Tras un invierno marcado por un tren de borrascas que ha afectado a gran parte de España, incluidas Canarias, todos los ojos están puestos en las previsiones meteorológicas para la próxima Semana Santa.
Este año, las fechas clave del 13 al 20 de abril se acercan rápidamente, y muchos ya están planificando viajes express o buscando la desconexión perfecta. Pero, ¿qué nos depara el tiempo durante estos días tan esperados?
Las primeras previsiones de Aemet
Aunque las previsiones a largo plazo no son definitivas, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha comenzado a ofrecer sus primeras pistas sobre el clima que podría acompañarnos durante esta Semana Santa 2025.
Según los datos estacionales y los patrones climáticos analizados por la Aemet, se pueden esbozar algunas tendencias que ya están causando expectación entre aquellos que planean sus vacaciones o desean disfrutar de las tradicionales procesiones.
¿Qué nos espera en cuanto a lluvias?
En cuanto a las precipitaciones, la Aemet ha señalado que hay una mayor probabilidad de lluvias por debajo de lo normal en la mitad suroccidental de España y en Canarias, lo que podría significar días más secos y soleados en comparación con otras ocasiones.
Por otro lado, en el resto del país, las lluvias se mantendrán dentro de los niveles habituales, lo que apunta a un panorama menos lluvioso en comparación con otras ediciones de la Semana Santa.
Temperaturas y pronóstico general
El clima parece inclinarse hacia una Semana Santa más cálida, con temperaturas agradables que invitarían a disfrutar del aire libre, aunque aún podría haber lluvias moderadas en algunas zonas.
A medida que nos acerquemos a las fechas, las predicciones se irán afinando, pero por ahora, parece que tendremos condiciones bastante favorables para disfrutar de las celebraciones y actividades al aire libre.
En resumen, aunque siempre hay algo de incertidumbre cuando se trata del tiempo, Semana Santa 2025 parece que nos ofrecerá un clima agradable y moderadamente cálido, con algunas lluvias moderadas que no deberían empañar el ambiente de las vacaciones.
Es el momento perfecto para planificar escapadas o aprovechar las tradiciones sin tener que preocuparnos por el mal tiempo.