Tres décadas después: “Era una demanda social absolutamente necesaria”

La ULPGC cumple 35 años de historia y Atlántico Hoy ha querido celebrar su existencia charlando con aquellos que fueron los primeros estudiantes

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Movilizaciones para la creación de la universidad que cumple 35 años / ULPGC
Movilizaciones para la creación de la universidad que cumple 35 años / ULPGC

La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) cumple 35 años. Desde su fundación en 1989, la universidad ha querido convertirse en un faro de educación que ha formado a más de 80.000 estudiantes en Licenciaturas, Diplomaturas y Grados y a más de 3.300 en programas de máster y casi 7.500 doctores. 

La ULPGC comienza su andadura gracias a un gran movimiento social que tiene lugar en la isla de Gran Canaria y que culmina con la aprobación, por parte del Parlamento de Canarias, de la Ley de Reorganización Universitaria de Canarias, el 26 de abril de 1989. En esta fecha se crea la ULPGC a partir de la Universidad Politécnica de Canarias y de otros centros radicados en la isla de Gran Canaria, algunos de ellos con orígenes que se remontan al siglo XIX.

Panorámica del edificio del rectorado / ULPGC
Panorámica del edificio del rectorado / ULPGC

Comienzos

Algunos tuvieron que ser los primeros y Juan Luis Gómez Pinchetti fue uno de ellos. Actualmente es director del Banco Español de Algas, pero por aquel entonces era un joven que se enfrentaba, no solo a la carrera en una universidad casi recién nacida, sino también en una facultad pionera en España, la de Ciencias del Mar. “Los alumnos que ingresamos en ese entonces entramos un poco a ciegas porque el programa de estudios se fue organizando poco a poco y sobre la marcha: los tres primeros cursos y, luego, los dos siguientes”, rememora. 

“En ese momento ya se empezaba a hablar de temas como el cambio climático, la importancia de los recursos marítimos o de conocer el océano”, continúa Gómez Pinchetti, “y nos fueron enganchando”. Recuerda que al empezar a estudiar todos se preguntaban cuál sería su futuro: “¿En qué vamos a ser expertos y en qué vamos a trabajar? Aún seguimos dando la misma respuesta en la actualidad y es que usamos el término multidisciplinar”. 

Una oportunidad

Ulises Castro también fue uno de los primeros pero, esta vez, en lo que ahora se conoce como Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. “Fue muy importante porque, hasta ese año, teníamos que ir a la Península a estudiar Educación Física y solo había en Madrid, Barcelona, Lérida y Granada así que se nos abrieron unas puertas inmensas”, explica el ahora docente. Cuenta que había mucha gente que ni siquiera se podía plantear irse de Canarias porque económicamente era imposible y, por eso, “la media de edad de mi promoción era muy alta porque no habían podido estudiar por razones familiares, económicas o sociales”, manifiesta.  

Castro relata lo que fue para él el primer año, tener que mudarse de isla —es de Tenerife— y buscar compañeros de piso. “Fue un caos”, ríe, “porque me fui a vivir con dos compañeros que no conocía y uno de ellos se fue en las vacaciones de navidad y no volvió”. Pero también recuerda lo divertido que fue porque “teníamos mucha carga práctica y éramos un alumnado muy extrovertido, así que en un mes conocí a todos mis compañeros”, expresa.  

Una demanda social

“A mi me tocó vivir el paso de la Politécnica de Canarias a la ULPGC”, prosigue Gómez Pinchetti. “Era una demanda social absolutamente necesaria porque sabíamos que en Canarias las carreras técnicas como las ingenierías o medicina ya se estudiaban, pero la gente pedía otro tipo de estudios y ese salto fue muy importante”. Él sigue dentro de la vida académica como profesor y defiende que su actual preocupación “es qué podemos hacer para que nuestros alumnos tengan un futuro y que no pierdan la ilusión por aprender, por curiosear, estudiar y que sepan que es un lujo poder pertenecer a una universidad como la nuestra”, concluye.

Para Ulises la ULPGC forma parte de su vida personal y profesional porque se formó en ella y luego continuó dando clases en la misma. “La universidad es mi familia, mi desarrollo profesional, crecí con ella”, concluye.