Los guardias civiles recién salidos de las academias de Valdemoro y Baeza que han sido destinados esta semana en Canarias para hacer sus prácticas, los llamados GAP, han recibido chalecos de protección antibalas y contra armas blancas mucho más grandes de lo que les corresponde, según ha denunciado este jueves la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).
AUGC detalla a Atlántico Hoy que calculan que, de los 156 guardias llegados al Archipiélago, aproximadamente unos 120 han recibido tallas que no se ajustan a sus cuerpos, algunos de ellos muy por encima de sus medidas óptimas. "Tenemos un claro ejemplo de un GAP que ha sido dotado de una talla M, aunque le corresponde la XS y otro caso al que sí que le corresponde la talla M por sus características y le han proporcionado un chaleco talla XL", asegura la asociación.
Según detalla la asociación a este medio, no es un problema exclusivo de esta promoción. "Todavía estoy esperando mi chaleco S", dice uno de los agentes. Lo mismo ocurre con guardias que ya no son GAP, sino que están patrullando en las calles: "También tenemos tallas grandes y, después de varios años intentando cambiarlo, no hay"
Riesgo para la seguridad
Según detalla AUGC a este medio, las consecuencias de llevar un chaleco de una medida que no corresponde pueden ir desde una gran incomodidad al sentarse para conducir, ya que el chaleco es rígido y golpea contra el cuello y el mentón, a riesgo de ineficacia o lesiones en caso de recibir un disparo, puesto que, para que el chaleco frene un impacto óptimamente, no debe tener ninguna holgura.
AUGC explica que los guardias civiles llevan años reclamando chalecos ajustados por talla y sexo, ya que antes recibían unos del Ejército de modelo "unisex" que, en realidad, no estaban preparados para proteger correctamente la fisionomía del cuerpo de las agentes mujeres.
Quejas para un cambio
En 2016, AUGC en Canarias se reunió con las entonces senadoras canarias Tamara Raya, hoy secretaria general del PSOE en Tenerife, y Olivia Delgado, hoy alcaldesa de Arico, así como con la entonces delegada de grupos institucionales de Ciudadanos en Canarias, Teresa Berástegui, para mostrarle a distintas políticas cómo tenían que ir vestidas las agentes y les apoyasen en su reclamación.
Tras quejas a nivel nacional, la Guardia Civil terminó por cambiar los chalecos y dotar al cuerpo de unos más ergonómicos. Pero, como todo equipamento susceptible de sufrir daños o de que sus materiales caduquen, con el tiempo hay que cambiar los chalecos. Eso es lo que ha ocurrido en las comandancias de Canarias recientemente, según denuncia AUGC, propiciando una escasez de tallas. Solo en Tenerife, explica la asociación a Atlántico Hoy, se han dado de baja "unos 60" chalecos.
Desde AUGC se informa que se ha elaborado un escrito para su tramitación por parte de los afiliados afectados ante Riesgos Laborales, "puesto que se ha detectado que esta carencia de material afecta a la generalidad de la Guardia Civil".