Las balsas de Tenerife se encuentran al 53,3% de su capacidad, un hecho motivado por la lluvia de los últimos días. No obstante, siguen a la baja con respecto a los últimos cinco años.
Según los datos del Cabildo de Tenerife, han alcanzado un volumen de almacenado de 2.685.913 metros cúbicos. De hecho en el último mes se ha producido un incremento del agua embalsada para riego del 21,13%. Unas cifras que fueron valoradas de forma positiva por el consejero insular del Sector Primario, Valentín González.
Que la lluvia no estuviese acompañada de viento va a beneficiar el almacenamiento de agua en las balsas de cara al verano. Aunque el nivel se ha recuperado si miramos 2024, actualmente sigue por debajo con respecto a los últimos cinco años, según afirma el secretario general de Asaga Canarias, Theo Hernando.

Respiro
Los datos recabados por el cabildo apuntan que las últimas lluvias dejaron las balsas del norte llenas al 47,2 % mientras que las del sur están al 74,4%. Con respecto a 2024 el volumen almacenado ha incrementado un 38,85% pasando de 1.934.377 metros cúbicos a 2.686.913.
Necesidad de lluvia
Hernando apunta la necesidad de que siga lloviendo durante más días. Esto va a beneficiar que la gente demande menos agua agrícola, por lo que se podrá seguir almacenando en las balsas.
"Hace falta en general un 10% de almacenamiento adicional para estar en niveles aceptables especialmente en la zona norte es la que mas preocupa", cuenta. Las balsas desde San Juan de la Rambla hasta Tegueste y Tejina pasando por La Orotava son las que tiene más dificultades.
El problema es que se encuentran en zonas de medianías donde depende mucho de las precipitaciones y cualquier afección puede tocar mucho a la producción.

Buena cosecha de papas
Las lluvias vienen muy bien para este tipo de cultivos sobre todo porque no han estado acompañadas de viento. Además de la lluvia, las temperaturas son las propicias para la época y beneficiará a una brotación en tiempo y forma.
Por ello se espera una buena cosecha en cultivos como la papa, sobre todo si evita el viento y plagas como la polilla guatemalteca, así como en cultivos forrajeros.