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Un agricultor del sector primario./ EUROPA PRESS

Agricultores veteranos pierden la fe en el futuro del campo canario: “No quiero que mi hijo sufra"

El relevo generacional en el campo canario sigue siendo una asignatura pendiente, a pesar de la formación y los programas de empleo disponibles

Aunque el paro ha descendido en el sector primario durante los últimos meses, que los jóvenes se incorporen al campo sigue siendo una tarea pendiente. En septiembre de 2025, el desempleo registrado en agricultura fue de 2.299 personas, de las cuales 95 eran menores de 25 años, según el Instituto Canario de Estadística (ISTAC).

Pese a que la cifra baja respecto a meses anteriores, el grueso de los trabajadores del sector sigue concentrándose en edades superiores a los 40 años según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) y del ISTAC. La mayoría de los ocupados en actividades como agricultura, ganadería o pesca tienen entre 45 y 64 años, predominando los mayores de 55.

Mientras los ciclos formativos vinculados al sector agrario están en auge, la falta de relevo generacional preocupa a quienes llevan décadas trabajando la tierra. Agricultores veteranos reconocen que las condiciones actuales no llaman a que los jóvenes se dediquen al campo, pese a la demanda creciente de perfiles cualificados.

Un agricultor trabajando en el campo. / Europa Press

Poco optimismo

Ricardo Carballo, secretario de la Asociación de Trabajadores de la Tierra Canaria (Atratican), considera que es “lógico” que los jóvenes no quieran dedicarse al sector hoy en día. En una conversación con Atlántico Hoy sobre la prohibición de fitosanitarios, los problemas derivados de las plagas y la competencia desleal, Carballo insistió en que prefiere que "su hijo juegue a la PlayStation antes que se dedique a la agricultura”.

El agricultor recuerda que él acompañaba a su padre al campo, pero ahora no llevaría a sus hijos, ya que antes “había un futuro posible”, mientras que hoy ve el trabajo en las fincas como una tarea cada vez más dura y poco reconocida. A su juicio, las dificultades se agravan por la gestión actual, las restricciones impuestas por la Unión Europea y la escasa valoración de los productos locales frente a los importados.

"No se consigue solo con formación" 

Respecto al relevo generacional, Carballo sostiene que este no se consigue únicamente con planes de empleo o formación. “Si es rentable, el relevo aparece”, dijo. 

Como ejemplo, menciona la situación del Valle de Aridane, donde la falta de mano de obra ha obligado a contratar personal de fuera. También denuncia el aumento de costes, como las cuotas de autónomos, y la reducción de herramientas fitosanitarias que antes permitían controlar plagas con apenas dos aplicaciones anuales. Todo ello, asegura, convierte el trabajo agrícola en una labor “cada vez más complicada y desalentadora” para quienes podrían mantener viva la agricultura en Canarias.