El aire que respiraron los canarios durante 2022 fue perjudicial para la salud

Canarias registró en 2022 un aumento de la contaminación en el aire, potenciado por el aumento de los episodios de calima

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En la imagen, las montañas de La Isleta, en Las Palmas de Gran Canaria, ocultas por la calima, una de las principales causas de contaminación del aire en Canarias / EFE
En la imagen, las montañas de La Isleta, en Las Palmas de Gran Canaria, ocultas por la calima, una de las principales causas de contaminación del aire en Canarias / EFE

Inmersa esta semana en un episodio de calor y calima, Canarias registrará con alta probabilidad un aumento considerable de las partículas contaminantes en el aire, superando los niveles máximos establecidos. Lo que sucederá a lo largo de este episodio de calor es la senda de lo sucedido en 2022, cuando el alza de la contaminación en el aire estuvo potenciada por la entrada de polvo sahariano en la atmósfera canaria, provocando que, en general, el aire que respiraron los canarios fuera perjudicial para su salud

Así se desprende del informe anual de contaminación en el aire de Ecologistas en Acción, que reveló que en 2022, la contaminación por partículas continúan superando en las Islas los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud, e incluso, señalan, los límites legales vigentes. 

Análisis de las partículas contaminantes

El informe analiza las partículas PM10 y PM2,5 presentes en el aire, es decir, aquellas partículas que miden 10 y 2,5 micrometros, respectivamente y que se encuentran flotando en la atmósfera. También analizan los niveles de ozono troposférico y de dióxido de nitrógeno. Cuatro parámetros en total que afectan a la salud, y que según el informe, han aumentado en el aire del archipiélago (a excepción del ozono), especialmente a causa de los episodios de calima. 

Es el polvo sahariano en suspensión es el principal causante de que la mayor parte de las estaciones que midieron los niveles de partículas PM10 en las islas excedieron los límites anuales y diarios que establece la Comisión Europea. De hecho, según recoge el documento en 2022 se registró un aumento del 59% en relación a la del periodo 2012-2019, y consideran los de Canarias “los máximos  niveles de la última década y la peor situación del año en todo el Estado, con una tendencia creciente estrechamente relacionada con el cambio climático global”.

El factor importante de la calima

En este sentido, los mayores registros de estas partículas en el aire se dieron en las estaciones San Agustín, Castillo del Romeral e ITC Santa Lucía, de la red de Endesa en el Sur de Gran Canaria, en las que se registraron respectivamente 82, 72 y 69 superaciones del valor límite diario, recoge el informe. 

Si bien respecto a estas partículas hay una “parte relevante” de la contaminación que proviene del tráfico terrestre y marítimo, así como las centrales térmicas que lideran la generación eléctrica en las islas, “parece claro” -valora el informe- que la calima ha sido el factor determinante en el alza de la contaminación

Un barco de pasajeros llega al puerto de Santa Cruz de Tenerife, cubierta por la calima procedente del continente africano. EFERamón de la Rocha
Un barco de pasajeros llega al puerto de Santa Cruz de Tenerife, cubierta por la calima procedente del continente africano. / EFE

A lo largo de 2022 “se produjeron respectivamente 1.350 y 400 superaciones de los nuevos umbrales de alerta establecidos en enero de 2023 por el Gobierno español para las partículas PM10 y PM2,5”.

Si bien se trata de un fenómeno natural, en el que los vientos trasladan las partículas desde el territorio continental africano y que no tiene una causa humana en sí, el informe sí que valora que el plan específico por fenómenos meteorológicos adversos “resulta completamente insuficiente incluso desde el punto de vista meramente informativo para proteger la salud de la población más sensible”. Una valoración tajante que hacen de su aplicación durante los episodios de calima, que elevan preocupantemente las partículas respirables en el aire. 

Aumento de las partículas más pequeñas

Si se acude a aquellas partículas más pequeñas que también flotan en el aire y que pueden provenir del transporte o del polvo sahariano en suspensión los datos no mejoran. Según recoge el informe los niveles de las partículas PM2,5 “aumentaron un 35% en 2022 respecto al periodo 2012-2019”, y destacan una tendencia “claramente ascendente en la última década”. 

“Los peores registros tuvieron lugar en las estaciones Parque de la Granja (Santa Cruz de Tenerife), Caletillas (Sur de Tenerife), Casa Palacio y El Charco (Fuerteventura), con 107, 83, 82 y 80 días de superación, respectivamente, empeorando la situación del año anterior”, recoge el texto. 

Aumentan los contaminantes de causa humana

En contraste con los datos de aumento de las partículas, el informe analiza que los niveles de dióxido de nitrógeno, un contaminante atmosférico especialmente relacionado con el transporte rodado, las industrias y las plantas de combustión, se redujo el 11% en relación al periodo 2012-2019, eso sí, en aumento en relación al periodo 2020 y 2021. 

Pese a ello, las zonas de mayor afluencia de tráfico y personas, como las estaciones de las aglomeraciones de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife - La Laguna “excedieron las nuevas guías diaria y/o anual de la OMS, registrando las peores situaciones en las estaciones urbanas de tráfico”, destaca. 

El único que baja

Por último, respecto a los cuatro parámetros analizados, el informe recoge que “se redujeron las normalmente escasas superaciones del valor objetivo legal para la protección de la salud establecido para el ozono troposférico, que durante 2022 registró en Canarias los niveles más bajos del Estado, pese a las elevadas temperaturas alcanzadas durante el pasado verano”. 

En general el informe relativo a la situación de Canarias destaca que hay determinados puntos de contaminación “importantes” en las islas: las centrales termoeléctricas de fueloil, el tráfico marítimo en los principales puertos, el tránsito aeroportuario y el tráfico motorizado  de  las áreas metropolitanas de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna y Las Palmas de Gran Canaria

Pero esas partículas que se generan en estos puntos no se quedan solo en estas zonas de focos de contaminación sino que “se esparce por el resto de los territorios insulares alcanzando lugares alejados de estas fuentes”. Una contaminación que después se ve potenciada por los episodios de calima, concluye el informe. 

Falta de datos considerable

Una parte de relevancia que recoge el informe a la hora de valorar los datos es que estos se han elaborado tomando los datos de 53 estaciones de control de contaminación repartidas por las islas, de las que 16 “han registrado porcentajes de captura de datos para algún contaminante inferiores a los mínimos establecidos por la normativa”. 

Además, es relevante la situación que se da en Las Palmas de Gran Canaria que “carece de estaciones orientadas al tráfico, estando ubicada una de las dos  estaciones existentes en la azotea de un mercado, incumpliendo las condiciones legales básicas para la ubicación de los medidores de la calidad del aire”. 

A lo que se suma que “las mediciones del puerto de Las Palmas y del aeropuerto de Gran Canaria son muy escasas y por ello poco representativas de la calidad del aire en el entorno de estas grandes infraestructuras”. Una escasa información que se suma al hecho de que la Autoridad Portuaria de Las Palmas “ha sido la única administración pública entre las 55 consultadas para la elaboración del informe que en 2022 ha denegado el acceso a los datos de calidad del aire de su única estación de medición, alegando al igual que en 2021 que no están validados y por tanto no resultan fiables, lo que vulnera la normativa de acceso a la información en materia de medio ambiente y muestra una nula transparencia”, según recoge el texto.

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