El sistema educativo de Canarias se enfrenta a un problema estructural de envejecimiento y precariedad docente, según el primer informe mundial sobre el personal docente elaborado por la UNESCO y la Fundación SM, que se presentará este martes en la Universidad de La Laguna (ULL).
El documento revela que más del 45% del profesorado en centros públicos canarios tiene más de 50 años, mientras que el 30,9% trabaja como interino o sustituto, una combinación que amenaza la sostenibilidad del sistema educativo en los próximos años.
Un cuerpo docente envejecido
En el curso 2024-2025, Canarias contó con más de 27.000 docentes en centros públicos, de los cuales 12.146 superan los 50 años, según datos de la Consejería de Educación. Además, 13.301 profesores y profesoras desempeñan su labor sin plaza fija, ya sea como interinos o sustitutos, lo que eleva la tasa de temporalidad al 30,9%.
El informe advierte que esta situación, unida a la jubilación progresiva de miles de docentes en la próxima década, puede agravar la falta de profesorado en áreas clave como Matemáticas, Formación Profesional, Latín y Filosofía, especialidades donde ya se observan dificultades para cubrir vacantes.
Escasez de docentes
Uno de los factores que más influye en esta carencia es la baja tasa de graduados en disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). En España, solo 2,28 de cada 100 titulados entre 20 y 29 años pertenecen a estos campos, según el Instituto Nacional de Estadística.
La alta demanda laboral en sectores tecnológicos y financieros, junto al atractivo salarial del sector privado, ha desviado a muchos profesionales cualificados hacia empresas de análisis de datos, big data o inteligencia artificial, dejando a los centros educativos sin relevo generacional en estas materias.
Un fenómeno global con impacto local
El problema no es exclusivo de Canarias ni de España. La UNESCO estima que el mundo necesita 44 millones de docentes adicionales para alcanzar la educación universal en 2030. A nivel global, la tasa de abandono de la docencia se ha duplicado en los últimos años, pasando del 4,6% al 9% entre 2015 y 2022.
En Europa y América del Norte, más del 90% de la escasez docente se debe al abandono voluntario de la profesión, motivado por la sobrecarga laboral, los bajos salarios y la falta de reconocimiento social, especialmente en la enseñanza secundaria.

Desgaste y falta de motivación
El estudio también pone el foco en el desgaste emocional del profesorado. Según la Fundación SM, dos de cada cinco docentes afirman vivir su trabajo con distanciamiento o agotamiento, y uno de cada tres reconoce haber perdido la ilusión por enseñar. Además, el 47% se declara en una posición neutral ante la posibilidad de abandonar la profesión, un dato preocupante que evidencia una crisis de motivación.
La falta de estímulos, la dificultad para implicar al alumnado y la presión de las cargas administrativas figuran entre los principales factores de frustración del colectivo. “Si el profesorado es la pieza clave para transformar la sociedad, necesitamos que permanezca ilusionado y motivado”, afirmó Mayte Ortiz, directora de la Fundación SM.
Un decálogo para transformar la educación
Ante este escenario, la UNESCO y la Fundación SM proponen un Decálogo de condiciones para transformar la educación, que aboga por un pacto social de apoyo al profesorado y la revalorización de la docencia.
Entre sus medidas destacan:
- Cuidar el bienestar integral del profesorado.
- Mejorar las condiciones laborales y salariales.
- Impulsar la atención tutorial y el acompañamiento psicopedagógico.
- Promover la autonomía profesional y la libertad académica.
- Fomentar entornos educativos seguros e inclusivos.
- Desarrollar planes de formación y atracción del talento docente.
Canarias ante un desafío de futuro
El Gobierno de Canarias reconoce la necesidad de reforzar la estabilidad y la renovación generacional del cuerpo docente. Sin un plan integral que aborde la interinidad, la motivación y la formación del profesorado, el sistema educativo corre el riesgo de no poder cubrir las necesidades básicas de enseñanza en la próxima década.
La educación en Canarias, una de las herramientas más poderosas para reducir desigualdades y generar oportunidades, necesita profesores motivados, formados y reconocidos. Tal y como subraya la UNESCO, “sin docentes no hay educación, y sin educación no hay futuro”.