Canarias cierra un invierno con solo 12 días sin calima

La Aemet presentó el balance climatológico del último invierno, que se ha posicionado como el más cálido y seco de su historia, siendo el primero sin nieve, así como con solo un 28% de precipitaciones y récords en altas temperaturas

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Episodio de calima en Canarias a vista de satélite / EFE
Episodio de calima en Canarias a vista de satélite / EFE

Estos meses de invierno no se sintieron como tal. Se echó de menos el frío, ponerse un abrigo, la lluvia y el chocolate caliente. Todo esto se cambió por la playa, las camisetas de tiras y las cholas. Y sí, es verdad que se dice que en Canarias se puede ir a la playa durante todo el año, pero este invierno se convirtió en una continuación del verano eterno. 

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha presentado el balance climatológico de este último invierno, que abarcó desde el 1 de diciembre al 29 de febrero. Un periodo que se ha caracterizado por estar repleto de anomalías, entre ellas las bajas precipitaciones, las altas temperaturas alcanzadas y, cómo no, los numerosos episodios de calima que cubrieron los cielos de las Islas el 85% del tiempo, dejando solo 12 días despejados sin polvo en suspensión. 

Récords de altas temperaturas

David Suárez, delegado de la Aemet en Canarias, ha confirmado la percepción que se tuvo durante este último invierno, ha sido el más cálido y seco desde que se tienen datos. Eso se ve reflejado en las temperaturas durante estos meses, donde la media se estableció en 17,7ºC, lo que supone una anomalía de 2,5ºC. Suárez indica que solo durante cuatro días de diciembre las temperaturas estuvieron por debajo de lo normal. 

Esta tendencia de calidez se vivió en todas las islas. El diciembre de 2023 se constituyó como el cuarto más cálido del registro, mientras que enero y febrero se coronaron como los más cálidos en comparación con otros años. Este carácter en los meses ha ido aumentando con el tiempo, según el delegado de la Aemet, y se han establecido récords de temperaturas que nunca se habían alcanzado. 

Por ejemplo, durante diciembre, la mayor máxima registrada fue 29,1ºC en El Hierro, mientras que en enero destaca la temperatura alcanzada en La Oliva, 31,7ºC, siendo la más alta registrada nunca en invierno, apuntó Suárez. El primer mes de 2024 se caracterizó por el calor, sobre todo en Fuerteventura y Gran Canaria donde se superaron los 31ºC, “algo que no es normal para la época”, y 27ºC en el resto de las islas. Febrero siguió la tónica de los meses anteriores con una máxima de 31,2ºC en La Aldea de San Nicolás. 

Este aumento de las temperaturas también se sufrió en la temperatura superficial del mar, que se incrementó hasta los 21,7ºC, lo que supone una anomalía de 1,6ºC más. 

Presentación del balance climatológico del invierno 2023 2024 por la Aemet / DELEGACIÓN DEL GOBIERNO
Presentación del balance climatológico del invierno 2023-2024 en Canarias por la Aemet / DELEGACIÓN DEL GOBIERNO

Sequía

Este invierno se diferenció por el calor, pero también por la sequía, que ya supone un problema para el Archipiélago. Desde la Aemet, se esperaba que hubiera 130 ml de lluvia, pero solo se llegó a 36,6 ml, lo que representa un 28% de lo esperado. Por tanto, se vivieron unos meses casi sin lluvia, a excepción del periodo del 22 al 24 de diciembre donde hubo una “pequeña DANA”. 

“El trimestre donde más debería llover, no ha llovido casi”, señaló Suárez. En datos por cada mes, en diciembre llovió más, un 41% de lo esperado; en enero un 13% y en febrero un 23%. “El año hidrológico empieza en octubre” y desde entonces hasta ahora, “ha llovido un 41% menos de lo esperado”. Esto conduce a que Canarias tenga que prepararse cada vez más para la sequía, pues según el delegado de la Aemet, esta va a ser la tónica que se va a vivir con respecto a las precipitaciones en el Archipiélago. 

Mucha calima y nada de nieve

La calima fue la protagonista de estos meses. Durante el trimestre que compone el invierno climatológico, se produjeron seis días de calima intensa, por encima del promedio desde 1991, que está fijado en 4,2 días de media. El 85% de los días de diciembre, enero y febrero estuvo repleto de polvo en suspensión. “Solo tuvimos 12 sin calima en todo el invierno”, resaltó Suárez, que añadió que desde los años 80, la tendencia de polvo en suspensión ha descendido, pero ha habido un repunte desde 2020, siendo el año, junto a 2021 y el periodo de 2023 y 2024 con invierno más intensos en cuanto a calima, por encima de lo normal. 

Asimismo, otro dato que sorprende, pero corresponde y se relaciona con los datos aportados en cuanto a temperaturas y precipitaciones, es que la acumulación de nieve este año ha sido cero, “algo insólito”, indicó Suárez, pues es “la primera vez que no se registra nieve en Izaña”. Ha sido también el invierno con más horas de sol, solo superado por el de 2019-2020, con 741 horas de sol. 

El futuro del clima en Canarias

La predicción para las próximas semanas a corto plazo señalan un nuevo episodio de calor este fin de semana, acompañado además de calima, sobre todo el sábado y el domingo, explicó el delegado en Canarias de la Aemet. En cuanto a la semana que viene y Semana Santa, se espera que las precipitaciones sean “dentro de lo normal” y las temperaturas superen uno o dos grados por encima del promedio, que está establecido en 17,5ºC. 

Viendo la tendencia que siguen los últimos datos, Suárez manifestó que el trimestre en curso, así como los próximos, se caracterizarán, asimismo, como cálidos y secos, ya que se tratan de “modelos muy consistentes” en los que “las temperaturas son más altas de lo habitual” y se produce un “déficit de precipitaciones”. 

Esto ha llevado a que en Canarias se haya vivido un cambio de clima desde 1961, relató Suárez. En el Archipiélago, “estamos perdiendo territorios con clima templado”, dando paso a un clima seco. Además, supone enfrentarse a mayores episodios de calima, aumento de las temperaturas, menos precipitaciones e incremento de la temperatura del mar, según el experto, todo ello como resultado de una contribución del cambio climático y otros fenómenos de escala inferior, como el fenómeno del Niño.