poner en marcha la plataforma para defender este enclave de la capital santacrucera.

Prioridad

“En el mundo solo hay tres esculturas de Joan Miró, y una de estas sigue estando en Santa Cruz, rehabilitada y expuesta al público en la avenida Las Asuncionitas, gracias a nuestro interés por recuperarla”, señala Mendoza, detallando que en aquella visita la encontró tirada y destrozada, “como casi todo lo que había en el inmueble debido al abandono y la acción de algunas de las personas que se albergaban en el interior del teatro Pérez Minik”.

“Ya en el 2013 denunciamos ante el SEPRONA la intención del Gobierno de Canarias de derribar el Pérez Minik y advertimos de que se trataba de un BIC, siendo parado”, explica. Tras mucho tiempo invertido e innumerables trámites, cuenta que lograron que la rehabilitación de este espacio entrara en la agenda política, convirtiéndose en prioridad para las autoridades.

Remodelación

En cualquier caso, las obras actuales han vuelto a enfrentar a la Asociación con las administraciones competentes por la estrategia pactada entre el Ayuntamiento de Santa Cruz y el Cabildo de Tenerife consistente, según nos comenta, en una “modificación urbanística que pretende eludir la desafección obligatoria del BIC que representa el Pérez Minik”, añadiendo que la intención, según expresa, “es demoler el teatro y reconstruirlo bajo rasante, es decir, soterrado bajo una plaza”.

Subrayan desde la asociación -y en la defensa del Pérez Minik-, que los criterios para llevar a cabo esta actuación son cuestionables y, además, advierten de la posibilidad de incurrir en un posible delito entre otras cuestiones por la demolición del espacio sin contar con desafección y sin declaración formal de ruina.

Más información

“Falta de transparencia y falta de información”, son solo dos de las muchas reclamaciones que realiza la ciudadanía integrada en la asociación mencionada. Por otro lado, Mendoza, disconforme porque se haya cuestionado la veracidad de lo que han expresado, invita a los responsables políticos de la obra a que muestren lo que defienden. 

“¿Por qué no nos hacen una visita guiada y nos enseñan todo lo que dicen que hay? ¿Por qué han puesto unas vallas tan altas que impiden ver lo que están haciendo?”, se pregunta.

Cumplir las normas

La Asociación Por la Rehabilitación del Parque Cultural Viera y Clavijo está integrada por personas residentes en diferentes lugares de Tenerife y subrayan que no están en contra de nadie sino pidiendo “que se vaya por la legalidad, cumpliendo la ley, sin derribar por derribar ni talar por talar”. También valoran negativamente el nuevo retraso en la finalización de las obras, “previstas para julio de 2025 y ampliadas a 2026”, a lo que se suma la queja por un posible incremento en el presupuesto, “dinero público de todos los santacruceros”, matiza

“Hay que respetar todo lo que hay dentro del Parque Viera y Clavijo. Todo”, sentencia Mendoza, quien manifiesta dudas con respecto a la ubicación de “otros valores que han desaparecido”. “Quitaron todo el suelo hidráulico del teatro que estaba apilado en la capilla, ¿dónde está? ¿Dónde están las puertas y todas las vallas de hierro forjado, que eran una maravilla”, cuestiona.

122 años de historia

El colegio de la Asunción abrió sus puertas el 10 de octubre de 1903 y las cerró en 1978, pasando a ser el inmueble propiedad del Ayuntamiento. En dicha infraestructura, en el año 1950, las monjas construyeron un salón de actos que ya, bajo titularidad de la corporación local, fue transformado en el teatro Pérez Minik, con un aforo para 503 personas.

El uso del teatro fue cedido al Gobierno de Canarias en el año 2004. En 2013, la Consejería de Educación, Cultura y Deportes consideró que este lugar “no contaba con valor arquitectónico alguno y suponía un riesgo para las personas que transitaban por él”, con lo que se propuso derribarlo, siendo el hecho denunciado por la Asociación al considerar que contravenía la Ley de Patrimonio Histórico y Bienes de Interés Cultural y parada la demolición hasta la fecha.