La Aemet trabaja para establecer nuevos mecanismos de prevención por los fuertes oleajes en Canarias

El fenómeno de mar de fondo que afectó a las Islas en agosto produjo varias muertes, situaciones de riesgo en playas y el paro de navieras | La entidad estudia con qué frecuencia pueden producirse estos efectos y qué impacto pueden llegar a alcanzar

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Oleaje en la Punta del Hidalgo. / Atlántico Hoy
Oleaje en la Punta del Hidalgo. / Atlántico Hoy

Un fuerte oleaje afectó a las Islas el pasado mes de agosto. Un fenómeno fuera de lo habitual que produjo varias muertes de bañistas, además de la paralización de los servicios de navieras, entre ellas Naviera Armas en el muelle de Los Cristianos. ¿Por qué se produce esta situación? ¿Puede repetirse?

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) se encuentra estudiando este fenómeno debido a sus características, que se salen de lo normal en Canarias. Irene Peña, componente del grupo técnico de Predicción, ha destacado que no se puede desatender un efecto de este tipo, siendo “necesario estudiarlo” y crear una herramienta que ayude a evitar situaciones como las que se dieron en agosto. 

"Causaron muchos problemas"

Entre los días 11 al 16 de agosto, se produjo una situación de mar de fondo. Este fenómeno generó olas “que fueron de impacto y causaron muchos problemas”, ha contado Peña. Durante esos días, fallecieron tres personas ahogadas debido al fuerte oleaje, además de muchos bañistas encontrarse en apuros, sobre todo en el sur de Tenerife y Gran Canaria. También afectó a Fuerteventura y La Gomera, y en menor medida a La Palma y El Hierro. 

La Aemet, cumpliendo con la responsabilidad de emisión de avisos de alerta por eventos adversos, informó a los servicios de emergencia, que se vieron colapsados ante los incidentes que se produjeron. Esa semana “se juntaron dos fenómenos: el aviso costero por mar de viento en la costa norte y otro por mar de fondo del sur”, ha explicado Peña. Además del incendio forestal en Tenerife y las temperaturas de aviso rojo. 

Rescate de un bañista. / Cedida
Rescate de un bañista. / Cedida

Fenómeno poco habitual

La acumulación de fenómenos dio lugar a “un fin de semana horrible”, ha continuado Peña, en el que los servicios de emergencias se encontraron desbordados, en el caso de la isla tinerfeña, tanto en playas como en el monte. 

En el caso del mar de viento en la costa norte, Peña ha comentado que es una situación más habitual en las Islas; no obstante, el mar de fondo en el sur se trata de un efecto que “ocurre de vez en cuando”. La última vez que se registró un fenómeno de estas características fue en 2014, produciéndose también muertes por el fuerte oleaje. 

"Una situación de riesgo"

Este fenómeno de 2023 ha sido más potente que el de 2014, según los análisis de la Aemet. Visto lo ocurrido, Peña ha declarado que pueden seguir pasando, por lo que ve necesario estudiar la frecuencia con la que pueden producirse y el impacto que pueden alcanzar, ya que cuando ocurre suponen “una situación de riesgo”. 

“No debemos olvidar que vivimos en islas y pueden afectar a nivel socioeconómico”, ha puntualizado la operaria, quien puso de ejemplo la experiencia vivida por Naviera Armas, que no pudo operar con normalidad en el muelle de Los Cristianos, así como las vidas de los bañistas en riesgo y el trabajo de los socorristas, que se vieron desbordados. 

Un socorrista de la Cruz Roja en la playa de Las Gaviotas, Santa Cruz de Tenerife / ARCHIVO
Un socorrista de la Cruz Roja en la playa de Las Gaviotas, Santa Cruz de Tenerife / ARCHIVO

Investigación

Estos fenómenos son considerados raros por los expertos. Desde la Aemet, han de avisar de “las cosas que tienen impacto y son raras porque son las más adversas”, ha detallado Peña. La especialista ha atestiguado que la entidad realiza estos avisos con las herramientas con las que cuenta, pero que se podría hacer “mucho mejor”

Por ello, junto al Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), han puesto en marcha un marco de investigación para conocer todos los detalles sobre el mar de fondo del sur, sobre todo su impacto, con la intención de crear una herramienta más concreta con la que poder alertar a la población de estos tipos de fenómenos. 

Cierre de playas 

La intención es poder avisar con antelación a los servicios de emergencias, cerrar las playas y evitar, entre otras cosas, que los socorristas no se pongan en riesgo al salvar a la gente. “Por ejemplo, cuando hay incendios, no se permite pasear a los senderistas para evitar riesgos, pues en las playas debería ocurrir lo mismo porque cuando se dan estos fenómenos, la población tiene mucha más probabilidad de ahogarse”, ha manifestado Peña. 

La técnica de Aemet ha recalcado que este tipo de fenómenos no pueden compararse con temporales que se dan en otras zonas, como “lo que ocurren en Galicia o las olas que se producen en la Polinesia, que alcanzan los 30 metros”. Se debe evaluar en relación a las condiciones que se producen en Canarias para conocer con qué frecuencia y en qué grado de potencia. 

Imagen del barco Volcán de Tirajana. / Naviera Armas
Imagen del barco Volcán de Tirajana. / Naviera Armas

Olas de más de cuatro metros

Según han estudiado en la Aemet, el grado de impacto “no es igual siempre”. Previo al de agosto, en junio se produjo “uno parecido, pero más suave”. Este mes también se produjo una muerte por ahogamiento debido al mar de fondo, ha resaltado Peña, que ha señalado que estas muertes, “a pesar de pasar desapercibidas, no son casualidad”, sino que se deben a los fenómenos. 

El mar de fondo del sur se genera a partir de unas borrascas que se forman en la Patagonia, ha desarrollado Peña. Comienza a verse diez días antes de llegar a las Islas y en su viaje a Canarias, va cogiendo energía. “Dentro las olas tienen una altura de un metro, por lo que parecen inofensivas; no obstante, cuando llegan a la zona de rompientes crecen hasta los cuatro metros”. 

"Oleaje traicionero"

A diferencia del oleaje “habitual” del norte, cuando se produce el fenómeno en las costas del sur, donde el mar “se encuentra plano, de repente llega un grupo de veinte olas seguidas, cuatro de ellas gigantes”. “Si la persona se encuentra en el agua, no puede salir”, ha puntualizado Peña. 

Tras el periodo de olas, “llegan 20 minutos de nuevo de calma, por lo que quien ha llegado a la playa de repente y no sabe qué está ocurriendo, se lleva la sorpresa. Es un oleaje traicionero”, ha expuesto Peña. De ahí la importancia que resalta la experta y el motivo de estudio para el desarrollo de nuevas medidas de prevención en seguridad de playas.