Un grupo de personas se refugia del calor en un parque / EFE
Un grupo de personas se refugia del calor en un parque / EFE

Canarias no cuenta con ningún refugio climático: el agua potable es la clave

Un informe de Greenpeace analiza que no hay en las islas un lugar donde cobijarse del calor con todos los servicios básicos como el agua potable

Canarias no cuenta con ningún espacio en el que refugiarse de forma cómoda y con servicios básicos cuando hace calor. Así lo concluye el informe Ciudades al rojo vivo: refugios climáticos y desprotección frente al calor extremo en España elaborado por Greenpeace que hace un recorrido por todos los territorios españoles para analizar si efectivamente cuentan con espacios donde resguardarse del calor. 

Este informe recoge que de las 52 ciudades capitales, tan solo 16 cuentan con redes de refugios climáticos. Canarias está entre los territorios que no cuentan con estos espacios que “proporcionan refugio frente al calor proporcionando una temperatura confortable en torno a los 27 grados centígrados, en función de las condiciones locales”. 

Sin agua potable

Greenpeace señala una serie de características que se deben dar para considerar un entorno como refugio climático: se debe acceder sin coste, tiene accesos para personas con movilidad reducida, tiene una temperatura entorno a los 26-27 grados, cuenta con bancos o lugares de descanso, tienen un horario de apertura amplio y están bien identificados por los ayuntamientos. 

Con estos criterios en mente, al lector le pueden venir a la vente lugares al aire libre, como el parque García Sanabria, el parque de La Granja o el parque de La Vega, en Tenerife, o el parque Doramas en Gran Canaria. Sin embargo, hay otro factor fundamental que requieren los refugios climáticos y que no se cumple en ninguno de los lugares para refugiarse del calor: el acceso a agua de manera gratuita

No es solo la vegetación

De hecho uno de los puntos que critica el colectivo que es que “algunas ciudades” enumeren todos su espacios “con algo de vegetación sin tener en cuenta si la cobertura que proporciona es suficiente”, así como “otras características que los haga realmente efectivos, especialmente en el caso de plazas, donde la sombra puede ser insuficiente, pueden no contar con bancos o no tener puntos de hidratación”. 

Hay que tener en cuenta que este análisis también incluye instalaciones como bibliotecas, centros cívicos, centros de mayores, espacios culturales, polideportivos, oficinas municipales, museos o estaciones de transporte, pero también incluyen centros comerciales e iglesias. El problema en las islas, es que si bien hay espacios donde refugiarse del calor, no cumple ninguno con los requisitos que impone Greenpeace. 

Adaptación eficaz

Desde el punto de vista del colectivo, “los refugios climáticos son una de las medidas de adaptación más eficaces y fáciles de implementar a corto plazo por los ayuntamientos para proteger a la población mientras se avanza en otras medidas que transformen todo el municipio y aumenten su resiliencia”. 

Asimismo, señalan que en España “la cultura del calor ha hecho que tradicionalmente en los cascos históricos de las ciudades mediterráneas se hayan usado estrategias urbanas y constructivas adaptadas al calor”, sin embargo señalan que “los cambios en los modelos urbanísticos de las ciudades ha roto ese equilibrio, aumentando su vulnerabilidad”. 

El análisis hecho por Greenpeace concluye que hay una “deficiencia en la habilitación de refugios climáticos en las principales ciudades del país”. Asimismo, reprochan que desplegar una red de refugios climáticos “no debe reducirse a la enumeración de espacios de interior y exterior existentes, sin hacer ningún esfuerzo adicional para garantizar su efectividad”.