Calor en los colegios: Fundación Sergio Alonso, Acuorum y Foresta proyectan sombras naturales

Las tres instituciones trabajan desde hace meses en una iniciativa conjunta cuyo objetivo es la plantación de árboles en centros educativos San Bartolomé de Tirajana

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A la izquierda, el estado actual; a la derecha, la propuesta presentada para el CEIP San Fernando
A la izquierda, el estado actual; a la derecha, la propuesta presentada para el CEIP San Fernando

La ola de calor que sufre desde hace días Canarias ha provocado que la consejería de Educación, Formación Profesional y Actividad Física y Deporte del Gobierno autonómico decretara la suspensión de las clases para lo que resta de semana —miércoles 11 y viernes 13 de octubre—. La medida, habitual frente a temporales de lluvia y viento, se ha tomado por primera vez por altas temperaturas y retrata una realidad: el cambio climático ya condiciona nuestras vidas.

La Fundación Sergio Alonso, Fundación Acuorum y Fundación Foresta llevan desde hace meses trabajando en una iniciativa conjunta cuyo objetivo es la plantación de árboles en centros educativos con el fin de generar espacios de sombra natural en los colegios canarios concienciando sobre la importancia de incrementar los espacios verdes en estas instalaciones.

Informe de situación de los centros educativos

Con el fin de conocer de forma previa el estado de los centros educativos, las tres fundaciones realizaron en el curso académico pasado un informe previo en el que se les cuestionaba sobre la existencia de zonas verdes y su estado actual. En el informe participaron los 13 centros educativos de infantil, primaria y secundaria que hay en San Bartolomé de Tirajana.

Un 42% de los centros respondieron que no contaban con zonas verdes en su centro. Mientras que el 58% restante sí contaban con las mismas. Asimismo, de los que respondieron afirmativamente, dos colegios aseguraban que solo contaban con parterres o zonas en mal estado.

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Propuesta para el CEIP Las Dunas. / AH

Árboles adecuados

Cuestionados sobre la existencia de árboles en sus colegios, el 83% afirmaba contar con algún árbol en el colegio. Aún así, la mayoría de ellos insistían en su mal estado, su no adecuación a un centro educativo, mayoritariamente por la presencia de palmeras, o que habían registrado problemas de mantenimiento.

Sobre las necesidades del centro respecto a la presencia de zonas verdes, todos los colegios coincidieron en la necesidad de incrementar la presencia de zonas naturales, especialmente, de contar con árboles adecuados a los centros educativos con el fin de que generasen sombras. Todos, asimismo, reivindicaron la necesidad de incrementar la formación en sostenibilidad para mejorar la conciencia sobre la importancia de los árboles y la lucha contra el cambio climático.

Dos centros sin espacios verdes

En conclusión, de los 13 centros educativos que hay en San Bartolomé de Tirajana, dos de ellos no cuentan ni con espacios verdes ni árboles, y otros cinco centros no cuentan con espacios verdes.

Los centros educativos que participaron en este informe fueron: CEIP Juan Grande, CEIP Cercado de Espino, CEIP Las Dunas, CEIP El Tablero, CEIP Pepe Monagas, CEIP San Fernando de Maspalomas, CEIP Oasis de Maspalomas, CEIP El Matorral, CEO Pancho Guerra, CEIP Santa Águeda, CEIP Alcalde Marcial Franco, CEIP Aldea Blanca y CEO Tunte.

Una necesidad avalada por estudios

La diferencia entre una zona urbana y una con espacios verdes puede llegar a los 15ºC, según datos de Naciones Unidas. Una tesis corroborada por científicos del Instituto de Ciencias Atmosféricas y del Clima, ETH Zurich (Suiza), que en un estudio del año 2021 concluye que los árboles pueden reducir la temperatura de la superficie terrestre en las ciudades hasta 12°C en verano.

En un estudio más reciente publicado a principios de este año, elaborado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y que se realiza con datos de 2015, concluye que tener un 30% de masa de árboles en la ciudad reduce la mortalidad prematura de población causada por las islas de calor urbanas, al suavizarse la temperatura gracias al agua evaporada que generan los árboles. La investigación recoge datos de 93 ciudades europeas, nueve capitales de provincia españolas, ninguna de Canarias.

Imagen panorámica del CEIP El Tablero
Imagen panorámica del CEIP El Tablero. / AH

Por ello, desde las tres fundaciones se ha trabajado en esta iniciativa con el fin de mejorar la calidad de vida de los menores que a diario acuden a estos centros educativos y poner sobre la mesa de las administraciones esta cuestión.

Una reivindicación que no es nueva y que ya recoge el Plan de Infraestructuras de Canarias 2018-2025 que entre sus prioridades está la instalación de cubiertas y zonas de sombra ante la obsolescencia de las infraestructuras educativas. Una demanda que han realizado desde las asociaciones de madres y padres, así como desde el profesorado.

Propuesta de intervención

Una vez realizado el informe previo de situación, las fundaciones han visitado cada uno de los centros acompañados por un estudio de arquitectura con el fin de realizar un estudio más pormenorizado en el que se recoge un informe descriptivo de cada uno de los centros, un análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) y una propuesta de intervención concreta para llevar a cabo la plantación de árboles que generen espacio de sombras y con los que los menores puedan interactuar. Este informe se encuentra ahora mismo en fase de elaboración.

Al mismo tiempo se está trabajando en un convenio con el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana en el que las fundaciones se comprometen a realizar actuaciones concretas en tres colegios del municipio durante este curso académico y el consistorio se compromete al mantenimiento de los árboles.

Además de las plantaciones, el proyecto contempla talleres medioambientales dirigidos al alumnado con el fin de incrementar su conciencia medioambiental y fomentar la educación práctica al permitirles participar activamente en la plantación y cuidado de árboles. Además, promueven la salud y el bienestar al conectar al alumnado con la naturaleza, fomentan el trabajo en equipo, enseñan valores como la responsabilidad ambiental y promueven la sostenibilidad a largo plazo.