El próximo miércoles, 7 de mayo, comenzará el cónclave para la elección del nuevo líder de la Iglesia, tras el fallecimiento del Papa Francisco, el pasado 21 de abril, coincidiendo con el Lunes de Pascua.
“Sede Vacante” fueron las palabras que resonaron más allá de las instalaciones de Santa Marta (morada del Sumo Pontífice) e incluso trascendiendo las fronteras del propio Vaticano, indicando el doloroso fallecimiento y el inicio de un nuevo proceso de elección papal: el cónclave.
Elegir al sucesor
Prácticamente, casi nadie en el mundo se ha mostrado indiferente ante el fallecimiento de Francisco (como así puede leerse en su tumba), como tampoco casi ningún lugar del mundo es ajeno al cónclave y su posible resultado.
“Los cardenales son los responsables de elegir al sucesor de Pedro. El Papa es el único ser que, de forma personal, sucede al apóstol Pedro”, explica a Atlántico Hoy el párroco de la Iglesia de la Concepción en La Laguna y profesor del Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias (ISTIC), Jesús Gil Agüín.
Un líder mundial
"El ejercicio del papado es un ejercicio de comunión para toda la Iglesia", explica el sacerdote, señalando que los obispos y el Papa son los que, de alguna manera, tienen autoridad magisterial. “El Papa tiene la función de ayudar a que la Iglesia vaya caminando en la sociedad y en el mundo que nos ha tocado vivir”.
“Los cardenales tienen una gran responsabilidad: el Papa es el líder de más de mil millones de personas católicas en todo el mundo. Es una figura -lo hemos visto con el reciente fallecimiento del Papa Francisco-, que tiene mucha repercusión e influencia en todos los ámbitos de la sociedad”, destaca.
Francisco deja el listón muy alto
La elección del nuevo Papa no va resultar tarea fácil, sobre todo teniendo en cuenta el listón tan alto que ha dejado Francisco. “El Papa Francisco ha dejado el listón muy alto. Ha sido el hombre que nos ha llevado a las fuentes, al evangelio”, manifiesta Gil Agüín, destacando que la implicación social y el amor del Pontífice a las personas en situación de vulnerabilidad lo demuestran.
“Aunque ha seguido las líneas generales de la Iglesia, si es verdad que ha abierto ciertos temas y cuestiones para que la sociedad comprenda que la Iglesia no puede comportarse como un club elitista, sino ser, como decía el Papa Francisco, un hospital de campaña donde todos cabemos”, subraya el párroco.
Los escándalos no deben ser tapados
Con rotundidad el Papa Francisco declaraba que los escándalos no deben ser tapados, ni dentro ni fuera de la Iglesia, entre estos, los temas relacionados con los abusos, un asunto que nunca escabulló.
Al respecto, nuestro entrevistado sostiene que es un problema social grave, afrontado por la iglesia, estableciendo protocolos muy serios de tolerancia cero, “como no puede ser de otra manera”, matiza y añade que “el Papa Francisco, con gestos muy concretos, ha sido muy tajante: decía que los escándalos no tienen que ser tapados sino expuestos a la luz pública”.
Confabulaciones y conspiraciones
Prácticamente desde el minuto uno, las apuestas y confabulaciones en torno a la figura del próximo Papa están a la orden del día, siendo muchos los entendidos -y no tan entendidos-, los que se atreven a pronosticar qué cardenal es más “papable” que otro.
Jesús Gil explica que el Colegio de Cardenales está formado por hombres, personas, por lo tanto, con condición humana, aclarando que “todos estamos condicionados, pero no predeterminados”
Cardenales de todas partes
En el cónclave participan cardenales de todo el mundo, “los cinco continentes están represenotados en el colegio cardenalicio”, con lo cual estamos hablando de una riqueza y variedad “que condiciona mucho, pero a nosotros no nos predetermina porque somos seres libres y el Espíritu santo -que es la fuerza de Dios-, actúa en esa condición humana”.
“Será la acción del Espíritu Santo la que haga que los cardenales, en su discernimiento, puedan elegir al nuevo Papa”, arguye.
Continuidad e innovación
De cara a la trayectoria del nuevo Pontífice, Gil Agüín expresa su deseo de que se siga una línea continuista en el trabajo y pontificado del Papa Francisco “y que también haya una nueva aportación: nada acaba en las personas”.
“La Iglesia tiene que continuar y, por tanto, debe continuar el gran legado del Papa Francisco”, pero también el de los otros papas, según explica. Añade que “el Papa nuevo le dará una impronta al momento y circunstancias actuales del mundo y de la Iglesia”
Mensaje de esperanza
Si pudiera solicitar algo al nuevo Papa, teniendo en cuenta las necesidades de la comunidad cristiana, Jesús Gil comenta que le pediría que siguiese el diálogo con el mundo que nos ha tocado vivir y que llevase el evangelio y las noticias de esperanza a la sociedad actual”.
A partir del 7 de mayo dará comienzo el cónclave para la elección del nuevo líder que dirigirá a los cristianos desde el Vaticano, un proceso que seguirá los tiempos establecidos y que culminará con el repique de las campanas de todas las iglesias del mundo anunciando el “Habemus Papam”.
